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El peligro de las especies en extinción en España: "La pérdida puede aumentar el riesgo de brotes y epidemias"

  • El urogallo cantábrico, la foca monje, la nacra o el avetoro común son algunas de las más vulnerables
  • La mayoría son especies paraguas que actúan como un canal para la conservación de todo el ecosistema

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¿Qué especies continúan estando en peligro de extinción en España en 2024?
Ejemplares de nacra en Alicante. INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN Y TECNOLOGÍA AGROALIMENTARIAS

La acción del ser humano en los ecosistemas ha provocado que numerosas especies hayan desaparecido o se encuentren en riesgo de hacerlo. España presenta una biodiversidad muy rica y colorida, pero puede reducirse por la pérdida que desde hace décadas sufren los ecosistemas de nuestro planeta.

"Esta desaparición en nuestro país se ha precipitado en los últimos años. Nos encontramos a nivel global en la sexta gran extinción que sufre la Tierra, caracterizada por, además de factores naturales, de antropológicos que aceleran este proceso", explica Gonzalo Albarrán, educador e intérprete ambiental en el centro de naturaleza de MuchoBicho. Factores como la sobreexplotación de los recursos naturales, la contaminación, la deforestación, cambios en la gestión de la agricultura o la presencia de especies invasoras y a los que se unen otros como el cambio climático.

España es uno de los países con mayor porcentaje de animales amenazados, según la lista roja de la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (IUCN). De las 80.000 especies diferentes registradas por el Ministerio para la Transición Ecológica, 208 se encuentran en situación de peligro de extinción y otras 137 se consideran vulnerables.

Estas son algunas especies cuya supervivencia continúa estando amenazada este 2024.

Urogallo cantábrico. Está presente en buena parte de los inmensos bosques de la taiga euroasiática, además de en varios enclaves aislados en zonas montañosas de Europa. Se estima que antes del siglo XX la especie ocupaba unos 30.000 kilómetros cuadrados. Hoy está presente en menos de 1.000, lo que supone una reducción del 90%. La pérdida de la masa forestal y la caza descontrolada son algunas de las causas que explican su declive. Según datos de la ONG SEO BirdLife quedan menos de 1.500 ejemplares en España.

Urogallo cantábrico continúa en peligro de extinción

Un urogallo macho, en celo, pasea por un bosque de pino negro en el Pirineo Oriental. ANDONI CANELA

Visón Europeo. Es uno de los mamíferos con mayor riesgo de desaparición dentro del continente europeo. El motivo es la persecución que desde los años 50 sufre esta especie por su pelaje para ser utilizado en la industria de la moda. Entre las principales amenazas a las que se enfrenta este pequeño animal destaca también la invasión del visón americano. Albarrán explica que estas especies pueden "competir con las nativas por los recursos, transmitirles enfermedades o incluso depredarlas".

Visón europeo continúa en peligro de extinción este 2024

Ejemplar de visón europeo. GETTY

Al mismo tiempo, la contaminación está trayendo un declive en el número de presas donde este animal se alimenta y refugia. Se estima que quedan menos de 500 ejemplares, según datos de WWF.

Nacra. Es el molusco endémico más grande del Mediterráneo al borde de la extinción como consecuencia de un parásito (Haplosporidium pinnae) que ataca su sistema digestivo causándole la muerte. A esta delicada situación se han unido los problemas medioambientales a raíz de un exceso de eutrofización (nutrientes) por los vertidos de regadíos en el Mar Menor, una de sus zonas de hábitat. Varios proyectos se han puesto en marcha para su cría en cautividad, pero los resultados continúan sin ser alentadores. En España solo se han avistado 54 ejemplares vivos, según el mapa elaborado por el proyecto Sewatchers.

La nacra, el gran molusco del Mediterráneo, continúa en peligro de extinción en España

Ejemplar de Nacra en el Mar Menor. EUROPA PRESS

Avetoro común. Recientemente, BirdLife la nombró como ave del año, siendo considerada también en "peligro crítico". Su supervivencia está muy ligada a los humedales ,como es el caso de los carrizales inundados. Según el informe 'Humedales Ramsar en España: en alerta' de 2022, el 85% de los de mayor relevancia se encuentran en un estado de conservación preocupante. "Muchos son estacionales y el periodo de inundación ahora mismo cada vez es más corto debido a la escasez de precipitaciones. Además, multitud de ellos aun no han sido catalogados a nivel nacional ni autonómico", detalla el ornitólogo en la Fundación Global Nature David Miguélez Carbajo.

Avetoro común en peligro de extinción en España

Ejemplar de avetoro común. JAMIE HALL-SHUTTE / SEO / BIRD LIFE

Su escaso número y su mimético plumaje pardo que le camufla en los hábitats donde nidifica la convierten en una de las aves más difíciles de observar. Según datos de 2011, la población reproductora es de unos 40 machos territoriales

Águila Imperial Ibérica. Pese a ser una de las aves más emblemáticas de la fauna peninsular también es una de las más vulnerables. Habita en el centro suroeste peninsular y, aunque en menor medida, en pinares del Sistema Central. Durante los años 60 y 70 estuvo cerca de la extinción, con tan solo 30 parejas. Pero los primeros avances en su conservación dieron lugar a un aumento de un 53% de las parejas hasta alcanzar 841 parejas reproductoras en 2022, según el Ministerio para la Transición Ecológica.

