'Por fin es jueves': así es el proyecto piloto de la jornada laboral de cuatro días flexible en Portugal
- La iniciativa está siendo aplicada por más de 1.000 trabajadores de 41 empresas portuguesas
- El 95% de las empresas lo avalan y casi todas van a mantener, al menos, una versión de la semana de 4 días
A diferencia con otros proyectos pilotos, en Portugal el modelo de jornada laboral de cuatro días es flexible y el gobierno no da subvenciones, solo acompañamiento técnico. Son las propias empresas las que de manera voluntaria han probado a reducir su semana laboral. En TVE nos hemos acercado a dos de ellas: un estudio de arquitectura y diseño gráfico y una guardería de Lisboa.
"Al final lo que hemos hecho es desarrollar nuestro propio proyecto piloto con 36 horas a la semana, pero solo cuatro días, y esas cuatro horas de más y que sobran las guardamos en una bolsa horario para cuando tenemos necesidad, por picos altos de trabajo", explica Luca Martinucci, director del estudio de arquitectura 1825 de Lisboa.
En la sala, una veintena de trabajadores muy jóvenes no dejan de mirar su programación en cada uno de los ordenadores. Al fondo de la sala, una pizarra digital. Diseñan por encargo, es un trabajo creativo que necesita de concentración.
Raúl Soler es español y lleva un año y medio trabajando en el estudio. Dice que desde que libra los viernes tiene tiempo para conocer mejor la ciudad y otras veces para descansar y llegar el lunes con la cabeza más despejada, porque son muchas horas delante del ordenador. "La calidad del trabajo en esta empresa de diseño viene medida por otros sensores como la inteligencia artificial o la robótica y por eso nos están diciendo que tenemos la necesidad de trabajar menos pero mejor", asegura.
El equilibrio entre reducir jornada sin descuidar el trabajo
La segunda parada es la guardería Caminhos da Infancia, en Lisboa, donde nos reciben a la hora de comer. Tienen a 84 niños y niñas de maternal y "mucho trabajo", según afirma su directora, Francisca Carneiro.
"Cuando Pedro me comentó si quería participar, al principio lo veía imposible", confiesa a TVE. "Pero hoy, después de varios meses, no sólo estamos contentas, sino que hemos conseguido hacer un equipo más responsable. Intentamos tener una semana de cuatro días cada 15. Y ya estamos pensando en contratar a una persona más, que sería lo necesario para poder cumplir con la semana de 4 días. Porque "tener ese tiempo de más sin descuidar nuestro trabajo es tener calidad de vida", asegura. "Hemos tenido que tener muy en cuenta a los padres de estos niños, dejar muy claro que no iban a estar desatendidos", añade.
Diego Chicaiza es uno de los responsables de una de las aulas. Dice que ha mejorado su felicidad, pero no solo como una percepción personal, sino con los propios colegas también. "Yo creo que he mejorado mi estilo de vida, ha mejorado mi relación con mi familia y personalmente", dice. Los viernes que ha librado los ha aprovechado para sacarse durante estos meses un doctorado.
"Por fin es jueves"
Pedro Gomes es economista y el encargado de poner en marcha el proyecto piloto en Portugal. Acaba de publicar en español su libro Por fin es jueves, donde resume bien su apostolado de que la reducción del tiempo de trabajo es el futuro y una clave del éxito para empresas y trabajadores.
Vive en Londres, pero ha viajado unos días a Lisboa para hacer seguimiento de varias de las compañías. Está convencido que este proyecto ha servido para testar como se puede mejorar no solo el rendimiento y la productividad sino también, del lado del trabajador, los indicadores de la salud mental.
En Portugal, el porcentaje de trabajadores que veían difícil o muy difícil conciliar su vida ha bajado de un 46% a un 8% entre los que han participado en el proyecto. El 95% de las empresas asegura que valora positivamente esta prueba piloto y reconocen que han cambiado muchas cuestiones de organización.