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Los fondos de inversión buscan acumular tierras en el campo para sacar altas rentabilidades

  • Los inversores se aprovechan del envejecimiento del sector para comprar tierras fragmentadas por herencias
  • Los pequeños y medianos agricultores y ganaderos se ven incapaces de competir con estos grandes productores

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¿De quién es el campo?: fondos de inversión buscan acumular fincas para sacar altas rentabilidades

Mientras los agricultores protestan por la escasa rentabilidad de sus explotaciones, los fondos de inversión se ven seducidos por la compra de tierras y negocios agrícolas. Estos grandes inversores ha encontrado en el agro un valor refugio donde depositar su dinero y sacar rentabilidades atractivas.

El director general de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Gabriel Trenzado, explica a TVE que los fondos de inversión "buscan las mejores tierras, en regadío, con unidades de producción eficientes". Entonces, hacen un "programa fuerte de inversión a medio plazo" con un objetivo claro: "Generar unidades más productivas y venderlas por un valor mayor".

El mecanismo de actuación es sencillo, ya que se aprovechan del envejecimiento del sector para comprar tierras fragmentadas por herencias y concentrarlas. Así, y gracias a un gran gasto en maquinaria, buscan implementar economías de escala, es decir, lograr producir mucho y barato para reducir al máximo los costes.

Incapacidad para competir

Esta desigualdad es una de las razones que más desilusión provoca en el sector agrícola. "La frustración que estamos viviendo en las calles viene en parte porque los pequeños y medianos agricultores y ganaderos se ven incapaces de competir con los grandes productores", comenta el director de Cocampo, Regino Coca, que añade: "Tenemos que tener en cuenta que el 41,3% son mayores de 65 años".

"Ni por edad ni por inversión pueden hacerlo", dice Coca, en referencia a la incapacidad de los pequeños agricultores para competir con los grandes fondos de inversión. La explotación media en España apenas supera las 40 hectáreas, casi todo minifundios sin capacidad para comprar la cara maquinaria que reduce costes.

Además, los pequeños agricultores dependen de toda la cadena alimentaria para que sus productos lleguen al consumidor. En cambio, los inversores buscan negocios enteros que abarquen toda la cadena, evitando depender de otro eslabón. "Comprar, por ejemplo, una empresa que controle desde la producción hasta su comercialización final, es decir, negocios ya estructurados", declara a TVE el director técnico de COAG, José Luis Miguel.

Para los expertos, el único "antídoto" para evitar esta tendencia son las grandes cooperativas. Así se uniría al sector, que sería capaz de hacer inversiones conjuntas y de crear estrategias de rentabilidad a largo plazo en las que los agricultores sigan siendo los dueños de la tierra.