Enlaces accesibilidad

Sanitarios, bomberos y policías, los otros protagonistas del 11M: "La ciudad estuvo a la altura, todos querían ayudar"

  • Profesionales sanitarios, bomberos y policías trabajaron codo a codo el 11M para ayudar a las víctimas
  • Muchos se presentaron voluntarios en los escenarios de los atentados para echar una mano

Por
11M: Servicios de emergencias y coches de policía en la estación de Atocha
Imagen de archivo de los servicios de emergencias y coches de policía en la estación de Atocha el 11M. EFE/José Huesca

Junto a las víctimas del 11M, a quienes las bombas de los peores atentados que ha sufrido nunca Madrid les cambió la vida hace 20 años, profesionales de los servicios de emergencia y de seguridad y muchísimos voluntarios fueron los otros protagonistas inesperados de aquel fatídico día. 

"La ciudad estuvo a la altura. Me quedo con el buen trabajo de todo el mundo. Todos querían ayudar. Las colas para donar sangre eran inmensas...", rememora 20 años después en una conversación telefónica con RTVE.es Javier Quiroga, enfermero jubilado y responsable del departamento de comunicaciones del SAMUR-Protección Civil cuando el 11M.

Ese día Quiroga iba de camino a su puesto de trabajo cuando le avisaron de una explosión en Atocha. Al llegar a la sede del SAMUR en Legazpi, descubre que no es un atentado, sino que son cuatro los que han sacudido a la capital. "Es entonces cuando nos damos cuenta de que es la peor catástrofe que ha habido en Madrid por lo menos desde la Guerra Civil", subraya el enfermero jubilado.

No obstante, el que los atentados se produjeran a primera hora de la mañana, "benefició", como afirma Quiroga, a los servicios de emergencia, ya que hubo mucho personal preparado para atender a las víctimas, pues entre las 8:00 y las 9:00 horas, se solía producir el cambio de turno, y los del turno saliente, se quedaron para atender a los supervivientes.

Nos dimos cuenta de que era la peor catástrofe que ha habido en Madrid por lo menos desde la Guerra Civil

Además, el SAMUR tuvo que ejecutar una nueva responsabilidad ese 11 de marzo: la organización y coordinación de la atención a los familiares y amigos de las víctimas. El pabellón 6 del IFEMA se estableció como centro forense para la realización de las autopsias y las identificaciones de los cadáveres. "Fue muy duro, porque teníamos que atender a las familias y en otras catástrofes, no solemos tener contacto con ellas", admite Quiroga.

Cambiar de puesto para atender a las víctimas

Han pasado 20 años de la masacre, pero el recuerdo sigue muy vívido en todos los que estuvieron en los escenarios de los atentados. "Fue un siniestro de los que dejan huella", admite por teléfono a RTVE.es Luis Bárcenas, jefe de guardia de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid.

Aquel día, muchos trabajadores de los servicios de emergencia y de seguridad de la ciudad se presentaron por propia iniciativa en los escenarios de la pesadilla para ayudar en cuanto se enteraron de la masacre.

"Yo trabajaba en la unidad de Tráfico y me dirigía en moto a mi puesto en una intersección de Castellana. Entonces por la emisora un compañero dice que vaya gente a El Pozo, que lo que ha ocurrido allí es desolador. No sabía entonces que era un atentado, pero al oír lo que ocurría, mi compañero en Tráfico y yo no dudamos en ir corriendo a El Pozo", relata también a RTVE.es Carlos Mera, policía municipal de Madrid.

Admite que lo que vio no lo olvidará "nunca". "Al llegar vi el tren abierto, como si fuera una lata a la que le han puesto un petardo. Pensé que había sido una simple explosión, pero no un atentado", recuerda.

Nada más entrar en la estación de El Pozo, Mera, junto a su compañero de Tráfico, se pusieron a ayudar a la gente afectada. "Arrancábamos bancos para usarlos como camillas y llevar a la gente a autobuses, taxis, coches particulares..., todos preparados, para hacer traslados a centros sanitarios", indica. Y es que el 11M, todo el que pudo arrimó el hombro para ayudar.

Los voluntarios que echaron una mano

Entre tanto, muchos profesionales que no tenían que trabajar ese día acudieron a los lugares de los atentados para echar una mano. "Ese día no trabajaba, pero cuando nos avisaron del servicio que había habido un atentado, me presenté en la base de Legazpi y me remitieron a la calle Téllez", explica a RTVE.es Ramón de Elías, médico jefe de guardia del SAMUR el 11M.

A su llegada, una hora después del atentado, la atención de las víctimas de la calle Téllez se estaba ya realizando en el polideportivo próximo, donde se había instalado un hospital de campaña, en el que "había muchas personas tiradas en el suelo".

El tiempo de gestión fue "muy rápido", y a pesar de que había cuatro focos, en unas dos horas, ya estaban todos los pacientes críticos y heridos en los hospitales. Gracias a esa rapidez, "hay gente que sobrevivió", asegura Elías.

"Lo que más recuerdo de ese día era que había muchos móviles sonando continuamente", relata con tristeza Elías, que tras la calle Téllez acudió a El Pozo, donde el escenario era aún más angustioso.

Lo que más recuerdo de ese día era que había muchos móviles sonando continuamente

Luis Barcenilla fue otro de los profesionales que estaba librando el 11M, pero que en cuanto se enteró de los atentados, se fue con su propio coche y se presentó en la estación de Atocha una hora y media después de los atentados para ayudar en lo que hiciera falta.

"Teníamos un exceso de voluntarios y tuvimos que mandar a gente a casa porque no hacía falta tantos efectivos", reconoce Barcenilla, que recuerda que su trabajo aquel día consistió principalmente en "sanear" la estación de Atocha, porque llegó cuando ya todos los heridos habían sido sacados de los trenes y trasladados a los hospitales.

"Entramos para sanear cristales, tirar abajo todos los elementos que pudieran suponer un peligro, como elementos que colgaban... La situación era dantesca, con la estación vacía, con manchas de los atentados, con los trenes destrozados y un olor que no era normal", cuenta.

Un "antes y un después" del 11M

El 11M marcó "un antes y un después" en los servicios de emergencia. Quiroga y Elías aseguran que se cambiaron los protocolos de actuación a raíz de los atentados. 

"Estamos muy entrenados para situaciones de emergencia, pero nunca hubiéramos imaginado una situación así. Supuso un antes y un después. Antes podíamos poner dos hospitales de campaña en el lugar de una catástrofe y ahora somos capaces de instalar hasta siete u ocho en el mismo lugar", aseguran ambos sanitarios del SAMUR.

También Mera afirma que en el cuerpo de Policía Municipal se produjeron cambios, como la creación de un gabinete psicológico para atender a víctimas de catástrofes, pero también a agentes. 

Nadie está preparado para lo que se vivió aquel día

El 11M les marcó a todos ellos y muchos de los profesionales que trabajaron aquel día necesitaron después ayuda psicológica. "Nadie está preparado para lo que se vivió aquel día, ni se habría imaginado que algo así podría pasar en Madrid", concluye Mera.