Putin apunta a Ucrania tras un atentado asumido por el Dáesh: "Es un arma de munición para su guerra"
- Ucrania se desmarca de cualquier vínculo con la acción terrorista y acusa a Putin de echarle la culpa
- La masacre, perpetrada en una sala de conciertos, dejó al menos 137 muertos y más de un centenar de heridos
- Guerra en Ucrania, en directo
Una sala de conciertos a las afueras de Moscú fue escenario el viernes del atentado más mortífero perpetrado en Rusia en dos décadas. El ataque, que dejó al menos 137 muertos y más de 150 heridos, fue reivindicada el mismo día de su ejecución por una rama del grupo yihadista Estado Islámico (EI), sin embargo, desde Moscú no tardaron en señalar a una posible relación con Ucrania e incluso amenazaron con represalias en el campo de batalla. Kiev se ha desmarcado desde el principio de cualquier tipo de implicación en la acción terrorista y apunta a una estrategia del Kremlin para desacreditar al país. Mientras tanto, este domingo el Ejército de Vladímir Putin ha atacado la capital ucraniana y la región de Leópolis, por lo que Occidente teme que el líder ruso utilice la masacre en el Crocus City Hall para agravar la guerra.
El presidente ruso evitó mencionar al denominado Estado Islámico del Gran Jorasán, o ISIS-K, en su primera intervención televisada tras el atentado, pese a que, para entonces, hacía horas que el grupo yihadista, perteneciente al Dáesh, había reivindicado el ataque a través de la agencia Amaq, el órgano de propaganda que normalmente utilizan para este tipo de anuncios. Tampoco hizo mención a la información de Inteligencia que Estados Unidos asegura haber remitido a Moscú a principios de mes, asegurando que tenía el conocimiento sobre un ataque terrorista planeado en la capital rusa.
Putin no olvidó comentar, sin embargo, que los terroristas detenidos por las autoridades rusas habían intentado huir a través de la frontera ucraniana y, sin más especulaciones sobre la autoría intelectual del ataque, clamó venganza y prometió un "castigo merecido e inevitable" para los responsables. Antes, el Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso ya había informado del arresto de once personas relacionadas con el atentado y señaló que los autores tenían contactos del lado ucraniano. Además, el legislador ruso Andrei Kartapolov, citado por RIA, amenazó con una respuesta en el frente si se confirmaba tal relación.
Un "arma de munición" en su guerra contra Ucrania
"El Dáesh no tiende a apuntarse tantos que no son suyos, sería una crisis de reputación y credibilidad para ellos", ha explicado a RNE el director del Observatorio Internacional de Seguridad, Manuel Gazapo Lapayese, que señala que el modus operandi "tiene la marca de agua del terrorismo yihadista". La metodología, el objetivo o la baja complejidad operativa unida a un alto impacto del atentado son "motivos suficientes" como para que Putin planteara, al menos, la cuestión del Estado Islámico como hipótesis.
Si el líder ruso no ha puesto sobre la mesa esa posibilidad, ha sido, según el experto, "porque no le interesa, ya que sería reconocer un fallo en su estrategia de seguridad y reconocer también que ha hecho caso omiso a las advertencias lanzadas por Reino Unido o EE.UU. cuando se comunica un posible atentado". Además, señala, es posible que quiera utilizar esta acción terrorista "como arma de munición" en su guerra contra ucrania.
El Dáesh reivindicó el atentado el viernes por la noche en un escueto comunicado publicado a través del Telegram de la agencia Amaq en el que mencionaron que sus combatientes habían atacado a "una gran agrupación de cristianos en la ciudad de Krasnogorsk", sede del centro comercial que alberga la sala de conciertos donde se desató la masacre. Este domingo, el grupo terrorista ha publicado un vídeo de apenas un minuto y medio de duración en el que se ve, de manera muy gráfica, un fragmento del brutal ataque en el que los atacantes ametrallan a varios asistentes y degüellan a uno de los heridos.
En el video, subtitulado en árabe, uno de los terroristas dice: "Alá es el mas grande, los infieles se derrotan con la voluntad de Alá. Salimos en el camino de Alá y para dar victoria a su religión". Asimismo, la agencia Amaq indicó que el ataque del viernes fue perpetrado "en el contexto normal de guerra entre el Estado Islámico y los países que luchan contra el islam".