Águila imperial ibérica en peligro de extinción

Ejemplar de águila imperial ibérica. GETTY

La pérdida de su hábitat, causada por la agricultura, la urbanización y la construcción de infraestructuras, continúa amenazando su supervivencia. "El seguimiento de dichas especies para controlar su situación es imprescindible para detectar y prevenir muchos de estos problemas", añade la directora de la Fundación CBD-habitat Nuria El Khadir Palomo.

Foca monje. En el pasado, la especie estaba en todas las costas mediterráneas, incluyendo el Mar Negro y en la costa atlántica. Ahora sus poblaciones se encuentran fragmentadas con unos datos alarmantes que apenas llegan a los 600 individuos en todo el mundo. En España eran localmente abundantes en Baleares, el sureste peninsular y Canarias orientales, pero su número fue disminuyendo por la actividad pesquera y la caza hasta acabar extinguiéndose en el siglo XX.

Foca monje en peligro crítico de extinción en España

n grupo de focas monje nadan junto a una de las grutas de la llamada "Costa de las Focas", en el norte de Mauritania. MAARUF ULD UDAA / EFE

Pero no todo son malas noticias, ya que en 2023 se confirmó de nuevo su presencia en el Parque Nacional de Cabrera y natural de Dragonera, en Baleares, tras 70 años de desaparición.

Lince Ibérico. La lucha por la supervivencia de esta emblemática especie peninsular continúa. Este felino de características orejas puntiagudas se distribuye entre Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, pero el deterioro de su hábitat y la reducción de su base alimenticia (el conejo) dejaron una población de tan solo 100 ejemplares en 2002. A partir de ese año se pusieron en marcha varias medidas de conservación y cría en cautividad. En 2022 se contabilizaron hasta 1.668 linces, la mayor cifra desde que comenzó su preservación.

El lince ibérico en España se encuentra en una fase de recuperación

Ejemplar de lince ibérico en Castilla-La Mancha. ANTONIO LIEBANA / GETTY

Los atropellos también se han convertido en una tendencia al alza en los últimos años, por lo que se estableció el primer vallado virtual en España en carreteras que atraviesan las zonas habitadas por esta especie para poder reducirlos.

Especies paraguas fundamentales para los ecosistemas

En la mayoría de los casos, estas son especies paraguas, es decir, requieren de grandes extensiones de tierra para subsistir de manera natural y funcionan como un canal para la conservación de todo el ecosistema. "Si la especie está bien te aseguras de que su entorno también tiene una buena salud", explica el ornitólogo.

En este sentido, Nuria El Khadir también recalca la importancia de estos animales en la purificación del agua y el aire, por lo que su desaparición traería consecuencias negativas para la salud de los humanos. "La pérdida de especies, especialmente aquellas que actúan como reguladoras de plagas o portadoras de enfermedades, puede aumentar el riesgo de brotes y epidemias", añade la directora de la Fundación CBD-habitat.

"Si la especie está bien te aseguras de que su entorno también tiene una buena salud"

A esto se unen los considerados como puntos calientes en España o hotspots, lugares de una gran biodiversidad, pero con una alta presión humana. Es el caso de las zonas costeras, los sistemas montañosos o las áreas agrícolas. "Además, la desertificación de España, junto al cambio climático, hace que las zonas de protección naturales estén más vulnerables, como los problemas hídricos que tenemos ahora en Doñana", añade Albarrán.

Este experto defiende que por este motivo es importante contar con unas leyes sólidas y eficaces que logren buscar el equilibrio entre los sectores tradicionales y la conservación de la naturaleza.

Legislación y educación de la mano

La evolución en la legislación centrada en la conservación y mantenimiento de especies amenazadas ha sufrido muchos vaivenes a lo largo del camino. En España, los primeros pasos hacia la conservación de las especies se dio en el 2007. No obstante, el mayor avance, según apuntan los especialistas, se produjo con la Red Natura 2000, que estableció Zonas Especiales de Conservación (ZEC) alcanzando los 222.000 kilómetros cuadrados (terrestre y marino). Pese a ello, la última evaluación realizada por la Directiva Hábitat (creadora de esta red de áreas de conservación) para el periodo 2013-2018, el 73% de los tipos de hábitat y el 61% de las especies en España presentaron un estado de conservación desfavorable.

La Ley Europea de Restauración de la Naturaleza aprobada en 2023 ahora quiere ir un paso más allá estableciendo unos plazos para la recuperación de hasta el 80% de los hábitats que se encuentren en mal estado, así como establecer un marco obligatorio para todos los países de la UE.

"La normativa ha tenido un impacto positivo en la protección de especies y hábitats. Ha permitido la creación de áreas protegidas, la conservación de áreas de importancia ecológica y ha contribuido a evitar la pérdida de biodiversidad en nuestro país", afirma El Khadir, que también asegura que hay algunos retos de por medio cuando se trata de implementar y cumplir las leyes.

El educador ambiental en el centro MuchoBicho subraya la importancia de la educación como una de las bases fundamentales para el cambio, tanto en la sociedad como en la clase política. "Estamos en una sociedad cada vez más alejada de la naturaleza, que crece en ciudades y en ámbitos urbanos y que apenas sabe sobre su fauna o flora autóctona. ¿Cómo van a proteger lo que no conocen?", se pregunta. "Es necesario que se haga también esa inversión".

Conseguir que una especie deje de estar en peligro de extinción no es tarea fácil. De hecho, los expertos coinciden: los próximos años serán decisivos en la lucha contra uno de los mayores desafíos de la humanidad.