Los sindicatos docentes de Argentina anuncian una nueva huelga que podría poner peligro el inicio del curso escolar
- Los profesores denuncian recortes a su salario
- La medida de fuerza es la segunda huelga docente en lo que va de año
Los sindicatos docentes de Argentina han anunciado este miércoles una nueva huelga en todo el país para el próximo lunes y que podría extenderse y hacer peligrar el inicio del ciclo escolar en varias provincias.
“De no reflexionar el Gobierno nacional, nos obligan a tomar medidas, que se van a extender a lo largo y ancho del país”, ha anunciado el titular de la Unión Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero.
Romero ha asegurado que, en caso de no tener respuesta por parte del Gobierno de Javier Milei, los maestros extenderán el "plan de lucha" en reclamo de una recomposición salarial "con otras medidas".
La medida de fuerza anunciada este miércoles es la segunda huelga docente en lo que va de este año.
La primera, concretada el lunes último, fue llevada adelante por la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) y afectó a la ciudad de Buenos Aires y a las provincias de Corrientes, San Luis, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Formosa y Mendoza en el inicio del ciclo escolar en esos distritos.
Recortes al salario de los trabajadores
En su política para llegar al 'déficit cero', el Gobierno argentino ha llevado a cabo drásticos recortes del gasto público, eliminando el Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), recursos que eran aplicados por las provincias para fortalecer los salarios de los maestros.
“El Gobierno está tirando la responsabilidad a las provincias, pero ha quitado el aporte del Fonid, que significa entre un 15% y 20% del salario de los trabajadores. No nos han hecho propuestas o mejoras para el sector”, ha indicado Romero.
Según los últimos datos oficiales disponibles, el salario promedio -a nivel nacional- de un maestro de escuela primaria con 10 años de antigüedad es de unos 230.000 pesos (273 dólares).
El Ejecutivo de Javier Milei se encuentra desde hace semanas enfrascado en una pelea con casi todos los gobernadores provinciales por la eliminación de distintos fondos que el Estado nacional debía girar en concepto de tributos federales o transferencias no automáticas para gastos en educación, salud, seguridad, transporte y obras públicas.
Los recortes obedecen al intento de Milei por obtener superávit fiscal este año, a costa de ajustes severos dentro de un país con retracción en la actividad económica, inflación del 254,2% interanual y niveles de pobreza del 57,4%.