Kate Middleton, la popular princesa que ha encandilado a los británicos huyendo de la polémica
- Hija de un piloto y de una azafata, proviene de una familia acomodada pero no aristocrática
- Conoció a Guillermo en la universidad y ambos son los miembros más respetados de la familia real
En el vídeo en el que Kate Middleton ha anunciado que padece cáncer, lo ha descrito como un shock para ella. Pero lo es también para todo Reino Unido, ya que la princesa de Gales es uno de los miembros más queridos de la familia real británica. De familia acomodada pero no aristocrática, Middleton (1982) ha sido alabada por su natural facilidad a la hora de integrarse en la vida de los royals, algo no siempre fácil, como se ha visto en la turbulenta historia reciente de los Windsor.
Es hija de un piloto y una azafata de British Airways, aunque sus padres dejaron sus profesiones para montar un negocio de venta de artículos de fiesta que vendieron el año pasado tras caer en la quiebra. La joven estudió en el colegio de élite Marlborough College, en el suroeste de Inglaterra, y cursó la carrera de Historia del Arte en la Universidad St. Andrews, en Escocia.
Fue allí donde conoció, en 2001, al príncipe Guillermo. Ambos tenían amigos en común y compartieron piso junto a otros compañeros. Su relación se hizo pública en 2004 cuando ella acompañó al heredero a la Corona a un viaje de esquí en Suiza, al que también acudieron el ahora rey Carlos III y el hermano de Guillermo, Harry.
La gran expectación generada hizo que a partir de febrero de 2006 ella contase con seguridad propia. Tanta era la presión mediática que en 2007 protestaron por acoso ante la Comisión de Quejas de la Prensa (PCC), temerosos del efecto en su relación y en sus vidas, tras la trágica muerte de la princesa Diana perseguida por fotógrafos en París en 1997. Ese mismo año la prensa se hizo eco de la separación de la pareja, pero fue algo temporal y volvieron al cabo de unos meses.
Su compromiso no llegó hasta 2010, una espera que motivó que en algunos medios se popularizara el mote de Waitie Katie, (Katie la que espera). No fue el único apodo que ha recibido la princesa: los amigos de Guillermo la llamaban también Kate Middle Class (un juego de palabras entre su apellido y la clase media), bromeando sobre el hecho de que su madre fuera azafata. Kate, sin embargo, nunca dejó que le afectaran estas burlas, según explicaba la corresponsal de la Casa Real y autora del libro The New Royals, Katie Nicholl, en el podcast DYNASTY.
La boda que renovó la conexión del pueblo con la monarquía
Tras un año llevando el anillo de compromiso con un zafiro azul de la madre de Guillermo, la princesa Diana, llegó el día de la boda en 2011. Con un vestido de Sarah Burton, diseñadora del recién fallecido Alexander McQueen, Kate vivió el fervor que el pueblo británico sentía por ella y por su marido Duque de Cambridge, emulando la boda entre Lady Di y Carlos 30 años antes.
Kate pasó a ser llamada Catalina y nombrada duquesa de Cambridge. Tuvieron su primer hijo, Jorge, hoy el segundo en la línea de sucesión, un año después, en 2012, y después vendrían Carlota en 2015 y Luis en 2018.
Los jóvenes duques comenzaron a residir, tras casarse, en una remota casa de campo en Gales y después en la mansión rural de Sandrigham, antes de trasladarse definitivamente al palacio de Kensington, en el centro de Londres, la residencia oficial de los príncipes de Gales, cuando Guillermo asumió tareas reales a tiempo completo en 2017. Ahora, la pareja vive en una residencia en Windsor, al oeste de la capital, cerca de donde estudian sus hijos.
Empatía y corrección
A lo largo de su vida dentro de la familia real británica, primero como duquesa y luego como princesa, Kate Middleton ha mantenido una imagen pública alejada de las polémicas y de las salidas de tono, consciente de su rol, y distanciándose de los escándalos que han marcado a su suegro, Carlos, a Diana o a Harry y su mujer, la actriz estadounidense Meghan Markle, con la que ha sido comparada repetidamente.
Cuando Enrique y Meghan se trasladaron a EE.UU. en enero de 2020, Guillermo y Catalina se convirtieron en la promesa de futuro de la monarquía. Ella ha seguido desde entonces proyectando una imagen empática, con su característica sonrisa, y natural. Los británicos lo han celebrado, y suele ser citada como la más popular entre los royals, aunque la última encuesta de YouGov situaba a Guillermo por encima, con una popularidad del 68%, por encima del 63% que recibía su esposa.
Su suerte se truncó el pasado enero, cuando fue ingresada para someterse a una cirugía abdominal. Tras dos meses sin comunicaciones oficiales, en los que se desataron las teorías de la conspiración sobre su salud, este viernes ha anunciado que padece cáncer, como el rey Carlos, y que se está sometiendo a un tratamiento de quimioterapia.
Dentro de la familia real, su trabajo se ha centrado en campañas sobre la infancia o la salud mental. También es aficionada a la fotografía, y las imágenes que toma ella de su familia y sus hijos son las que utiliza en ocasiones la oficina de prensa de Kensington Palace. Sin embargo, una de estas instantáneas estuvo en el centro de la polémica el pasado marzo, cuando se publicó una imagen de Kate con sus hijos, aparentemente manipulada, y por la que ella tuvo que pedir disculpas.