La hostelería mira con recelo la posible prohibición de fumar en terrazas: "Notaríamos una caída del 40% de clientes"
- Sanidad ha aprobado un Plan Antitabaco con otras medidas para reducir su consumo, pero no se aplicará de forma inmediata
- El sector asegura que tendrían dificultades para gestionarlo y que podría perjudicar al turismo
La prohibición de fumar en todas las terrazas de bares podría estar más cerca de convertirse en realidad, un horizonte que la hostelería no ve con buenos ojos. "No tiene sentido, sería un esfuerzo añadido que no es necesario pedir al sector", defiende Emilio Gallego, secretario general de Hostelería de España. Para él, el Plan Antitabaco impulsado por el Ministerio de Sanidad "no responde a una demanda social" y defiende el papel del sector en la lucha contra el tabaquismo: "Ya está muy prohibido fumar en la hostelería, ya hemos aportado mucho. No nos pidan un esfuerzo más y no generen conflicto".
Para él, la iniciativa de Sanidad supone "una vuelta de tuerca" sobre la actual legislación que, en su opinión, es suficiente, y podría conllevar un "impacto negativo" para muchos negocios. "No hemos hecho cálculos, pero el mayor problema sería a nivel de gestión: tendríamos que exigir a nuestros profesionales que hagan una función de policía que no nos corresponde", defiende.
Además, hace hincapié en que los países vecinos no tienen una normativa tan estricta y el hecho de implantarla también podría causar un perjuicio en el turismo. "Solo en Suecia está prohibido fumar en todas las terrazas. Si se hace también en España, los millones de turistas que nos visitan no estarían acostumbrados ni asimilarían fácilmente una norma que en sus países tienen", argumenta.
Con todo, recuerda que ya está prohibido fumar en interiores y terrazas cerradas de muchos bares y restaurantes. "La hostelería ya ha participado en la defensa antitabaco y lo ha hecho de forma anticipada a otros sectores", argumenta, "y queda mucho por hacer en la lucha antitabaco, pero que busquen en otros espacios".
Sanidad espera poner en marcha el Plan Antitabaco "cuanto antes"
El Ministerio de Sanidad ha sacado adelante este viernes el Plan Integral para el Control y Prevención del Tabaco (PIT) para el periodo 2024-2027. Es una nueva hoja de ruta que tiene el foco puesto en alejar el tabaco y sus partículas nocivas de la población, sobre todo los menores de edad, y reducir su consumo. Entre sus medidas están el subir impuestos del tabaco, equiparar legalmente los vapers y aumentar el número de espacios libres de humo, lo que podría incluir todas las terrazas de los bares y restaurantes (abiertas y cerradas), paradas de autobús, universidades, playas e incluso el interior de vehículos privados.
No obstante, todavía está por determinar a qué sitios afectaría y en qué condiciones, una tarea que, como ha remarcado la ministra de Sanidad, Mónica García, se hará "siempre de la mano de la evidencia científica": "Los espacios concretos, tanto públicos como privados, emanarán de las iniciativas legislativas y lo que se acuerde en la legislación". Aunque no ha aclarado fechas, la ministra ha abogado por ponerlo en marcha "cuanto antes" para que la iniciativa sea una realidad.
El plan ha generado división en las autonomías, pero finalmente ha salido adelante y, como ha indicado la ministra de Sanidad, "pone a España en la vanguardia de la lucha contra el tabaquismo". Sin embargo, hay que recordar que esta hoja de ruta no es vinculante y no se va a aplicar de forma inmediata. El siguiente paso es ver cómo se traducirá próximamente en una ley y cómo se definen esos espacios sin humo en la norma.
Los bares creen que podría reducir su caja
¿Y cómo contemplan los propios negocios este plan? Carlos es el encargado de un bar en el madrileño barrio de Retiro y atiende, sobre todo, a vecinos y oficinistas que trabajan en la zona. Su local tiene un espacio interior y una terraza exterior abierta con una decena de mesas, y abren desde las siete de la mañana hasta la una de la madrugada. "La gente se sienta a tomarse un café mientras fuma. Si lo prohíben, ¿dónde lo van a hacer?", se pregunta.
En ese supuesto, reduciría las mesas de la terraza y eso podría repercutir en su caja. "Notaríamos una caída del 40% de clientes, sobre todo por la mañana", cuenta, pero no muestran problemas para adaptarse a la nueva norma: "A pesar de que afecte a la hostelería, creo que es una buena medida".
No muy lejos hay otro restaurante donde van familias y trabajadores de la zona. Tiene dos terrazas, una abierta con unas diez mesas y otra cerrada con una veintena de ellas y donde tienen prohibido fumar. "La gente está muy acostumbrada a tomarse una copa con su cigarro y cuando viene el buen tiempo nuestras terrazas se llenan", explica Blanca, la responsable del local. En su caso, dice que el hecho de prohibir fumar también en sus mesas al aire libre podría hacer caer hasta un 50% su clientela. "Pero si se prohíbe, se prohíbe, así que nos acostumbraríamos de alguna manera", reconoce.
División entre clientes fumadores
Mirando al otro lado de la barra, a la clientela, hay diferentes posturas. Por un lado, quienes se oponen a que esta medida sea una realidad, como María, que fuma unos 10 cigarrillos diarios y, además, también tiene un vaper que usa cuando quiere "dar una o dos caladas para calmar la ansiedad". "Siempre que salgo a comer o cenar, intento elegir un restaurante con terraza para poder fumar. Para mí sí es una condición a la hora de elegir sitio", cuenta a RTVE.es.
Como consumidora, piensa que restringir el tabaco en las terrazas podría convertirse en un "problema" para el negocio y para sus clientes, y no solamente en verano, cuando son más populares. "Gran parte de las personas que se sientan en terrazas en invierno es porque fuman, y muchas veces están llenas", señala. Precisamente ella es una de esas clientas y le gusta tomarse una copa de vino mientras fuma o hacerlo entre los platos si está comiendo con alguien. Por tanto, no ve con buenos ojos la posible puesta en marcha de esta normativa: "Si no puedo fumar en la terraza de un bar, dejaría de ir. Preferiría tomarme lo que sea en mi casa".
Pero no todos están en contra y Natalia, que lleva más de 20 años fumando, cree que no será un impedimento para poder seguir disfrutando de las terrazas. "Me parece absurdo decir que no voy a sentarme porque no voy a poder fumar. Seguiré yendo a cenar, a comer o a tomar algo, y si tengo que apartarme dos metros para poder fumar, lo haré", cuenta a RTVE.es.
De hecho, recuerda cuando se prohibió fumar dentro de los establecimientos y cree que la restricción que quiere implantar ahora Sanidad es menos intensa: "Antes no concebía tomarme una copa dentro de un bar sin el cigarro en la mano. Entonces el cambio fue brusco, pero todos lo fuimos normalizando". En este caso vería un horizonte similar y cree que muchos fumadores se acostumbrarían tarde o temprano a no poder fumar en terrazas. "Además, sería una medida justa para las nuevas generaciones", matiza.
“Me parece absurdo decir que no voy a sentarme porque no voy a poder fumar“
Lo mismo piensa Mercedes, que no fuma, pero siempre ha estado rodeada de amigos y familiares que sí lo hacen. "A mí no me molesta el humo en una terraza, pero estoy totalmente de acuerdo con la medida", cuenta a RTVE.es. Para ella hay otros aspectos, como los precios, que pueden motivar que muchos dejen de ir a ciertos bares y, por tanto, cree que con el tiempo la sociedad podría acostumbrarse a esta prohibición.