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Los candidatos presidenciales de México celebran un primer debate electoral marcado por el perfil bajo y el caos

  • El debate marca el inicio de los comicios del próximo 2 de junio, los más grandes de la historia del país
  • Ninguno de los candidatos cuenta con gran popularidad entre los electores

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México celebra su debate a las elecciones presidenciales con candidatos de perfil bajo

México ha celebrado el domingo su primer debate presidencial entre los tres candidatos a gobernar el país norteamericano. La oficialista Claudia Sheinbaum, líder en las encuestas, se enfrentará a los opositores Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez en unas elecciones que, al contrario de las anteriores, carecen de figuras destacadas. Esta primera confrontación marca el rumbo a los comicios del 2 de junio, los más grandes de la historia del país, con más de 20.700 cargos públicos en juego.

Con cierta salvedad de Sheinbaum, que dirige el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), ninguno de ellos cuenta con una gran popularidad. El debate ha transcurrido sin sorpresas en cuanto al fondo de los temas que más preocupan a los mexicanos como la corrupción, la violencia, la sanidad o los crímenes machistas, y por el caos en el control de los tiempos adjudicados a los candidatos.

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A su llegada al Instituto Nacional Electoral, la líder de Morena se encontró con una manifestación de apoyo y gritos de “presidenta” por parte de sus compañeros de candidatura. Xóchitl Gálvez, dirigente del frente opositor Fuerza y Corazón por México, llegó al centro de debate montada en su bicicleta y sin sus habituales vestidos de origen indígena, elemento que ha sido característico de su campaña.

El último en pisar la sede del debate presidencial fue Jorge Álvarez, que pronosticó “mejores tiempos” para México acompañado de su familia.

Antes del inicio del debate, los tres candidatos se codearon con los principales liderazgos de sus formaciones, quienes se encargaron de caldear el ambiente desde primera hora. Las acusaciones entre candidatos afloraron rápidamente, con Gálvez tildando a Sheinbaum de "fría" y sin corazón", un mantra que se ha repetido entre los detractores de la candidata oficialista.

La líder de Morena contraatacó criticando la honestidad de Gálvez al tacharla de "mentirosa" ante el incumplimiento de su promesa de donar su apartamento a causas sociales. "De los tres que estamos aquí, la única que tiene resultados en transparencia y en combate a la corrupción, soy yo", señaló Sheinbaum.

Por su parte, Álvarez mantuvo una postura más sosegada y se limitó a señalar una "necesaria investigación del actual Gobierno" para "combatir la corrupción", como reflejo de su bajo perfil y su posición a la cola en intención de voto.

La oposición otorga la victoria a Gálvez

El Partido Acción Nacional (PAN), el Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México durante 70 años ininterrumpidos, y el de Revolución Democrática (PRD), que integran la coalición de Gálvez, la situaron como ganadora del debate.

“No tengo la menor duda de que Gálvez será quien resulte triunfadora por las propuestas que exponga y por el contraste necesario que debe darse”, expuso el presidente del PAN, Marko Cortés.

Por su parte, en el bando oficialista, el representante del PT Gerardo Fernández Noroña y líder de la bancada morenista en el Senado, Ricardo Monreal, más allá de apoyar a Sheinbaum, se limitaron a mencionar la crisis diplomática entre México y Ecuador.

“Es parte de la conjura de las derechas [cuya acusación relaciona indirectamente a la conservadora Xóchitl Gálvez] que está buscando golpear, descalificar o desestabilizar al Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador”, ha opinado Noroña.

Por su parte, Sheinbaum se limitó a señalar en el debate la "honestidad" del actual presidente mexicano y cómo "nunca podrán decir lo mismo de los presidentes del PRIAN [los partidos PRI y PAN] que representa la candidata Gálvez".