Skid Row, donde duerme el sueño americano
- En pleno centro de Los Ángeles se amontonan miles de personas sin hogar
- El alto coste de la vida y la falta de medidas acentúan el problema de aquellos que viven en la calle
Los Ángeles es la tierra de Beverly Hills, del glamour y las tendencias. La tierra en la que se celebra la ceremonia de los Oscar, pero también la de Skid Row, un barrio en el centro de la ciudad donde se amontonan tiendas de campaña y seres humanos. Es el hogar de las personas sin hogar: se calcula que aquí viven unas 11.000 personas que no tienen techo.
"Vine y con esta pandemia perdí mi trabajo", cuenta Perla a RNE. Ella es de México, llegó a Los Ángeles hace siete años y trabajaba empaquetando verduras. Explica que ahora solo consigue empleos temporales y desde hace varios años vive en Skid Row, donde comparte una tienda de campaña con otras seis mujeres.
“Todo es muy caro, tienes que tener dos trabajos si eres tú sola y cada vez sube más”, nos cuenta.
Tayrus tiene 40 años, es de Ohio y vino a los Ángeles a montar su propia empresa. No funcionó. "Vivo en la calle, como todos aquí, no tengo un lugar concreto, duermo aquí y allá", explica mientras empuja dos maletas y una bolsa de plástico.
Muchos de los que viven en Skid Row tienen problemas de salud mental. Como José, quien, sentado junto a otros en la calle, nos cuenta que intentó suicidarse "como unas cuatro veces ya". Tiene cinco hijos y 11 nietos, pero explica que su familia le ha dado por imposible. “Y prefiero estar aquí que solo”, nos cuenta sentado junto a otras tres personas.
Sueños rotos
Emprendedores, artistas, inmigrantes... Muchos vienen a Los Ángeles buscando cumplir su sueño. Algunos no lo consiguen y acaban en Skid Row, un lugar donde huele a suciedad, las ratas se pasean a plena luz del día y donde se mueven drogas.
"En muchos casos, la adicción se mete después, como medicina para soportar el daño que uno pasa en las calles", explica Andrew Linares. Él fue en su día habitante de las calles de Skid Row, ahora vive en un apartamento y es coordinador de voluntarios de la organización Midnight Mission que da comida, ayuda sanitaria o asesoramiento laboral a los "sin techo".
Según los datos del Departamento de Vivienda de Estados Unidos, en 2022 Los Ángeles fue, superando a Nueva York, la ciudad con más personas sin hogar del país: más de 65.000 vivían en la calle.
Faltan casas a un precio asequible, diferentes zonas de la ciudad se van gentrificando, dejando cada vez menos espacios para sus ciudadanos más humildes. A eso hay que sumar que son muchos los que vienen desde otros lugares buscando su oportunidad y que es difícil recibir tratamiento adecuado para los problemas de salud mental.
“Mucha gente no llega y sale para abajo”, explica Linares.
Medidas insuficientes
La alcaldesa de la ciudad, Karen Bass, llegó al puesto hace poco más de un año. En su primer día decretó el estado de emergencia. Su promesa fue acabar con el problema de los vagabundos. Desde su departamento aseguran que en apenas 12 meses han dado alojamiento temporal a cerca de 22.000 personas que vivían en las calles de toda la ciudad.
Andrew Linares considera que la situación no ha mejorado, “al contrario, ha empeorado”. Explica que muchos de los alojados temporalmente acaban volviendo a las calles.
El problema, en su opinión, es el enfoque. Las autoridades dan cobijo temporal a las personas sin hogar, pero no les enseñan a vivir dentro, no les ayudan a readaptarse a la vida en sociedad.
“Yo estuve en la calle meses y me costó volver a adaptarme, imagínate cómo de frustrante debe ser para alguien que ha vivido en la calle durante 30 años”, dice Linares.
Perla, Tayrus y José nos cuentan que no quieren vivir en Skid Row, que les gustaría tener una casa y un trabajo estable, pero por ahora seguirán soñando desde su tienda de campaña.