El Lunes de Pascua con el cacao más caro: su precio ha subido un 135% en lo que va de año

• La sequía y las plagas han reducido la producción de cacao hasta un 35% en las plantaciones de Ghana y Costa de Marfil
• El 40% de las barritas de chocolate ha cambiado su relleno por alternativas más baratas

El precio del cacao, por las nubes: en 2024 se ha encarecido un 135%

Muchas personas celebran este Lunes de Pascua comiendo la tradicional mona, pero el precio del chocolate está por las nubes. En lo que va de año, ya acumula una subida del 135% y las grandes marcas buscan nuevas fórmulas para no depender del cacao, por ejemplo, cambiando el relleno de sus productos.

La sequía y las plagas han reducido la producción de cacao hasta un 35% en las plantaciones de Ghana y Costa de Marfil, que son los principales exportadores a nivel mundial. El miedo a la escasez ha hecho que su precio se triplique en el último año y alcance su máximo histórico, 10.000 dólares por tonelada de cacao.

Esta situación está afectando a la industria chocolatera, que ha visto como su precio ha aumentado un 174% con respecto a la Semana Santa de 2023. En Kakao Chocolates, una pequeña fábrica situada en Madrid, tuestan cada día 35 kilogramos de cacao de comercio justo. Hace un año, el kilo les costaba 8 euros, pero ahora supera los 12 euros.

Según su jefa de producción, sus clientes están dispuestos a asumir esta subida: "Estamos acostumbrados a un precio alto" dice Elisabeth Vázquez. Además, explica que, aunque sí les afecta, las más perjudicadas son las empresas más grandes. "Al final no pueden incrementar tanto su precio y empezarán a buscar sustitutos de cacao dentro de los productos", resume.

Para los grandes fabricantes, cualquier solución que implique restar unos gramos en cada chocolatina se convierte en toneladas de ahorro. Esta solución es la más común, aunque otras optan por variar sus recetas. Según un estudio internacional, el 40% de las barras de chocolate a la venta han cambiado su relleno por alternativas más baratas como el caramelo o algunos frutos secos.

Una opción que, a pesar de ser legal, "desde luego no es ética", comenta la portavoz de OCU, Ileana Izvernicanu, que añade que "es una forma de engañar al consumidor, que piensa que está comprando lo mismo" y no es así.