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Putin reconoce que el atentado en Moscú fue obra de islamistas, pero insiste en señalar la autoría de Ucrania

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Putin admite que el atentado de Moscú fue obra de yihadistas, pero insiste en vincularlo con Ucrania

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha vuelto a insistir este lunes en vincular a Ucrania los presuntos autores del tiroteo masivo en la sala de conciertos Crocus City Hall cerca de Moscú y en el que murieron 137 personas. El atentado, reivindicado por el Estado Islámico a través de su rama del Jorasán (ISIS-K), es uno de los mayores que ha sufrido Rusia en las últimas dos décadas.

Kiev se desvincula de toda participación y apoya la tesis de Estados Unidos y otros países occidentales como Francia que señalan al Dáesh como único artífice del ataque.

"Esta atrocidad es solo un eslabón de toda una serie de intentos de quienes han estado en guerra con nuestro país desde 2014 a manos del régimen neonazi de Kiev", ha afirmado Putin durante reunión sobre las medidas a tomar tras el atentado y que ha sido transmitida en televisión. A juicio del mandatario del Kremlin, el tiroteo encaja dentro de una campaña más amplia de intimidación por parte de Ucrania.

Aunque Putin no ha negado que los perpetradores eran "islamistas radicales", ha recalcado que los implicados trataron de huir a Ucrania, en un intento de vincular un supuesto colaboracionismo entre los terroristas y el Gobierno de Kiev. Según el relato del Kremlin, los atacantes fueron localizados en una carretera en la región de Bryansk, unos 340 kilómetros al sur de Moscú y cerca de la frontera con Ucrania.

"Es importante responder a la pregunta de por qué los terroristas, después de su crimen, intentaron partir hacia Ucrania. ¿Quién los esperaba allí?", ha indicado el presidente ruso.

Putin critica la hipótesis de Estados Unidos y sus aliados

El mandatario ha denunciado los "intentos" de Estados Unidos de "persuadir a sus satélites y otros países del mundo de que, según sus datos de inteligencia, supuestamente, no hay rastro de Kiev en el atentado de Moscú, que el sangriento acto fue cometido por seguidores del Islam, miembros de la organización prohibida en Rusia, Estado Islámico".

El propio presidente francés, Emmanuel Macron, ha indicado que, de acuerdo con sus servicios de inteligencia, los asaltantes eran parte de un grupo islamista que estaba detrás de otros intentos frustrados de atacar a Francia en los últimos meses.

"Los nazis [en alusión a Ucrania], como es bien sabido, nunca han tenido reparos a la hora de emplear los medios más sucios e inhumanos para lograr sus objetivos", ha señalado Putin.

"¿Cómo los islamistas radicales, que se posicionan como musulmanes ortodoxos, que profesan el conocido como Islam puro, proceden a cometer horribles barbaries y crímenes en el mes sagrado para los musulmanes, el Ramadán?", ha preguntado Putin. Sin embargo, estudios como los publicados por el Instituto Español de Estudios Estratégicos desestiman que haya una relación entre el Ramadán y el descenso de los atentados terroristas.

Seguidamente, se volvió a cuestionar si, "realmente, las organizaciones radicales y terroristas islámicas están interesadas en lanzar ataques contra Rusia que a día de hoy aboga por un arreglo justo al agudo conflicto en Oriente Medio", a pesar de que desde años atrás Rusia se había convertido en objetivo prioritario del Estado Islámico tras acciones como las llevadas a cabo en Siria para acabar con la presencia del grupo terrorista.

"Los autores serán castigados"

Con especial dureza, Putin ha amenazado con "castigar" a los involucrados en el ataque del Crocus City Hall: "Todos los autores, organizadores y quienes ordenaron este crimen serán justa e inevitablemente castigados. Sean quienes sean, quienquiera que los guíe".

De los supuestos implicados en el ataque contra la sala de conciertos, el presidente ruso ha indicado que 11 personas han sido detenidas, incluidos los cuatro presuntos pistoleros. Vídeos no verificados de sus interrogatorios muestran posibles actos de tortura contra los detenidos.

Por su parte, la relatora de la ONU sobre derechos humanos en Rusia, Mariana Katzarova, y su homólogo en lucha antiterrorista, Ben Saul, han mostrado preocupación por la posible tortura a los sospechosos del reciente atentado en las afueras de Moscú y aseguraron que esta podría comprometer la investigación.

"Algunos de los sospechosos parecen haber sido gravemente maltratados bajo custodia, y Rusia debe investigar las alegaciones de tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes", señalaron los dos expertos en un comunicado.

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, se ha negado a responder a la pregunta de un periodista sobre si habían sido torturados.