Putin, el enigma que la guerra de Ucrania resolvió

• Revisamos la figura del presidente ruso a través de varios libros sobre su política e ideología
• Sigue en directo la actualidad de la guerra en Ucrania y las elecciones en Rusia

Una mujer pasa frente a un edificio en el que se proyecta la imagen de Putin. Moscú, 29 de febrero de 2024. Foto: Olga MALTSEVA / AFP Olga MALTSEVA / AFP

Vladímir Putin ha sido elegido para un quinto mandato como presidente de Rusia en unas elecciones sin oposición, cortadas a su medida. Tanto la Unión Europea como Estados Unidos consideran que las elecciones han sido "ilegítimas", "ni libres ni justas" y que Putin es de hecho un dictador en todo menos en el nombre.

El presidente ruso es un personaje complejo, con una carrera que le llevó desde su puesto de espía del KGB en Alemania Oriental a un puesto subalterno en el ayuntamiento de su ciudad, San Petersburgo, y de allí al Kremlin en 2000. Centenares de libros y artículos han intentado abordar esa complejidad, más aún desde el comienzo de la invasión de Ucrania. Hemos partido de algunos de estos ensayos para, con la ayuda de sus autores, elaborar un perfil del hombre que gobernará Rusia más tiempo de lo que hizo Stalin.

Mark Galeotti: "Putin es cada vez más una caricatura de sí mismo"

Tenemos que hablar de Putin: Por qué Occidente se equivoca con el presidente ruso (Capitán Swing, 2022). Las guerras de Putin: De Chechenia a Ucrania (Desperta Ferro, 2022).

Mark Galeotti está considerado uno de los mayores expertos mundiales en la política rusa. Sus dos libros más recientes están escritos a caballo de la situación anterior y posterior al inicio de la invasión.

El analista británico es uno de los autores que ha explorado la psicología y la ideología del personaje desde antes de llegar al poder, cuando era un desconocido incluso para los miembros de la élite rusa que dirigió, junto con Boris Yeltsin, la Rusia posterior al desmantelamiento de la URSS.

Antes de la guerra, el analista británico le describía como un "oportunista", no un estratega, que practica el judo y no el ajedrez, y un pragmático. Pero tras el comienzo de la invasión, según escribe Galeotti en un capítulo añadido en la segunda edición, "estamos ante un Putin distinto", un hombre "temerario y con prisa", para el que "el ejercicio del poder se ha convertido en un ejercicio en sí mismo". 

"Es todavía el mismo Putin, pero con el tiempo, como cualquier líder autoritario, se ha convertido más y más en una caricatura de sí mismo", matiza Galeotti en una entrevista con RTVE.es.

El analista británico describe hoy al presidente ruso como un político "arrinconado", cuyo futuro político, pero también personal, depende del Ejército y del resultado de la guerra. Y recuerda que quienes le sacaron del anonimato como relevo de Yeltsin en el año 2000 pensaron que sería un hombre al que podían manipular. "Se equivocaron", concluye.

Pilar Bonet: "Putin es rehén de la nostalgia del imperio"

Náufragos del imperio: Apuntes fronterizos (Galaxia Gutemberg, 2023).

"Putin es rehén de ideas mesiánicas, de mitos históricos y de la nostalgia del imperio, lleva la impronta de la Unión Soviética y tiene un vitriólico sentido del humor". Esta es una de las maneras en que Bonet, corresponsal de El País en el este de Europa durante más de 30 años, describe a Putin.

En otra parte de este libro, armado con sus experiencias en Ucrania y Rusia, la periodista asegura que "el temor obsesivo de Putin y sus allegados es clave para entender el desarrollo de los mecanismos represivos en Rusia".

En una nota escrita en abril de 2014, tras la anexión de Crimea, Bonet consideraba que Putin había "perdido el sentido de la realidad y en su mundo de fantasía juega con los mapas, la historia y el espacio". "Veremos si la alucinación colectiva que ha provocado en este entorno desorientado se encauza pacíficamente o si desemboca en la guerra", añadía.

"Ese párrafo aún es válido", aseguraba recientemente Bonet en una entrevista con nuestro compañero de RNE Aitor Sánchez. "Putin no ve a Ucrania como un país independiente, como sujeto, sino como parte de vista. Desde su punto de vista, Ucrania no existe".

Bonet menciona las encuestas del Centro Levada, un instituto ruso de estudios sociológicos y demoscópicos, que indican que un 85 % de los rusos aprueban su actuación al frente del país. "Hacer encuestas en un país con un régimen represivo y en tiempo de guerra tiene sus problemas. Pero sí, es popular, y hay que aceptar que la mayoría de la población apoya su política". 

