Prisión preventiva para ocho sospechosos relacionados con el atentado terrorista en la sala de conciertos en Moscú
- Cuatro de ellos están acusados de participar en el atentado y pueden afrontar una cadena perpetua
- Las fuerzas de seguridad han detenido a once personas vinculadas con el atentado
El Tribunal del distrito Basmanni, en Moscú, ha decretado este martes prisión preventiva de dos meses para un octavo sospechoso detenido por su presunta implicación en el ataque terrorista del pasado viernes en la popular sala de conciertos rusa Crocus City Hall, que ha negado su culpabilidad en una vista judicial. En los últimos dos días, la Justicia rusa había dictaminado ya prisión preventiva por dos meses para otros siete arrestados.
El atentado, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico, ha dejado al menos 139 muertos, mientras el número de heridos se eleva a 180. De acuerdo con medios rusos, algunos supervivientes del atentado tardaron más de un día en solicitar ayuda médica porque se encontraban en estado de shock.
En total, las fuerzas de seguridad rusas han detenido a once personas por su vinculación con el atentado, cuatro de las cuales participaron personalmente en la matanza, según las autoridades.
El último encarcelado asegura que no conocía los planes del ataque
El último enviado a prisión es Alisher Kasímov, de 32 años, un ciudadano ruso de origen kirguís que, según la investigación, alquiló su apartamento a los presuntos autores de la matanza. Kasímov ha negado su culpa y ha asegurado que solo puso un anuncio sobre el alquiler del apartamento en una página web y no conocía a los futuros inquilinos.
La madre del hombre, que asistía a la vista judicial, también aseguró a la prensa que su hijo es inocente y desconocía los planes de los inquilinos de su casa. Según ella, los arrendatarios le dijeron que iban a trabajar en unas obras de construcción.
La Justicia rusa decretó primero prisión preventiva por dos meses para cuatro de los sospechosos de perpetrar el atentado en la popular sala de conciertos rusa. A los cuatro se les imputan cargos de terrorismo y pueden afrontar una cadena perpetua, según ha informado la agencia TASS. Para otros tres detenidos, el juez decretó prisión preventiva este lunes.
Fueron detenidos en la región rusa de Briansk
Los primeros en presentarse ante el juez fueron dos hombres identificados como Saidakrami Rachabalizoda y Dalerdzhon Mirzoev.
Durante la vista, Mirzoev ha dicho que es ciudadano de Tayikistán y que tiene tres hijos menores. El acusado, que ha reconocido plenamente su culpa, vivía en la región de Moscú con documentos de residencia caducados hace tres meses. A la vez, el acusado no tenía antecedentes penales, han señalado los medios rusos.
Rachabalizoda, de 30 años, también ha admitido su culpa. El acusado está casado, tiene un hijo y no cuenta con antecedentes penales.
Los otros dos sospechosos del ataque terrorista llevados al tribunal de Basmanni de Moscú tras su detención la víspera en la región rusa de Briansk son Fariduni Shamsudin y Muhammadsobir Faizov. Faizov, de 19 años, vestía una bata blanca y estaba acompañado por dos médicos al ser llevado a la corte desde un hospital, donde ingresó tras resultar herido durante su detención.
Shamsudin ha dicho al juez que trabajaba en una fábrica en la región de Moscú y que tiene un hijo de ocho meses. Mientras, Faizov, que no está casado, ha declarado que antes trabajaba como peluquero en la ciudad de Ivánovo y actualmente estaba desempleado.
Arrestados tres presuntos cómplices
El arresto de los tres sospechosos enviados a prisión provisional este lunes, había sido solicitado horas antes por el Comité de Instrucción Ruso, uno de los órganos que investigan la tragedia en la sala de conciertos Crocus City Hall.
Se trata de Aminchon Islómov y sus dos hijos, Dilovar Islómov e Isroil Islómov, según precisan los medios rusos. Según el portal Mediazona, Dilovar fue propietario hasta hace pocos días del automóvil en el que los atacantes se dieron a la fuga, un Renault blanco.
El hombre, de 24 años y origen tayiko, tiene ciudadanía rusa y trabajaba como taxista en la ciudad de Tver, cerca de Moscú.
Durante la vista judicial, Dilovar rechazó los cargos que se le imputan y aseguró que es inocente. "Nos entregamos nosotros mismos cuando reconocimos el coche" (en las imágenes desde el lugar del atentado), ha dicho.