Qué es la hambruna y cómo se declara oficialmente
- La ONU establece ciertos criterios para hablar formalmente de hambruna que incluyen cuestiones estadísticas o geográficas
- Radio 5 habla con Martin Penner, creador de la clasificación de seguridad alimentaria por fases
Los conflictos, el deterioro económico y los desastres naturales sumados a una respuesta insuficiente son las causas más comunes de la hambruna. Una situación de catástrofe que debe tener unas características concretas para que se declare oficialmente.
¿Qué es hambre y qué es hambruna?
Más de 700 millones de personas sufren hambre en todo el mundo, una cifra que ha aumentado de forma alarmante en la ultima década. Martin Penner, portavoz de World Food Programme, explica en RNE la división que hacen del hambre en su organismo donde dividen por un lado el hambre crónica y por otro el hambre aguda: "El hambre crónica es cuando la gente no consume suficientes alimentos para llevar una vida normal, activa y sana, y se considera durante un periodo de tiempo bastante largo. Por otro lado, tenemos lo que llamamos hambre aguda, que suele ser algo más a corto plazo y es el resultado de algún tipo de catástrofe humanitaria, que puede ser un conflicto, un huracán, una inundación o algún tipo de emergencia como esa, que de repente llega y pone a la gente en una situación en la que no pueden vivir y no tienen el acceso a los alimentos que necesitan", explica.
Por eso, el hambre mata lentamente a quien la sufre: "La gente que no tiene suficiente comida en una situación extrema es visible y se empieza a debilitar su sistema inmunológico y llega al punto en que el cuerpo no tiene la fuerza para luchar contra las enfermedades que están alrededor".
Los cinco niveles que miden la seguridad alimentaria
Para medir los niveles de hambre existe un sistema llamado CIF, la clasificación integrada de la seguridad alimentaria en fases, IPC por sus siglas en inglés: "Hay cinco niveles: el primero es cuando estás bien, el segundo es cuando empiezas a tener problemas, el tercero es cuando hay una crisis, el cuarto es lo que llamamos emergencia y el quinto se llama catástrofe. En esta quinta categoría no basta con estar en ella para decir que un lugar está sufriendo una hambruna, hay un comité especial que debe decidir si se cumplen ciertos criterios científicos para afirmar que existe una hambruna.
Es aquí cuando entra el grupo de la clasificación de la seguridad alimentaria y cuando un análisis suyo revela una situación de hambruna declarada o potencial se activa un procedimiento específico para confirmar o refutar la clasificación de hambruna.
¿Qué características deben cumplirse para que se declare oficialmente una hambruna?
La declaración formal de hambruna representa dentro de una crisis alimentaria la constatación de que hay una población entera muriéndose literalmente de hambre. Más allá del uso generalizado del término, la ONU establece una serie de criterios que deben cumplirse para hablar formalmente de hambruna y que incluyen desde cuestiones estadísticas a geográficas.
Nicholas Hans, creador de la clasificación de seguridad alimentaria por fases explica que es "cuando todo el sistema se derrumba". Es cuando se registran al día dos muertes por cada 10.000 personas, cuando la tasas de desnutrición aguda está por encima del 30% y cuando el consumo de alimentos es tan pobre que más del 20% de la población de una zona ni siquiera es capaz de comer suficientes alimentos para mantenerse.
El papel de la CIF es facilitar la clasificación de la inseguridad alimentaria aguda. Las agencias internacionales han asumido normalmente el papel de hacer declaraciones formales de que existe Hambruna. En otras palabras, "la CIF no declara la hambruna ni emite declaraciones de hambruna", sino que facilita el análisis que permite a los gobiernos, las organizaciones y los organismos humanitarios emitir declaraciones relevantes.
Hans explica en RNE que las fases y sus características "están diseñadas para apoyar la toma de decisiones y qué tipo de decisiones y de intervenciones deben ser prioritarias"
El hambre y la situación en Gaza
A lo largo de la historia se han registrado diferentes hambrunas. En Irlanda a mediados del siglo XIX, en la Unión Soviética en los años treinta o la propia China en los sesenta. No obstante, la IPC sólo ha detectado dos desde su fundación en 2004 que cumpliesen todos los criterios: la de Somalia en 2011 y la de Sudán del Sur en 2017. Si la situación no cambia, la próxima será en Gaza.
En la actualidad, más de la mitad de la población de la Franja de Gaza, enfrenta una escasez extrema de alimentos y no puede satisfacer las necesidades básicas. Las consecuencias tanto a corto como a largo plazo son extremadamente graves según Martin Penner: "Puedes recuperarte, sí, con los alimentos adecuados y la nutrición adecuada. Si la malnutrición continúa a largo plazo, tiene efectos a largo plazo, en el sentido de que los niños, especialmente si no reciben la nutrición que necesitan en los dos primeros años de vida, tiene un efecto en su capacidad cognitiva. Esos dos primeros años de vida son extremadamente importantes para el desarrollo del cuerpo y del cerebro, por lo que si no recibes lo que necesitas en ese momento, puede haber consecuencias que los niños arrastren durante toda su vida", explica.
El portavoz de World Food Programme cree que es posible evitar la hambruna, pero "necesitaríamos un aumento masivo de la ayuda alimentaria en Gaza, lo que significa un acceso por carretera sin obstáculos y, por supuesto, la clave que marcaría una gran diferencia sería un alto el fuego, porque si nuestros trabajadores humanitarios no pueden llegar con seguridad a todas las zonas de Gaza, no podrán aportar el volumen necesario", considera.
En el momento en el que se declara oficialmente una hambruna es demasiado tarde porque significa que miles de personas ya han muerto de hambre.