Jerusalén vive una segunda noche de protestas pidiendo la salida de Netanyahu y la celebración de elecciones
- Parte de la población culpa al primer ministro del cautiverio de 130 rehenes que continúan en Gaza
- El domingo salieron a protestar contra el Gobierno más de 100.000 personas
Miles de israelíes han salido a las calles de Jerusalén este lunes por segundo día consecutivo para pedir la celebración de elecciones en un país en el que parte de la población culpa al primer ministro, Benjamin Netanyahu, del cautiverio a manos de Hamás de unos 130 rehenes que todavía siguen en Gaza y del sufrimiento de las familias desplazadas en la frontera desde el inicio de la guerra el pasado 7 de octubre.
Ondeando banderas y con pegatinas con el eslogan "fuera", los manifestantes se han desplazado a las calles situadas frente a la Knéset (Parlamento israelí), donde también han instalado un escenario desde el que han tomado la palabra familiares de los rehenes, así como el ex segundo jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, el general Yair Golan, y renombrados activistas israelíes.
En un comunicado, varias familias de los rehenes han recordado al primer ministro israelí que "redimir a los cautivos es sagrado", y le han pedido que el equipo negociador "no regrese (a Israel) sin un acuerdo". Otros de los participantes han tildado a Netanyahu de tener "aspiraciones mesiánicas" y le han acusado de no llegar a un pacto por su propia supervivencia política.
"Una línea directa conecta el 7 de octubre —día del ataque múltiple de Hamás— con los fracasos del gobierno Gantz-Netanyahu, siendo el principal de ellos el abandono de los rehenes", ha afirmado Golan, pidiendo su retorno "lo antes posible".
Más de 100.000 personas salieron a las calles el domingo
En la noche del domingo, en la primera jornada del total de cuatro que están previstas, más de 100.000 personas tomaron las calles y Netanyahu respondió a las movilizaciones asegurando estar haciendo todo lo posible para traer de vuelta a los rehenes, que continúan en la Franja desde el pasado 7 de octubre.
"Entiendo la desesperación y el deseo de hacer todo lo posible para recuperar [a los rehenes]", afirmó Netanyahu en una intervención televisada antes de ser operado de una hernia. Unas elecciones, añadió el mandatario, "paralizarían" las negociaciones que están teniendo lugar y solo beneficiarían a Hamás.
Desde el lunes, una delegación israelí se encuentra en El Cairo negociando, tras semanas de estancamiento, un posible acuerdo de tregua y retorno de los rehenes, según ha informado a EFE una fuente de seguridad egipcia, en las que el grupo islamista Hamás participa de forma indirecta sin estar presente en el país vecino.
Las demandas de ambas partes, sin embargo, parecen insalvables, ya que Hamás continúa imponiendo un alto el fuego "integral" en la Franja como requisito para una tregua; además del retorno de desplazados al norte del enclave y la retirada de las tropas israelíes de Gaza. Israel, por su parte, ha calificado esas peticiones de "delirantes" durante semanas, aunque, según medios locales, Israel podría mostrarse más flexible en esta ocasión debido a la presión externa.
Alrededor de 32.800 personas han muerto desde el inicio de la guerra el pasado 7 de octubre en Gaza, más del 70% de ellas mujeres y niños. Además, según datos de Sanidad del Gobierno de Hamás, en el norte del enclave han muerto una treintena de menores por desnutrición aguda.