El desafío Ábalos: Sánchez afronta su mayor crisis interna desde que recuperó el liderazgo del PSOE
- Sánchez cohesionó con la ayuda de Ábalos al partido tras su victoria sobre Susana Díaz pese a algunas críticas internas
- Ábalos no está sujeto a la disciplina de voto y el que fuera mano derecha de Sánchez es ahora un elemento impredecible
El ‘caso Koldo’ ha estallado al PSOE de Pedro Sánchez desatando un huracán en el partido, que ha expulsado al que fuera su número tres en el pasado y una de las personas de máxima confianza del presidente: José Luis Ábalos. A las críticas y ataques de la oposición que están teniendo los socialistas por un caso de corrupción que les salpica, se suma un elemento impredecible, el desafío inédito de tener a un ex secretario de Organización rebelado que ha decidido ir por libre y que no cesa en sus entrevistas de atacar la decisión de expulsarle de un partido en el que ha militado 43 años y en el que lo ha sido casi todo.
Es la mayor crisis y desafío que afronta Sánchez en su partido desde que regresó a la Secretaría General del Partido Socialista en 2017, tras otra crisis que había abierto al partido en canal por la guerra que mantuvo con Susana Díaz por el liderazgo del PSOE y que se zanjó con las primarias de ese año.
Desde entonces, Ábalos ha tenido un papel fundamental en la cohesión interna del partido y en el ascenso de Sánchez a la Moncloa en 2018 por una moción de censura contra la corrupción del Partido Popular de Mariano Rajoy que se convirtió en su seña de identidad. No se olvidó de recordarlo este martes cuando, desafiando la decisión de la Ejecutiva Federal del PSOE, se negó a renunciar a su acta de diputado y pasó al Grupo Mixto del Congreso. Una decisión que deja al Gobierno de Sánchez con otro diputado menos (encima del PSOE) después de la marcha de los diputados de Podemos tras la ruptura de Sumar.
"Creo firmemente haber contribuido a la conformación de un Gobierno progresista tras la moción de censura, haber servido a nuestro país como ministro y haber ayudado como secretario de Organización del PSOE a cohesionar la militancia", dijo este miércoles en una despedida en la que también hubo reproches por la “falta de compañerismo”: "Me hubiera gustado tener el respaldo de la dirección de mi partido". “Me enfrento solo a todo el poder político”, espetó.
Ábalos carga contra la decisión del PSOE y apunta a Santos Cerdán
Desde entonces, Ábalos está desatado en los medios de comunicación, dando sucesivas entrevistas (ni siquiera ha tenido tiempo para ir a la sesión de control al Ejecutivo este miércoles en el Congreso). En ellas, ha cargado contra el “órdago público” de su partido contra su persona (al darle un ‘ultimátum’ de 24 horas el lunes para que dejara el acta): “No hay precedentes de algo así a un ex secretario de Organización del partido”. A su juicio, no le quedó “otra salida” que pasarse al Grupo Mixto, una decisión por la que el PSOE le abrió un expediente disciplinario y le suspendió de militancia.
Ábalos ha ido más allá y, puesto que su ‘purga’ se ha debido a la “responsabilidad política” a la que aludía el PSOE (por el nombramiento de su exasesor), ha apuntado directamente al actual secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Ábalos ha reconocido que “siempre tienes una responsabilidad” en quien eliges, en referencia a Koldo García (el presunto intermediario de la trama), pero “si te proponen una persona y te dan todas las garantías y también quien te lo propone te da todas las garantías, pues indagas menos”. Se ha referido a que fue Santos Cerdán quien le presentó a Koldo García, a quien Ábalos nombró primero su chófer y, cuando llegó al Ministerio de Transportes, le ascendió a asesor.
Con todo, Ábalos ha querido dejar claro que hay “personas que le quieren” y que le han animado a “resistir” y luchar por su “honor”. Porque renunciar a su acta, dijo, sería “asumir una culpa” que él niega: “No acabaré mi carrera como corrupto cuando soy inocente”. En el PSOE hay voces que no comparten la decisión que ha tomado el PSOE respecto al exministro, como la diputada socialista en Las Cortes Valencianas Mercedes Cabello, según fuentes cercanas a la secretaria provincial del PSPV de Valencia.
