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Curiosidad, desconcierto, necesidad de aparearse... La NASA estudiará el efecto del eclipse solar en los animales

  • Además, la agencia estadounidense enviará dos aviones a gran altitud para observar el fenómeno astronómico
  • En España, el eclipse del 8 de abril únicamente se verá de manera parcial en Canarias y Galicia
  • Eclipse solar hoy 8 de abril, en directo

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Norteamérica se prepara para un eclipse solar total

Aunque históricamente los eclipses se han asociado a un comportamiento inusual de los animales, este aspecto sigue presentando numerosos enigmas para la ciencia. Para conocer más en profundidad cómo estos fenómenos astronómicos afectan a los animales, y a la vida sobre la Tierra en general, la NASA ha desarrollado un proyecto de ciencia ciudadana de cara al próximo eclipse solar del 8 de abril, en el que invita a convertirse en científico a cualquiera que desee participar: Eclipse Soundscapes.

Este proyecto servirá para revisar y complementar al mayor estudio que se ha realizado al respecto, publicado hace ya casi un siglo, en 1935. El trabajo científico analizó el comportamiento de 17 especies animales (incluidos mamíferos, aves y reptiles) durante el eclipse solar total del 31 de agosto de 1932, y llegó a la conclusión de que aproximadamente el 75% de las especies observadas exhibieron una respuesta inusual, alterando mayoritariamente sus comportamientos vespertinos o nocturnos establecidos. Al mismo tiempo, también se apreció en algunos de ellos signos evidentes de ansiedad.

El estudio reunió 498 observaciones personales de guardabosques, naturalistas y miembros del público en general. Además de cambios en el comportamiento de los animales, el trabajo reflejó alteraciones en el paisaje sonoro durante el eclipse, ya que el patrón habitual de los sonidos emitidos por las especies -desde aves hasta insectos- fue diferente.

"En este caso en concreto se da la circunstancia de que va a haber una zona muy grande en Estados Unidos donde la sombra del eclipse total va a ir atravesando el país. El hecho de que se produzca la noche durante el día hace que algunos animales se pongan de repente en modo nocturno cuando no deberían hacerlo, y además puede ocurrir en zonas donde normalmente no se ha producido este efecto, por lo que puede afectar a animales en los que no se ha estudiado tanto, y vendría bien conocerlo mejor", explica a RTVE.es el astrofísico y divulgador Juan Ángel Vaquerizo. "Cuando tienes la opción de ver en muchas especies el efecto del eclipse, cuantos más datos tengas, puedes comprenderlo mejor", recalca.

En España, donde el eclipse va a ser parcial y apenas perceptible, no se prevé que los animales se vean influidos por el fenómeno astronómico. Tanto en las provincias de A Coruña y Pontevedra, como en las islas más occidentales del archipiélago canario, el fenómeno astronómico se apreciará muy débilmente y durante pocos minutos, debido a que el sol se ocultará poco después de su comienzo. "España va a estar fuera de la franja de totalidad, en lo que se conoce como franjas de parcialidad, donde la luna hace como un bocado del sol. En esas zonas donde la parcialidad es muy reducida, como va a ser el caso de España, si no sabes que hay eclipse, ni lo notas", aclara Vaquerizo, para subrayar que "aquí el efecto que pueda tener en las personas o en los animales es muy limitado".

Conductas extraordinarias en animales

Observaciones anteriores del comportamiento animal durante los eclipses han evidenciado que muchas especies adoptan conductas extraordinarias, interrumpiendo su actividad diurna. Por ejemplo, algunas aves regresan prematuramente a sus nidos, o animales de granja como vacas vuelven a los establos para dormir. Un artículo publicado en Annals of the Entomological Society of America después del eclipse de 2017 en Estados Unidos reveló que todas las abejas dejaron de volar durante la oscuridad total, aunque la actividad de vuelo no se vio afectada por la luz tenue en las fases parciales. 

Otras especies han adoptado conductas que sugieren estados de confusión o amenaza, como es el caso de los flamencos observados en un zoológico de Carolina del Sur durante el eclipse de 2017, que se reunieron con sus polluelos en actitud protectora; o las tortugas de Galápagos del mismo centro, que comenzaron a aparearse durante el fenómeno astronómico.

