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Grifols cifra su deuda neta de 2023 en 10.527 millones y promete cumplir las recomendaciones de la CNMV

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Imagen: Test para detectar arbovirus de la multinacional Grifols
Test para detectar arbovirus de la multinacional Grifols

La multinacional Grifols se ha comprometido a cumplir las recomendaciones de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y a simplificar su información financiera. La empresa ha cifrado su deuda al cierre de 2023 en 10.527 millones de euros, 8,4 veces el beneficio bruto de explotación (Ebitda).

Responde así al requerimiento de la CNMV en el análisis que divulgó el pasado 21 de marzo, en la que dio a conocer entonces sus conclusiones respeto las cuentas de Grifols tras las acusaciones del fondo bajista Gotham City Research y concluyó que no existían "errores significativos" ni "evidencias" de que sus cifras de endeudamiento no se correspondieran con la realidad, aunque sí halló "deficiencias relevantes" en la presentación de algunos parámetros.

Al dar a conocer sus cuentas de 2023, el pasado febrero, la multinacional detalló que su deuda financiera neta era de 9.420 millones al cierre del ejercicio, excluyendo el impacto de las nuevas normas internacionales de información financiera -las llamadas NIIF 16-, que era de otros 997 millones, con lo que cifró su ratio de apalancamiento en 6,3 veces Ebitda.

Este jueves ha reiterado esa ratio, pero a petición de la CNMV ha facilitado otra forma de calcularla, con el Ebitda consolidado según pérdidas y ganancias y según la deuda neta ya reflejada en los estados financieros de la compañía.

La ratio deuda/Ebitda es el indicador más común usado en el mundo empresarial para ver hasta qué punto está endeudada una compañía, porque relaciona su nivel total de deuda con relación al resultado bruto de explotación.

El inversor bajista Gotham provocó el desplome de las acciones

El inversor bajista Gotham provocó el desplome de las acciones de Grifols a principios de enero al cuestionar sus ratios de endeudamiento, que esta firma situaba entre 10 y 13 veces el Ebitda, el doble de lo comunicado por la empresa, aproximadamente.

En el caso de Grifols, la multinacional opta por calcularlo según el criterio del acuerdo de crédito, de forma que aplica ajustes en el Ebitda por 234 millones para dejar fuera de ese cálculo gastos extraordinarios, inusuales o no recurrentes o bien ahorros de costes o mejoras operativas para los próximos 12 meses.

Y también usa ese criterio para dejar fuera del cómputo la deuda asociada a alquileres de los inmuebles de los centros de donación de plasma, que suma otros 1.111 millones, según ha detallado a la CNMV.

Con todo, Grifols asegura en un comunicado que, más allá de cumplir con todas las directrices que le marca la CNMV, seguirá calculando su ratio de endeudamiento según el criterio del acuerdo de crédito.

Además de comprometerse a reducir el número medidas utilizadas para reflejar el Ebitda y a definir con detalle cada indicador financiero que utilice, la multinacional de hemoderivados se compromete a detallar el Ebitda y la deuda financiera de aquellas entidades relevantes en las que tenga participaciones no controladas.

En el caso de Biotest, BPC o Haema, compañías puestas en tela de juicio por Gotham, por las complejas relaciones entre Scranton -una sociedad con vínculos con la familia propietaria- y Grifols, ha detallado que las dos últimas aportaron 72 y 32 millones al Ebitda en 2023 y que Biotest restó 13 millones ese año. 

Compromiso de adoptar medidas adicionales 

En un comunicado, la multinacional de hemoderivados asegura que "se compromete a adoptar todas las medidas indicadas en su comunicación a la CNMV, incluyendo cualquier medida adicional necesaria para garantizar la calidad y coherencia de la información que se facilita a los mercados financieros y a los inversores", así como a "cumplir totalmente" las directrices y recomendaciones de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) y de la CNMV.

Reforzará los procedimientos de control para minimizar la posibilidad de errores

En esta línea, Grifols también avanza que "reforzará los procedimientos de control para minimizar la posibilidad de errores en el cálculo y desglose de las magnitudes financieras en sus informes financieros y comunicaciones de resultados" y se compromete "a establecer un nuevo nivel de revisión a cargo del departamento de control interno de la compañía".

A pesar de no encontrar errores significativos ni "evidencias" de que sus cifras de endeudamiento no se correspondieran con la realidad, la CNMV halló "deficiencias relevantes" en la presentación de algunos parámetros y pidió al fabricante de hemoderivados que publicara en un plazo de quince días un detalle del beneficio bruto de explotación (ebitda) y de las deudas financieras netas al cierre de los ejercicios 2022 y 2023 de "aquellas entidades más relevantes donde existan participaciones no controladas".

El objetivo era que los inversores pudieran calcular el apalancamiento de la compañía "considerando o excluyendo el ebitda y la deuda" de las participadas.

Es el caso, por ejemplo, del acuerdo de colaboración suscrito con ImmunoTek para crear la sociedad Biotek America. La CNMV sostenía que el tratamiento contable dado en los ejercicios 2021 y 2022 "no era adecuado" y debería haberse registrado como una "operación conjunta" y no como una inversión financiera.

El informe elaborado por la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV) tras analizar los estados financieros de Grifols descartaba, por el momento, que la compañía tuviera que reformular sus resultados, pero consideraba "probable" que tuviera reexpresar las cuentas de 2022 y 2023 una vez que corrija las deficiencias detectadas en el tratamiento contable del acuerdo suscrito con Immunotek. 

La reformulación de las cuentas de una empresa está reservada a situaciones "de carácter excepcional" y "máxima relevancia" que afecten a su situación patrimonial, mientras que la reexpresión se utiliza para corregir errores en la información suministrada, según se desprende de la normativa contable. 

La CNMV abrió una investigación el pasado 9 de enero tras conocerse el informe de Gotham City Research sobre la información financiera publicada por Grifols entre 2018 y 2022.