Florentino Portero, investigador senior de Fundación Civismo, ha señalado en el Canal 24 Horas que la voluntad de Rusia de señalar a Ucrania es "pura retórica" del Kremlin para "restar importancia" a los efectos de la política rusa en Siria, donde combate frente al Estado Islámico desde hace años, y toda la región del Sahel, donde ha aumentado su presencia. "El Estado Islámico realiza este atentado como respuesta a esa permanente intervención", asegura el experto, que entiende que Putin "lo que quiere es desconectar esa política con ese riesgo y tratar de desviarlo hacia la cuestión ucraniana".
Desde el viernes, Ucrania ha negado cualquier implicación con el ataque, asegurando que las insinuaciones rusas sobre una presunta vinculación de los terroristas con Kiev "no tienen nada que ver con la realidad". "Esperábamos la versión de los funcionarios rusos sobre el 'rastro ucraniano' en el ataque [...]. El primitivismo y la previsibilidad son características ideales de los servicios de seguridad rusos", indicó en su cuenta de X el asesor presidencial Mykhailo Podolyak, que insistió en que "cualquier intento de relacionar a Ucrania con el ataque terrorista es absolutamente insostenible".
Rusia, escenario de 15 ataques del EI en la última década
Pese a la voluntad de Moscú de vincular la masacre con Ucrania, lo cierto es que esta no es, ni mucho menos, la primera vez que el Estado Islámico reivindica acciones terroristas en Rusia. De hecho, en la última década el grupo terrorista ha estado involucrado en un total de 15 ataques en suelo ruso, el último en julio de 2019, cuando un hombre mató a cuchillazos a un policía en un puesto de control en Chechenia.
El Dáesh ha estado detrás de otros atentados también mortíferos, como el de diciembre de 2015 en la ciudad de Magnitogorsk, en los Urales, que acabó con la vida de 39 personas. Meses antes, en febrero de ese mismo año, un hombre disparó indiscriminadamente en el exterior de una iglesia de la localidad de Kizliar, matando a cinco personas en un acto terrorista que fue reivindicado por el EI ese mismo día.
"El autodenominado Estado Islámico tiene desde hace años a Moscú y a Rusia en su radar. Tanto la rama del ISIS que esta en el Jorasán, provincia situada entre Irán y Pakistán, como la rama que tienen en el Cáucaso norte, que es la conexión más frecuente de los atentados de los últimos veinte años en Moscú", ha señalado en el Canal 24 Horas Nicolás De Pedro, especialista en el espacio postsoviético. El experto invita a tomar con cautela las informaciones rusas sobre un vínculo con Ucrania y subraya que "no hay ningún indicio que sugiera que esa información sea convincente".
El presidente ucraniano se ha referido a las acusaciones vertidas por Rusia de "predecibles" y culpa a Putin de estar intentando "echar la culpa" a otro. "En lugar de tratarlo con sus ciudadanos rusos y dirigirse a ellos, Putin guardó silencio durante todo el día, pensando en cómo vincularlo con Ucrania, es completamente predecible", aseguró Zelenski en un mensaje en vídeo difundido el sábado.
"Cabe la posibilidad de que Rusia trate de aprovechar un atentado como este para sus fines en su guerra en Ucrania aunque el atentado no tenga nada que ver con el conflicto", asegura De Pedro. Coincide con el resto de expertos en que Rusia puede ser objetivo de estos ataques, entre otras cuestiones, por la estrecha relación que mantiene con Irán, uno de los grandes enemigos del Estado Islámico en la provincia del Jorasán; o por sus lazos con el régimen talibán en Afganistán, también enfrentado con esta rama del Dáesh.
El ISIS-Jorasán, o ISIS-K es el brazo afgano del Estado Islámico, que busca un califato en Afganistán, Pakistán, Turkmenistán, Tayikistán, Uzbekistán e Irán. Precisamente este domingo, Vladímir Putin y su homólogo tayiko, Emomalí Rajmón, han acordado estrechar la cooperación antiterrorista entre ambos países en una conversación telefónica.
Mientras tanto, Rusia, que ha abandonado recientemente el término "operación militar especial" para hablar abiertamente de "guerra", ha intensificado su ofensiva en territorio ucraniano tras el atentado en Moscú. En la noche del domingo, las tropas del Kremlin han lanzado duros ataques sobre Kiev y la región de Leópolis, en el oeste de Ucrania, sobrepasando uno de los misiles el espacio aéreo de Polonia. Así lo han denunciado las Fuerzas Armadas de este país, que se ha puesto en estado de alerta y han confirmado una fuerte actividad de aviones y misiles rusos cerca de su frontera.