Otras voces críticas pero ninguna como Ábalos
Desde 2017, Sánchez no había tenido una crisis en el partido como esta. En parte, porque se había dedicado a purgar de alguna forma el ‘susanismo’ y las voces críticas, con algunas excepciones. Ábalos, que estuvo con Sánchez tras su caída y fue su escudero en las primarias, se convirtió en su mano derecha y contribuyó a que el secretario socialista pudiera tener el partido bien atado. O casi, porque no dejó fuera de juego a algunos pesos pesados de su partido que han sido muy críticos con él.
Sonados han sido sus choques con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, por todo lo relativo a las negociaciones con el independentismo y últimamente de forma especial por la amnistía. También de otros ‘barones’ territoriales en el pasado como Javier Lambán (expresidente de Aragón) o incluso Ximo Puig (expresidente de la Comunidad Valenciana). Y no han pasado desapercibidos los duros reproches de la ‘vieja guardia’ socialista, como el expresidente del Gobierno Felipe González, o el que fuera su número dos, Alfonso Guerra, que llegó a llamar a Sánchez “disidente” del PSOE por la amnistía. Pero éstos últimos no han supuesto un gran quebradero de cabeza para Sánchez, convencido de que representan un PSOE que ya quedó atrás y que no refleja a la mayoría de votantes socialistas actuales.
Con todo, en los últimos años el partido expulsó de militancia a otras voces de esa vieja guardia con menos peso, como Nicolás Redondo Terreros o Joaquín Leguina por sus críticas a Sánchez y al partido y después de que éstos arroparan a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, en un mitin de campaña de las elecciones autonómicas de 2021.
El eslabón incontrolable del que fuera mano derecha de Sánchez
Pero esas pequeñas crisis nunca habían llegado a este nivel. Ábalos fue hasta julio de 2021 la mano derecha de Sánchez. Construyó con él el proyecto actual del partido y tuvo un rol fundamental en su Gobierno, ostentando mucho poder. Fue en parte responsable de la moción de censura que llevó a Sánchez a La Moncloa, que defendió en el Congreso de los Diputados. Y negoció con los socios de Sánchez su investidura en 2019. Como número tres del partido, fue la voz del PSOE hasta 2021.
La relación empezó a truncarse entonces, cuando Sánchez le cesó como ministro de Transportes en 2021 una crisis de gobierno que afectó también a otros tantos ministros. Ahora, el PP acusa al jefe del Ejecutivo de cesarle porque sabía la trama de corrupción que salpicaba a su ministerio, algo que el presidente ha negado. Ábalos dimitió también como secretario de Organización del PSOE y pasó a un segundo plano en el Congreso, recompensado únicamente con la presidencia de la Comisión de Interior, de la que dimitió el lunes tras el ‘ultimátum’ del PSOE.
Ahora, es una voz que va por libre y que el PSOE no puede controlar. No está sujeto a la disciplina del partido y, aunque ha mostrado su disposición de seguir votando a favor de las políticas progresistas del Gobierno, ahora se convierte en un agente externo más con el que el Gobierno tendrá que hablar. En una legislatura en la que cada votación puede depender de un único voto, su papel puede ser determinante y ejercer un punto de presión sobre el partido.
Con todo, Ábalos ha descartado que quiera perjudicar al Gobierno: "Estaríamos hablando de una revancha y aquí no hay nada de eso". "El Gobierno va a contar con mi apoyo, con mi voto", ha zanjado. Con todo, está por ver el posible daño que pueda hacer a la imagen del partido y del propio Sánchez con sus críticas.
Este miércoles, Sánchez se ha enfrentado a su primera sesión de control al Gobierno desde que estallara el 'caso Koldo', y la trama ha copado de lleno el Pleno. Más allá de los reproches mutuos por corrupción, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha instado al jefe del Ejecutivo a "aclarar" a cuál de todas las respuestas que Ábalos "prometió" este martes al pasar al Grupo Mixto en las próximas entrevistas "teme".