Estados Unidos logra aterrizar una nave en la Luna 52 años después
- Se trata de la primera astronave fabricada por una firma privada que alcanza el satélite
- El módulo transporta un conjunto de instrumentos científicos para la NASA y clientes comerciales
Estados Unidos ha vuelto a posar una nave en la Luna por primera vez en 52 años, desde la misión Apolo 17 de 1972. Se trata de la primera astronave fabricada por una firma privada que alcanza el satélite. Al cabo de un viaje de más de un millón de kilómetros, el módulo de seis patas Odiseo, de la empresa Intuitive Machines, ha aterrizado con éxito sobre las 23:24 GMT de este jueves en la ribera del cráter Malapert A, a unos 300 kilómetros del polo sur lunar, y tras un par de cambios en la hora de llegada.
"Houston, Odiseo ha encontrado su nuevo hogar", confirmó el director de la misión, Timothy Crain, tras unos minutos en los que se perdió la comunicación y los controladores no recibían una señal por parte de la nave. "Hoy, por primera vez en más de medio siglo, Estados Unidos ha regresado a la Luna", dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson, poco después de comprobado el descenso de Odiseo.
El módulo Odiseo transporta un conjunto de instrumentos científicos y demostraciones tecnológicas para la NASA y varios clientes comerciales, diseñados para funcionar durante siete días con energía solar antes de que el sol se ponga y quede inoperativo. El área donde ha aterrizado la nave es una de las trece regiones candidatas para el alunizaje de la misión tripulada Artemis III de la NASA, prevista para septiembre de 2026. La agencia espacial cree que en esta región inexplorada podría haber depósitos de agua congelada.
Un alunizaje accidentado
El aterrizaje fue el colofón de una aproximación final y un descenso de infarto en los que surgió un problema con el sistema de navegación autónomo de la nave espacial que obligó a los ingenieros en tierra a emplear una solución no probada en el último momento. También se tardó algún tiempo en restablecer la comunicación con la nave y determinar su destino a unos 384.000 km de la Tierra.
Cuando por fin se restableció el contacto, la señal era débil, lo que confirmaba que el módulo de aterrizaje había tocado tierra, pero dejaba al control de la misión en la incertidumbre sobre el estado exacto y la posición del vehículo, según la transmisión por Internet. Según lo previsto, se cree que la nave espacial se detuvo en un cráter llamado Malapert A, cerca del polo sur de la Luna.
La nave no estaba diseñada para proporcionar vídeo en directo del alunizaje, que se ha producido un día después de que la nave alcanzara la órbita lunar y una semana después de su lanzamiento desde Florida. Odiseo, de 4,3 metros de altura y 675 kilos de peso, despegó en el carenado de un cohete Falcon 9 de la firma Space X la madrugada del pasado 15 de febrero desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida, desde donde emprendió un viaje de casi siete días.
El aterrizaje de Odiseo ha representado el primer descenso controlado a la superficie lunar de una nave espacial estadounidense desde el Apolo 17 en 1972, cuando la última misión lunar tripulada de la NASA aterrizó allí con los astronautas Gene Cernan y Harrison Schmitt. Hasta la fecha, solo otros cuatro países han aterrizado en la Luna: la antigua Unión Soviética, China, India y, más recientemente, Japón. Estados Unidos es el único país que ha enviado seres humanos a la superficie lunar.
¿Volverá el ser humano a pisar la Luna?
La llegada de Odiseo marca el primer "aterrizaje suave" en la Luna jamás realizado por un vehículo fabricado y operado comercialmente y el primero bajo el programa lunar Artemis de la NASA, mientras Estados Unidos se apresura a devolver astronautas al satélite natural de la Tierra antes de que China aterrice allí su propia nave espacial tripulada.
La NASA pretende alunizar su primer Artemis tripulado a finales de 2026 como parte de una exploración lunar sostenida a largo plazo y un peldaño hacia eventuales vuelos tripulados a Marte. La iniciativa se centra en el polo sur de la Luna, en parte porque se supone que allí existe una gran cantidad de agua congelada que puede utilizarse para mantener la vida y producir combustible para cohetes.
Se espera que una serie de pequeños módulos de aterrizaje como Odiseo allanen el camino en el marco del programa de Servicios Comerciales de Carga Lunar (CLPS, siglas en inglés) de la NASA, diseñado para llevar instrumentos y equipos a la Luna a un coste inferior al del método tradicional de la agencia espacial estadounidense, que consiste en construir y lanzar esos vehículos por sí misma.
La proliferación de empresas espaciales comerciales se ha visto impulsada por los avances tecnológicos de las últimas décadas. El programa Apolo y las misiones robóticas lunares Surveyor que lo precedieron volaron en los albores de la era informática, antes de la llegada de los microchips modernos, los sensores electrónicos y el software, o el desarrollo de aleaciones metálicas superligeras y otros innumerables avances que han impulsado una revolución en los vuelos espaciales.
En el caso de Odiseo, además de los instrumentos de la NASA, el módulo lleva consigo encargos de clientes particulares, entre ellos la firma de ropa y accesorios deportivos Columbia, que testará material aislante, y el artista plástico Jeff Koons, quien ha puesto en la nave 125 diminutas esculturas de las fases lunares.