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El presidente palestino Abás nombra primer ministro a Muhamad Mustafa y le encarga formar gobierno

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El presidente palestino Mahmud Abbas (izq.) posa con el recién nombrado primer ministro palestino Mohammad Mustafa,en Ramallah
El presidente palestino Mahmud Abbas (izq.) posa con el recién nombrado primer ministro palestino Mohammad Mustafa,en Ramallah AFP

El presidente palestino, Mahmud Abás, ha nombrado este jueves al economista Muhamad Mustafa como primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Le ha encargado formar un nuevo gobierno tras la renuncia del anterior hace dos semanas. "El presidente del Estado de Palestina, Mahmud Abás, ha nombrado este jueves por la tarde al Dr Muhamad Mustafa para formar el decimonoveno gobierno, dentro del plazo previsto por la ley", ha informado la agencia oficial palestina Wafa.

Mustafa reemplaza al ex primer ministro Mohammed Shttayah, que dimitió el pasado 26 de febrero en medio del debate sobre el futuro de la Franja de Gaza tras la guerra. "Puse la renuncia del gobierno a disposición del presidente Mahmud Abás el pasado martes, 20 de febrero, y hoy [por el lunes] la presento por escrito", informó el primer ministro al inicio de una reunión con todo el gabinete de gobierno de la ANP en Ramalah, en la Cisjordania ocupada. Una decisión que se produjo "a la luz de los acontecimientos políticos, de seguridad y económicos relacionados con la agresión contra nuestro pueblo en Gaza, y la escalada sin precedentes en Cisjordania, incluida la ciudad de Jerusalén este".

Mustafa es doctor en Economía por la Universidad estadounidense de George Washington, trabajó durante 15 años en el Banco Mundial, se desempeñó también como asesor económico del Gobierno de Kuwait y del fondo de inversión pública de Arabia Saudí. Es un perfil tecnócrata del agrado de EE. UU., pero que para muchos palestinos constituye un simple lavado de cara que perpetúa el status quo. Desde 2005 es el presidente del Fondo de Inversión de Palestina (PIF) y en el pasado trabajó como asesor económico de Abás.

Su nombramiento pretende ser un gesto de reformar y revitalizar la ANP, ante la intención de EE. UU., la UE y gran parte de la comunidad internacional de que sea esa entidad la que asuma el control civil y administrativo de la Franja de Gaza cuando termine la guerra, algo que Israel rechaza. Mustafa tiene el encargo de formar un nuevo gobierno, aunque seguirá bajo el mando de Abás, de 88 años, con problemas de salud, acusado de autoritario y corrupto, y que no se somete a las urnas desde 2005, con su popularidad desplomándose en cada encuesta. 

Liderar la ayuda y la reconstrucción de la Franja de Gaza

Este nuevo nombramiento se produce después de una creciente presión para reformar el órgano de gobierno de los territorios palestinos ocupados y mejorar su gobernanza en la ocupada Cisjordania, donde tienen su sede. El nuevo primer ministro ha sido asignado para liderar la ayuda y la reconstrucción de la Franja de Gaza y reformar las instituciones de la Autoridad Palestina, añade la agencia WAFA.

La Autoridad Palestina, dominada por el partido político Fatah, ha mantenido el control administrativo sobre Gaza hasta 2007, después de que Hamas ganara las elecciones legislativas de 2006 en los territorios ocupados y lo expulsara de la franja. Desde entonces, Hamás ha gobernado Gaza y la Autoridad Palestina gobierna partes de la Cisjordania ocupada por Israel.

El nombramiento de Mustafa no supone un cambio real, asegura el analista palestino y director del Centro de Ayuda Legal de Jerusalén, Issam Arouri, a la agencia EFE. "Se produce en exclusiva como respuesta a las demandas internacionales, sobre todo norteamericanas, de formar un nuevo gabinete de tecnócratas sin afiliación directa con el partido de Fatah de Abás", añade Arouri.

No responde a la voluntad de lo que los palestinos quieren

La idea es que este grupo "remodelado y revitalizado", como ha sugerido el consejero de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, en una visita a Tel Aviv a mediados de diciembre, pueda volver a gobernar en Gaza una vez concluya la actual devastadora guerra y el gobierno de facto de Hamás en teoría no exista. Pero según Arouri, el nombramiento de Mustafa no responde a la voluntad de lo que la mayoría de los palestinos quiere, sino más bien a los deseos de EEUU, que busca reformar una ANP desprestigiada e impopular para que pueda asumir el control de la Franja de Gaza cuando termine el actual conflicto.

"El tipo de cambio que necesitamos y que queremos es una representación más inclusiva de las facciones palestinas (en el gobierno) con la misión de preparar el terreno para (la celebración de) elecciones generales vía un proceso democrático", ha explicado a EFE Arouri. Tampoco se sabe si alguno, o cuáles, de los poderes que ostenta el presidente palestino Abás -al que un 88 % de los palestinos pide que dimita, según una encuesta reciente del Centro Palestino de Investigación de Encuestas y Políticas, por atrincherarse un partido paralizado y corrupto-, serán transferidos al primer ministro.

La analista política Nour Odeh, investigadora, periodista y primera portavoz mujer del gobierno palestino en 2012, considera también que el nombramiento de Mustafa no va a revitalizar la ANP, que más que un cambio se trata de un "reciclaje" de nombres.

"Gran parte de por qué tenemos una parálisis (política) total se debe a no haber tenido elecciones," explica Odeh, que concuerda en que un nuevo gobierno solo tendrá legitimidad cuando surja "del diálogo palestino", que dice ahora mismo es inexistente, y cuente con "la aceptación de todas las facciones palestinas" capaces de abordar las necesidades "abrumadoras" de Gaza.

"No querían ver a los palestinos ir a las urnas por miedo"

Mustafa también forma parte del Comité Ejecutivo de la Organización para Liberación de Palestina (OLP), después de que Hanan Ashrawi, legendaria negociadora palestina y una de principales voces críticas con el liderazgo de Abás, renunciase a su cargo en 2022. 

"Es algo muy hipócrita e irónico por parte de EE.UU. y otros aliados occidentales, que no querían ver a los palestinos ir a las urnas por miedo a cómo votarían y qué tipo de camino seguirían", recuerda Odeh, en relación con las elecciones convocadas y luego suspendidas por Abás en 2021 "con el beneplácito de Occidente".

"A la hora de la verdad casi eclipsa lo que el pueblo palestino quiere. Y lo que los palestinos demandan es un cambio real y genuino", sopesa Odeh. Y ahora "se sienten casi intimidados porque no quieren ser asociados con esta agenda exterior orquestada por Washington".

Una agenda, dice, que supone "una tragedia añadida a la situación general" e impide que Mustafa se convierta en la punta de lanza de un cambio democrático real por y para los palestinos.