Vecinos del edificio incendiado en Valencia: "El tema material es lo de menos, ahora tenemos que preocuparnos de la gente"
- Los afectados han pasado la noche en hoteles y casas de familiares y tratan de asimilar la tragedia
- Sigue en directo el incendio del edificio en Valencia
Mientras los bomberos y los equipos de rescate siguen trabajando en el edificio incendiado el jueves en Valencia —un siniestro que deja un balance por el momento de nueve personas fallecidas y un desaparecido— los vecinos del inmueble siniestrado tratan de asimilar una tragedia en la que han perdido sus hogares y buena parte de sus pertenencias.
Muchos han pasado la noche en hoteles o en casas de familiares. Es el caso de Manuel, que tuvo que salir a toda prisa junto a su madre "de casi 80 años" de su vivienda tras advertir la violencia del fuego. Como cuenta en una entrevista en La Hora de la 1, han pasado la noche en un hotel intentando hasta altas horas de la madrugada contactar con otros vecinos que no podía localizar. "A las 5 de la mañana localicé a un vecino que me contestó por fin; luego, a otra vecina y amiga", una información que fue trasladando a la Policía Nacional.
Manuel fue uno de los primeros en advertir el fuego y las llamas, ya que vive encima del piso en el que comenzó el incendio. "Avisé a mi madre de que cogiera lo imprescindible y fui timbrando las puertas. Algunos vecinos no se habían enterado".
En esa labor de advertencia jugó un papel fundamental Julián, el portero de la finca, que fue avisando a los vecinos para que desalojaran. "Me consta que fue llamando puerta por puerta, estoy seguro de que es un pequeño gran héroe", afirma Manuel.
Como la gran mayoría de los inquilinos del bloque siniestrado, Manuel lo ha perdido todo, pero asegura que lo material "realmente es lo menos importante, ahora tenemos que preocuparnos de la gente". "Ni coches ni muebles, cuando llegue el momento quien tenga que hacerse responsable, se hará".
"Nos hemos quedado con lo puesto"
Otro de los vecinos afectados, Vicente, ha dormido en casa de una hermana y esta mañana ha acudido a las inmediaciones de la finca vistiendo ropa prestada. "Nos hemos quedado todos con lo puesto", asegura en una entrevista en La Hora de la 1.
"Hemos pasado la noche cada uno donde hemos podido; la mitad en hoteles, la mitad en casas de familiares", afirma Vicente, quien ha regresado al edificio "a ver si nos dejan sacar los coches y en qué estado está todo", aunque no cree que vaya a poder acceder "ya que nos han dicho que hay riesgo de que se desplome".
Este vecino vio el incendio cuando regresaba en la tarde del jueves de hacer deporte: "Había un piso afectado, pero en media hora todo el edificio ardía como una falla".
Amparo, otra vecina de la zona, siguió la evolución del incendio con miedo y preocupación "porque veías que caían cómo bolas de fuego" y temía que pudieran alcanzar a las fincas cercanas. "No se podía ni respirar", señala a RNE.
Horas después del siniestro, Amparo asegura sentirse "muy triste, ves el edificio y piensas en las familias, en la gente que no aparece y te da mucha pena", sobre todo porque con el paso de las horas se van dando cuenta de que los afectados son "gente que conoces, que conoce tu hijo, tu familia".
"Cerré la persiana pensando que iba a colapsar"
Luis San Bartolomé fue testigo del siniestro mientras trabajaba en un estudio de arquitectura situado a unos 100 metros del edificio. "El fuego se propagó a una velocidad tremenda, caían las placas de la fachada incendiada, el viento no ayudaba y tiraba el fuego para dentro", comenta en una entrevista en RNE. La intensidad del incendio fue tal que "lo primero que hice fue cerrar la persiana y alejarme, pensando que aquello pudiera colapsar; luego me di cuenta de que la estructura era de hormigón y que eso es más complicado que suceda".
En su opinión, es "impactante" que tratándose de un edificio nuevo "las medidas de seguridad contra incendios no funcionen".
Lo que sí está funcionando es la solidaridad de los valencianos, como aseguran desde la asociación Valientes, ubicada en las inmediaciones del edificio siniestrado, a cuyo local los valencianos están llevando ropa y otros enseres necesarios para los afectados, como comenta a RNE Amalia, una de las voluntarias. "Tenemos a personas que se han ido a los hoteles sin prácticamente ropa y les hemos dejado elegir todo lo que se quieren llevar, han traído mantas, zapatillas, ropa de bebé, hasta comida para perros", afirma.
"Lo que más falta hace es leche para bebés, pañales para personas mayores y compresas", cuenta Ainoa, quien pide a las personas que quieran mostrar su solidaridad que estén atentas a la cuenta de Instagram @valientesvlc, ya que ahí van actualizando los productos y servicios que necesitan
Apoyo psicológico
Además de ayuda material, los afectados requieren ahora de apoyo psicológico, como ha señalado en Las Mañanas de RNE Paco Santolalla, decano del Colegio Oficial de Psicólogos de Valencia: "La experiencia de personas que han pasado por situaciones traumáticas de este tipo conlleva ensoñaciones, terrores nocturnos y pesadillas", afirma.
En la misma línea, la portavoz de Psicólogos Sin Fronteras Alicante, Teresa Marín, señala en una entrevista a EFE que ahora los afectados tendrán que asumir lo ocurrido, y será entonces cuando habrán de pasar el duelo de haber perdido su casa y todas sus pertenencias. Algo especialmente complicado en sociedades como la nuestra, en la que "se invierte tanto dinero y esfuerzo en la vivienda y te identificas tanto con ella, que perderla es como perder una parte esencial de ti".
Por este motivo, el Ayuntamiento de Valencia ha habilitado un punto de atención psicológica en la zona de la tragedia y otro para trámites de urgencia para los afectados. La alcaldesa, María José Catalá, ha puesto a disposición de los afectados un edificio de nueva construcción de 131 viviendas a estrenar, con luz y agua y en cuyo equipamiento trabajan ya con la colaboración de varias empresas.