También hay estudios centrados en especies cognitivamente superiores, como es el caso del chimpancé -que junto con el bonobo es el más cercano evolutivamente al ser humano-. Durante el eclipse solar de 1986, un grupo de primatólogos del entonces centro Yerkes de Atlanta (Estados Unidos) estudió su comportamiento, y la mayor parte de estos animales mostró reacciones atípicas ante el fenómeno astronómico, muchas de ellas de curiosidad.

Dos aviones de investigación a gran altitud

Además de estudiar el efecto en los animales, la agencia espacial estadounidense utilizará dos aviones de investigación a gran altitud WB-57F para recorrer la banda de totalidad del eclipse a través de Norteamérica. Las aeronaves realizarán observaciones desde telescopios instalados en su parte frontal, que capturarán imágenes de la corona solar en múltiples longitudes de onda, incluidas nuevas mediciones de luz infrarroja.

Los eclipses son el momento idóneo para realizar este tipo de investigaciones, y se trata además de una información de gran utilidad para la vida diaria sobre la Tierra. "El mayor interés científico de los eclipses totales es que estos nos permiten ver partes del sol que no se podrían ver directamente sin la ayuda de la luna tapando el disco de la fotosfera. En este caso en concreto es la parte de la atmósfera externa del Sol, que se llama corona, y que aparece diferente en cada eclipse", apunta el astrofísico Juan Ángel Vaquerizo. "La corona es una zona del Sol muy importante porque en ella se producen fenómenos que afectan a la Tierra, como eyecciones de masa coronal, capaces de provocar efectos no demasiado buenos para los aparatos electrónicos, por lo que conviene estar prevenidos".

"Si somos capaces de observar la corona en esos momentos de totalidad, obtendremos un montón de información que nos puede servir para caracterizar mejor la corona y conocer mejor su comportamiento. De otra manera, habría que hacerlo con otros procedimientos", agrega.

Con el objetivo de profundizar en el estudio de la corona solar, la NASA también ha otorgado fondos para que tres equipos realicen investigaciones de ciencia ciudadana durante el eclipse del 8 de abril. En estos experimentos, los voluntarios ayudarán a estudiar el Sol y su atmósfera exterior.

Bajo el acrónimo DEB (iniciales de Dynamic Eclipse Broadcast, o 'transmisión dinámica del eclipse'), la primera de estas iniciativas estará supervisada por científicos de la Universidad del Sur de Illinois Carbondale, quienes coordinarán a decenas de voluntarios mientras capturan imágenes de la corona desde más de 70 lugares diferentes a lo largo de la banda de totalidad y fuera de ella. Al comparar estas imágenes entre ubicaciones, los astrofísicos rastrearán columnas de material solar en la corona, difícil de estudiar, estimando tanto su velocidad como su aceleración, y vinculando estas observaciones con las de las naves espaciales de la NASA.

En segundo lugar, el experimento Citizen Continental-America Telescopic Eclipse (CATE) contará con la ayuda de más de 35 equipos científicos voluntarios en todo Estados Unidos para estudiar los cambios en la corona y el viento solar, tomando imágenes con luz polarizada, lo que ayudará a los astrónomos a estudiar con mayor precisión la estructura de la corona.

Finalmente, el proyecto Eclipse Megamovie 2024, dirigido por la Universidad Estatal de Sonoma en California, estudiará cómo fluye el gas sobrecalentado, o plasma, a través de la corona y la cromosfera -la delgada capa de la atmósfera solar situada justo debajo de la corona-.

Para este experimento, aproximadamente un centenar de voluntarios tomarán fotografías del eclipse, utilizando cámaras instaladas en monturas ecuatoriales para compensar la rotación de la Tierra, que proporcionarán más de 1.200 fotografías del fenómeno astronómico. Este mismo proyecto se llevó a cabo durante el eclipse solar total de 2017, pero ahora, dado que el Sol está cerca de su ciclo de mayor actividad, se espera que la información proporcionada sea más significativa y que las imágenes procesadas sean también más impresionantes visualmente.