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‘American Fiction’: al Oscar riéndose de las películas de los Oscar y la mala conciencia del hombre blanco

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‘American Fiction’: al Oscar riéndose de las películas de los Oscar y la mala conciencia del hombre blanco
'American Fiction', de Cord Jefferson Prime Video

Un profesor universitario de literatura escribe nigger en la pizarra. Una alumna protesta por considerarlo ofensivo. El profesor le recuerda que es una clase de literatura y que si él puede aceptarlo ella también debería. “¿Por qué?”, pregunta ella. El profesor, afroamericano, lanza una mueca cansada. 

American Fiction arranca con un punto provocador sobre las guerras culturales, un terreno fértil en reacciones desproporcionadas de todas las ideologías. La película del debutante –aunque experimentado guionista- Cord Jefferson, sigue a Thelonious "Monk" Ellison (Jeffrey Wright), un novelista maduro que ha conocido tiempos mejores. Su carácter destemplado le hace perder su trabajo en la universidad y su nueva y erudita novela no encuentra editor que la publique.

Al mismo tiempo, advierte que el mercado devora literatura escrita por negros a condición de que escriban sobre la marginación, segregación, pobreza y racismo en general que sufren los propios negros. “Monk” dice no creer “ni en las razas”, pero, como le recuerda su agente, “el problema es que el resto de la gente sí cree”.

Cansado de que sus libros literalmente reposen en las baldas de "literatura afroamericana" pese a que no tratan ningún tema particularmente racial, decide como juego escribir un libro fácil y plagado de estereotipos, impostando una voz de los suburbios que no le pertenece, y pide a su agente que lo presente a las editoriales. Bingo: la novela, que directamente acaba titulándose Fuck, despierta la esperanza de convertirse en el próximo y lucrativo "best-seller negro".

La infrarrepresentación y la mala conciencia

La cinta ha recibido cinco nominaciones en los Oscar: mejor película, mejor actor (Jeffrey Wright), mejor actor de reparto (Sterling K. Brown), mejor guion adaptado (Cord Jefferson) y mejor banda sonora (Laura Karpman).

American Fiction aborda un debate pertinente. No se puede dudar de la infrarrepresentación de minorías en la cultura occidental, pero cuando es el puro capitalismo el que tutela compensar ese déficit surge el problema: ¿es un desagravio real o el mercado está sacando tajada del alivio de la mala conciencia de la clase dominante? Y, sobre todo: si solo se muestra la miseria se infrarrepresenta todavía más a la clase media y alta de esa minoría, apuntalando su estigmatización.

El debate tampoco es nuevo, como demuestra que la película de Jefferson adapta una novela de 2001 (Erasure, de Percival Everett) que atizaba básicamente al mundo editorial. Jefferson ha explicado su conexión con la novela: como periodista, solo le pedían artículos sobre negros asesinados por la policía y, cuando entró en la industria audiovisual, le solicitaban material sobre el "trauma negro".

Sterling K. Brown, en 'American Fiction'.

Sterling K. Brown, en 'American Fiction'.

American Fiction es una película con dos tonos: como crítica del mundo cultural, roza la sátira y, por tanto, tiene un punto más exagerado que la trama familiar de Thelonious "Monk" Ellison, que adopta un registro más realista, tragicómico y humanista. Monk experimenta el dolor por la pérdida, debe asumir el cuidado de su madre con alzhéimer y entender a su hermano que ha vivido sexualmente premiado (Sterling K. Brown).

Ganadora del Premio del Público en Toronto, American Fiction es la gran favorita para el Oscar a mejor guion adaptado, lo que algo tiene de ironía en unos premios que especialmente en los últimos 15 años son escrutados para enmendar, aunque sea simbólicamente, la gran culpa racial de la historia estadounidense.

En realidad, tiene todo el sentido que lo más interesante de American Fiction sea su retrato de una familia tan disfuncional como cualquiera: la auténtica reivindicación es que los personajes negros ordinarios son los realmente orillados en Hollywood.