Muere Brian Mulroney, ex primer ministro canadiense que firmó el Tratado de Libre Comercio con EE.UU.
- Fue dirigente del país durante nueve años en la década de los 80 y comienzos de los 90
- Dimitió con el índice de popularidad más bajo jamás registrado en el país en plena recesión económica
El ex primer ministro canadiense Brian Mulroney ha muerto este jueves a la edad de 84 años, ha anunciado la familia del hombre que marcó la vida política canadiense en los años 80 (1984-1993) con la firma de un histórico acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, ampliado más tarde a México.
"En nombre de mi madre y nuestra familia, anuncio con gran tristeza el fallecimiento de mi padre, el honorable Brian Mulroney, el decimoctavo primer ministro de Canadá. Murió en paz, rodeado de su familia", ha anunciado la hija del político canadiense, Caroline Mulroney.
"Brian Mulroney nunca dejó de trabajar por los canadienses y siempre trató de hacer de este país un lugar mejor para vivir. Nunca olvidaré los consejos que me dio a lo largo de los años", ha declarado el actual primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en la red social X tras el anuncio. "Fue generoso, incansable e increíblemente apasionado", ha añadido.
Un controvertido dirigente que no se achantó ante EE.UU. y Reino Unido
Mulroney, que nació en la provincia francófona de Quebec, fue elegido líder del Partido Conservador de Canadá en 1983 y un año después se convirtió en el primer ministro canadiense tras ganar las elecciones con el segundo mayor porcentaje de diputados de la historia del país, el 75%. Tras llegar al poder, Mulroney implementó controvertidas reformas económicas y negoció con el entonces presidente estadounidense, Ronald Reagan, un acuerdo de libre comercio que muchos en Canadá temieron diluiría de forma irreversible la soberanía canadiense.
Años después, el acuerdo se convertiría en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con la incorporación de México. La oposición en Ottawa temía que Mulroney hubiera "vendido Canadá a los americanos", pero este acuerdo le valió una reelección aplastante en 1988.
En la política nacional, Mulroney intentó que Quebec aceptase la constitución canadiense de 1982 a cambio de incluir en la Carta Magna que su provincia natal era una "sociedad diferenciada", única entre el resto de los territorios del país. La negativa en 1987 del resto de las provincias canadienses a apoyar las reformas constitucionales propuestas por Mulroney provocaron un resurgimiento del nacionalismo quebequés que culminaría en el referendo soberanista de 1995 en el que los partidarios de la independencia obtuvieron el 49,4% de los votos.
Además, Mulroney se hizo oír en la escena internacional y lideró la carga contra el régimen del apartheid en Sudáfrica, irritando de paso a su homóloga británica Margaret Thatcher y también a Reagan.
La recesión le obligó a dimitir
Su segundo mandato estuvo marcado por una recesión y el déficit presupuestario del gobierno se disparó. Cinco años después, en 1993, se vio obligado a dimitir y se retiró con el índice de popularidad más bajo jamás registrado.
Dos años después de su marcha, Mulroney se vio envuelto en un asunto de soborno pagado por el empresario germano-canadiense Karlheinz Schreiber para promover la compra de Airbus por Air Canada.
El asunto se prolongó hasta 2010, cuando una comisión de investigación le acusó de haber recibido 225.000 dólares de Schreiber. Brian Mulroney reconoció que había cometido un error al aceptar ese dinero en efectivo, pero mantuvo que era por otros servicios prestados al Sr. Schreiber.