Claves del Plan antitabaco de Sanidad: ¿sobre qué decidirá la futura legislación?
- El objetivo es reducir el número de fumadores y proteger la salud de la población
- Los espacios sin humo o el aumento de impuestos al tabaco son algunas de las directrices que plantea el documento
Sanidad ha dado luz verde este viernes a su nueva estrategia contra el tabaquismo que servirá de guía en materia legislativa hasta el 2027. Pese a haber contado con multitud de desavenencias por parte de las comunidades autónomas, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha recalcado este viernes que se trata de un "hito histórico" al "desempolvar" un plan guardado por tres años.
Entre otras cosas, este documento recoge directrices sobre espacios sin humos, subida de impuestos y la equiparación legal del tabaco con otras nuevas formas de fumar, que hasta ahora se comercializaban sin apenas restricciones. El objetivo final, según apunta el texto, es reducir el número de fumadores y proteger la salud de la población, en especial la considerada como más vulnerable (personas mayores, enfermos crónicos, embarazadas o niños, entre otros.
El plan cuenta con cinco grandes metas: prevenir el inicio del consumo de tabaco y de productos relacionados, fomentar el abandono del tabaquismo y facilitar la ayuda para dejar de fumar, reducir la exposición ambiental a las emisiones de tabaco y productos relacionados, promover la investigación aplicada y la monitorización en el control del tabaquismo y potenciar la coordinación y el establecimiento de alianzas. Dentro de ellas se establecen 22 objetivos más concretos, como reducir por debajo del 7% la prevalencia de consumo diario de tabaco en los últimos 30 días en estudiantes de entre 14 y 18 años y por debajo del 20% la prevalencia diaria en jóvenes en el tramo de 15 a 24 años.
Si bien las medidas son ambiciosas, en la práctica este documento cambia poco la situación actual, ya que habrá que esperar al paquete legislativo para una verdadera transformación. Lo que sí que será más inmediato son todas aquellas medidas que no impliquen legislación, muchas de las cuales además ya se estaban implementando, como las relacionadas con campañas de concienciación o capacitación de profesionales. Con este plan tendrán desde ahora "más empaque", en palabras de la ministra de Sanidad.
¿Estará prohibido fumar en las terrazas y otros sitios públicos?
Tal vez el consumo de tabaco en ámbitos públicos sea uno de los debates que mayor polémica ha suscitado entre las comunidades por la ambigüedad con el que se trata dentro del plan. Si bien un primer borrador de 2021 sí que mencionaba la cuestión de los "espacios exteriores", de donde se podía deducir el caso de las terrazas, ahora el texto final se limita a mencionar que se deben ampliar los espacios sin humo, en especial en lugares compartidos donde haya personas consideradas de riesgo. No obstante, esta medida tendrá que pasar como ley en el Congreso.
Lo que sí que ha recalcado García es que ya hay comunidades que están regulando dicha cuestión, por lo que las futuras leyes servirán como un "aval legislativo".
Sobre la mesa también está prohibir fumar en las marquesinas, playas, parques, o ampliar los espacios en colegios y hospitales. El plan busca animar a los ayuntamientos a promover iniciativas como playas libres de humo, como ya se está haciendo en la playa del Somorrostro en Barcelona. Por otro lado, la postura de autorregulación, defendida por comunidades como Galicia, no convence del todo a Sanidad que defiende que la voluntariedad en salud pública "no funciona", por lo que es necesario ir un paso más allá.
Otra de las polémicas viene de la mano de la prohibición en espacios privados como el coche o el domicilio. Si bien las versiones anteriores hablaban de un posible veto futuro, en especial cuando haya menores y personas vulnerables delante, se ha sustituido como petición de algunas autonomías por el término de "espacios de uso público o colectivo". La ministra ha recalcado que en este ámbito no se puede ir más allá de "recomendaciones".
Por el momento, se va a poder seguir fumando donde está permitido hasta que se prohíba por una nueva ley; el cambio sería una actualización de la norma antitabaco de 2006.
Un empaquetado igual para todas las marcas
La imagen de las cajetillas se trata de otro de los grandes baches con los que se encuentra el Ministerio, en especial por parte de la industria tabacalera. Desde Sanidad han recalcado los resultados positivos que ha habido en otros países al dotar de la misma apariencia a todas las marcas, como es el caso de Australia (en vigor desde 2012). La norma quiere restringir el uso de logotipos, colores, imágenes de la marca o información promocional que no sean el nombre comercial o el nombre del producto en un color y tipo de letra normalizados.
No obstante, esto también requiere una reforma legislativa, en concreto del Real Decreto de 2017 que regula determinados aspectos relativos a la fabricación, presentación y comercialización de los productos del tabaco y los relacionados.
Sanidad, por otro lado, quiere que esta sea la primera medida con la que estrenar su estrategia antitabaco. Así lo avanzó este jueves el director general de Salud Pública y Equidad en Salud, Pedro Gullón, a EFE.
Equiparar los dispositivos electrónicos a los tradicionales
El plan pretende igualar los dispositivos electrónicos al tabaco convencional imponiendo restricciones a la venta, suministro y requisitos de etiquetado, fabricación y comercialización, de forma que sólo puedan comercializarse en puntos determinados, como ocurre ya con los cigarrillos.
La idea es, tal y como recoge el documento, equiparar su promoción y publicidad a la de las formas de consumo más tradicionales tanto en los dispositivos que utilicen líquidos, cartuchos o recambios con nicotina como los que no la contengan, pues estos últimos "son los más utilizados por la población joven y son puerta de entrada al consumo de tabaco y la adicción posterior".
El documento también quiere prohibir los aditivos que "confieren aromas en tabaco y en productos relacionados (en línea con lo que se acuerde por la UE)", así como los dispositivos de un solo uso. Pero para eso también habrá que cambiar las leyes.
¿Aumentará el precio de las cajetillas?
En España, el precio medio de una cajetilla se sitúa en 4,5 euros, una cifra que ha ido aumentando con la subida de impuestos desde 2005, cuando se aprobó la primera ley de prevención y limitación del consumo. Sin embargo, Sanidad considera que el coste sigue favoreciendo el consumo. Por este motivo, la estrategia apuesta también por el aumento del precio del tabaco a través de una subida en su fiscalidad.
Sobre todo se espera que esta medida afecte a los jóvenes que, por lo general, cuentan con un nivel adquisitivo más bajo al de un adulto promedio.
Sin embargo, la última palabra la tendrá el Ministerio de Hacienda y Función Pública, con el que Sanidad ya está negociando para impulsar iniciativas que incrementen la fiscalidad de estos productos y que esos fondos puedan ir destinados a algunas medidas del plan en materia de prevención.