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El Ejército israelí reconoce que disparó contra "varios sospechosos" el día de la masacre del convoy de ayuda

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Los palestinos rodean camiones de ayuda en el norte de Gaza
Los palestinos rodean camiones de ayuda en el norte de Gaza Fuerzas Armadas de Israel

Las Fuerzas Armadas israelíes han difundido este viernes las conclusiones de su investigación preliminar sobre la masacre de civiles durante un reparto de comida en el norte de Gaza el 29 de febrero, un hecho que medios árabes han llamado 'la masacre de la harina', y en el que murieron al menos 112 personas. 

El Ejército israelí asegura que sus tropas "no dispararon contra el convoy humanitario (...) Pero sí contra varios sospechosos que se acercaron a las fuerzas cercanas y representaron una amenaza para ellas". 

El Ejército israelí sostuvo en su día distintas versiones pero adujo que la mayor parte de las víctimas habían muerto pisoteadas en la estampida que se produjo o atropelladas por los propios camiones que transportaban la ayuda.

Un equipo de la ONU que visitó posteriormente el hospital de Al Shifa vio un gran número de personas heridas de bala. Estados Unidos, así como países europeos y la propia ONU, han pedido una investigación internacional e independiente sobre lo sucedido.

Disparos contra "sospechosos" para "eliminar la amenaza"

Según la investigación militar, "la revisión del comando revela que mientras los camiones viajaban hacia los centros de distribución, una multitud de unos 12.000 habitantes de Gaza se reunieron a su alrededor y los saquearon". "Se produjeron incidentes con daños importantes a civiles debido a la estampida y atropellos de personas por parte de los camiones", asegura el texto, según lo recoge Efe.

Durante la aglomeración, decenas de habitantes "avanzaron hacia las tropas cercanas y llegaron a escasos metros de ellas, representando una amenaza real", a lo que las fuerzas respondieron con "fuego de precaución para distanciar a los sospechosos".

"Mientras los sospechosos continuaban avanzando hacia ellos, las tropas dispararon precisamente contra varios de ellos para eliminar la amenaza", agrega el comunicado.

El Ejército mantiene que nunca disparó contra el propio convoy y que se produjeron dos incidentes separados: la estampida donde murieron la mayoría de las víctimas, y el tiroteo, que según su versión no se produjo donde estaba el convoy de ayuda y que describen como "fuego de precisión" contra algunas decenas de personas.

Los hechos seguirán siendo estudiados por el Mecanismo de Evaluación e Investigación de Hechos (FFAM), un organismo de investigación independiente responsable de analizar incidentes excepcionales que ocurren durante los combates, y que elaborará sus propias conclusiones.

La ONU constató un "alto número" de heridos de bala

Los datos recogidos por la ONU sobre el terreno contradicen la versión israelí de que solo se disparó contra "varios sospechosos". Una delegación de la ONU visitó el hospital Al Shifa, en la ciudad de Gaza, donde fueron atendidas casi todas las víctimas de la masacre. Allí constaron que un "alto número" de los atendidos presentaban heridas por bala o metralla.

Testigos de lo ocurrido relataron además que las tropas israelíes habían disparado con tanques y artillería.

El gobierno de la Franja, controlado por Hamás, acusó a Israel de cometer una "masacre deliberada y premeditada".

La masacre provocó la condena prácticamente unánime de la comunidad internacional, y peticiones de una investigación internacional e independiente, también por parte de EE.UU.

Lo ocurrido puso de relieve la situación de desesperación de los habitantes de la Franja. La ONU ha advertido de que el hambre ha comenzado a hacer mella en la población de Gaza después de cinco meses de guerra, y que la situación de malnutrición es especialmente grave en el norte del enclave. Israel obstaculiza la entrada de ayuda en la Franja, que según las organizaciones internacionales es insuficiente y no cubre las necesidades mínimas de alimentación, agua, higiene y sanitarias.

Al menos 30.878 palestinos han muerto por los ataques israelíes desde el 7 de octubre y 72.402 han resultado heridos, según el Ministerio de Sanidad de la Franja. Ese día, un ataque de las milicias de Hamás acabó con la vida de 1.200 personas en territorio israelí y 240 fueron secuestradas, de las que más de un centenar han sido liberadas.