La cara oculta de las altas capacidades en la infancia: el peligro de aislarse ante la incomprensión

• Cuatro rasgos del comportamiento emocional de los niños con altas capacidades
• Realidades y mitos de las altas capacidades. Desmontando la fábula del genio

Niña preocupada y sola en el colegio. IA

¿Te has sentido solo o sola alguna vez? Los niños con altas capacidades sienten esta emoción con frecuencia. Su inteligencia en determinados entornos hace que se aparten. Incluso hay niños que pueden comprender la soledad sin experimentarla emocionalmente, explica la psicóloga Teresa Millán. Un ejemplo es el caso de Claudia, una niña con altas capacidades, que con sólo 9 años, ha escrito y declamado un poema titulado Sirenas en el Desierto que se ha publicado dentro del pódcast Sirenas en el desierto: buceando en las altas capacidades.

La experta Millán plantea que estos niños captan y procesan la información más rápida y profunda que la media de la población porque poseen una alta interconexión entre sus neuronas lo que se ha denominado cerebro en árbol. Para ellos es muy complicado gestionar las emociones. Su comportamiento en el colegio, en el barrio, con amigos o familiares puede llegar a clasificarse como actitudes inadecuadas, pedantes o irracionales. 

Los niñas y niños diagnosticados con alta capacidad suelen ser incomprendidos en su casa y en el colegio. “En ocasiones los educadores no tienen la preparación suficiente”, afirma Millán. 

Altas capacidades: cuando la incomprensión aisla 

Erika Landau, experta en educación y autora de El valor de ser superdotado, asegura que el niño superdotado se asemeja a un corredor de fondo que corre más rápido que los demás.  “Intelectualmente es el primero casi siempre, pero con sus emociones se queda, frecuentemente, solo. Si no le ayudamos emocionalmente, renunciará a su individualidad y a su talento. Será como “los otros” para estar menos solo o se convertirá en una persona descontenta, marginada en la escuela y en la sociedad”, afirma.  

Foto creada con IA

A pesar de que estos niños pueden ser difíciles de caracterizar en un mismo patrón, la experta Millán aborda una serie de rasgos que suelen compartir entre ellos: 

• Los niños y adolescentes, incluso los adultos sufren ansiedad por la incomprensión a la hora de socializar.  Se sienten excluidos en los juegos con los compañeros de su misma edad porque no los entienden y comienzan a experimentar la soledad intensamente. 
• Pueden tener comportamientos disruptivos sobre todo en el hogar, donde hay más confianza para liberarse de las emociones reprimidas y soltar los nervios, por ejemplo “en el colegio pueden ser muy majos, aguantan, aguantan, aguantan, pero en el hogar lo sueltan todo”.
• La disincronía, que se evidencia en “la diferencia en el desarrollo entre la parte intelectual y la emocional, cada una corresponde a una edad distinta".
• Para evitar el aburrimiento podrían necesitar juegos más complejos. 

“ ...en el colegio pueden ser muy majos, aguantan, aguantan, aguantan (…) pero en el hogar lo sueltan todo“

Convivir con una capacidad especial

Con el apoyo adecuado estos niños pueden aprender a canalizar sus emociones de manera positiva y construir relaciones sanas con el mundo que los rodea, apunta Millán. Estos genios, talentos o superdotados, como estamos acostumbrados a llamarles, a veces no saben si su alta capacidad es una ventaja. El profesor Alberto Quílez, especialista en Neuropsicología de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación. plantea que "los niños con altas capacidades son esas personas con chispa que actúan o resuelven los problemas de formas diferentes".

Descubriendo las altas capacidades

Profundizamos en la realidad de las personas con altas capacidades y el mundo de la superdotación. Puedes seguirnos en @altascapacidadesaragon.