"Desde su perspectiva, les ha devuelto el orgullo de ser rusos, la dignidad... todos esos conceptos en los que la propaganda del régimen trabaja para afianzar una plataforma militarista. Putin hace pensar a los rusos que su país es la gran potencia que fue la URSS. Esto se introduce cada día, hasta el punto de que todo el mundo se ha llegado a creer esta construcción, o es lo que el régimen pretende", añade la periodista.

Anna Bosch: "Estos 24 años han descifrado el enigma"

El año que llegó Putin: La Rusia que acogió y catapultó a un desconocido (Catarata, 2023)

La también periodista Anna Bosch hace recuento de sus experiencias personales como enviada especial y corresponsal de TVE en Moscú entre 1998 y 2000, precisamente en que Putin llegó al poder. La periodista dedicó ese año un reportaje en Informe Semanal a aquel desconocido, titulado "El enigma Putin".

"Son estos 24 años de hechos los que han descifrado el enigma.- asegura Bosch a RTVE.es - Según algunos estudiosos del presidente ruso, hay dos Putin: uno breve más abierto a Occidente en los primeros años, volcado en una permanente campaña de imagen para consolidarse como el líder joven, vital, aguerrido que necesitaba Rusia; y el actual, un líder autoritario que desconfía de todo el mundo, y convencido de que está en guerra con Occidente, que para él son los EE.UU. y sus aliados, a quienes nos considera meros vasallos".

"Lo común en todos estos años - continúa - es la voluntad de fomentar el nacionalismo y la mentalidad imperial rusa, desde crear unas juventudes nacionalistas al extremo de rehabilitar la figura de Stalin, y de cimentar su liderazgo sin oposición significante. Un líder que exige adhesión inquebrantable en casa y un trato especial para Rusia en la escena internacional".

Bosch rememora también en su libro el miedo físico que sintió en sus dos encuentros fugaces con el mandatario durante sus coberturas en el Kremlin. "Los medios de comunicación fueron las primeras víctimas de la presidencia de Putin - explica la periodista - Uno a uno fue apartando a los propietarios de los medios críticos y convirtiéndolos en afines. Luego vinieron leyes que impidieron el funcionamiento, incluso la mera existencia de otros, hasta el punto de que en este momento no hay ningún medio importante de comunicación (el principal sigue siendo la televisión) que ofrezca una versión diferente a la del Kremlin".

Putin utiliza sus altavoces para echar en cara a Occidente su hipocresía y sus errores. "Con esos argumentos sintoniza, de nuevo, con la mayoría de rusos y el sentimiento compartido de ser menospreciados por un Occidente que aplica un doble rasero".

Xavier Colás: el "zar posmoderno" y paranoico

Putinistán. Un país alucinante en manos de un presidente alucinado (La Esfera de los libros, 2024)

El libro de Colás, corresponsal del diario El Mundo en Moscú desde 2012, es la última novedad, por el momento, en la lista de ensayos sobre el mandatario y su país. El periodista califica a Putin de "zar posmoderno" y describe su "completa paranoia", sobre todo con las amenazas a su vida (incluso tiene un catador de comida).

"Es un régimen moldeado por su personalidad, y a la vez su personalidad se ha visto moldeada" por los avatares políticos, aseguraba Colás en una entrevista para el podcast Diario de Ucrania de RNE con Sara Blanco. "Por eso es tan difícil pronosticar cómo será el país cuando ya no esté", añadía.

Cronología de Vladímir Putin

Vladímir Vladimirovich Putin vino al mundo el 7 de octubre de 1952 en Leningrado, en la Unión Soviética. Hoy la URSS ya no existe y la ciudad ha recuperado el nombre que le pusieron los zares: San Petersburgo. Su padre fue cocinero personal de Lenin y Stalin, y un hermano había muerto durante el sitio de Leningrado durante la Segunda Guerra Mundial (la Gran Guerra Patria para los rusos).

En 1975, entró en el KGB, y sirvió en la República Democrática Alemana entre 1985 y 1990. Allí presenció la caída del Muro, que arrastraría a todo el bloque soviético. En la década de los noventa fue teniente de alcalde de San Petersburgo y luego ocupó cargos en el entorno del entonces presidente, Boris Yeltsin: entre 1998 y 1999 fue jefe del Servicio Federal de Seguridad (FSB, sucesor del KGB) y en 1999 primer ministro. 

En 2000 fue elegido presidente y ha tenido cuatro mandatos, más uno de nuevo como primer ministro (2008-2012). El quinto le llevará a 2030 y aún podría optar a un sexto, hasta 2036.