Varios ataques rusos contra regiones ucranianas dejan tres muertos y 28 heridos
- Járkov ha sido la ciudad más afectada, con un muerto y 16 heridos
- Guerra entre Rusia - Ucrania, en directo
Varios ataques rusos han dejado al menos tres muertos y 28 heridos, entre ellos en la ciudad de Járkov, donde un ataque con un misil de gran calibre se ha cobrado la vida de un civil y ha dejado 16 heridos.
Ante el incremento de los bombardeos desde el lado ruso, Kiev exige a sus aliados occidentales más sistemas de defensa aérea Patriot para contrarrestar la campaña de bombardeos de Moscú.
"El enemigo atacó hoy Járkov por primera vez [desde 2022] con un misil guiado de gran calibre", ha señalado el gobernador de la región, Oleg Synegoubov. La región, limítrofe con el frente ruso, se encuentra periódicamente bajo el fuego de las tropas de Moscú. Anteriormente, Synegoubov había señalado que cuatro personas ya habían resultado heridas en bombardeos nocturnos y un ataque con aviones no tripulados en la región.
Entre los heridos actuales se encuentran cuatro niños con edades comprendidas entre los tres meses y nueve años. El ataque ruso sobre la ciudad ha provocado la destrucción parcial de dos edificios de cinco pisos, una institución médica, un edificio administrativo y un área común. En total, al menos 14 edificios han sido dañados.
El gobernador de la región de Jersón (sur) ha explicado que una mujer de 61 años ha perdido la vida en su casa durante un ataque con drones contra el pueblo de Mykhaïlivka, situado en una de las orillas del Dniéper. El gobernador de la región de Dnipropetrovsk, Serguiï Lyssak, ha admitido que una persona ha muerto por fuego de artillería en Nikopol (sudeste).
Ocho civiles también han resultado heridos en Nicolaiev (sur), en un ataque con misiles balísticos, según su alcalde Oleksandr Sienkevich.
Más de 190 misiles en una semana
El ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, ha asegurado que Rusia ha intensificado recientemente sus ataques aéreos, disparando, según él, 190 misiles y enviando 700 bombas guiadas entre el 18 y el 24 de marzo. Los ataques se han llevado a cabo principalmente contra infraestructura energética, pero también sobre áreas urbanas.
En el caso del reciente bombardeo sobre Járkov, la munición empleada ha sido un cohete UMPB D-30. El dispositivo está compuesto por una ojiva explosiva de casi 100 kg, cuyo radio de acción puede alcanzar los 120 metros, un sistema de guiado, alas planeadoras y un propulsor. Además, puede lanzarse desde plataformas tanto terrestres como aéreas.
Ucrania está pidiendo a sus aliados occidentales que apresuren el envío de armamento antiaéreo, en un momento en el que Kiev comienza a recibir sus tripulaciones entrenada para el manejo de cazas F-16 otorgados por Occidente. Sin embargo, es probable que estas aeronaves no estén operativas hasta entrada la primavera o incluso a comienzos de verano.
A raíz de los ataques en Jarkov, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha vuelto a llamar a los aliados occidentales a "acelerar la entrega" de aviones de combate y sistemas de defensa aérea Patriot. "Fortalecer la defensa aérea de Ucrania y acelerar la entrega de F-16 a Ucrania son misiones vitales", ha escrito en su cuenta oficial de X.
"Los actuales ataques rusos se caracterizan por el uso intensivo de misiles balísticos, que pueden alcanzar su objetivo muy rápidamente, dejando poco tiempo a los civiles para refugiarse", ha insistido Kuleba.
Zelenski visita las fortificaciones en Sumy
Entretanto, el presidente ucraniano se ha desplazado hasta Sumy (noreste) para supervisar la construcción de las nuevas líneas de defensa que su país comenzó a erigir apresuradamente hace unas semanas para detener el avance ruso.
"Inspeccioné trincheras, refugios, posiciones de tiro, de mando y de observación", ha señalado Zelenski en su canal oficial de Telegram, asegurando que Ucrania "refuerza sus defensas".
En contraste con el empleo de misiles contra áreas urbanas, misiles como el UMPB-30 ven reducido drásticamente su radio de acción al impactar contra áreas fortificadas, lo que resulta fundamental para delimitar la supremacía aérea rusa en áreas comprometidas del frente.