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La crisis de la sanidad pública vasca, joya de la corona del autogobierno, centra la campaña del 21A

  • Era considerado hasta la pandemia uno de los mejores sistemas sanitarios de España
  • Los partidos de la oposición e incluso sus socios del PSE cargan contra la gestión del PNV

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Manifestación contra del "desmantelamiento" de la sanidad pública el año pasado en San Sebastián
Manifestación contra del "desmantelamiento" de la sanidad pública el año pasado en San Sebastián EFE/ Javier Etxezarreta

Sin terrorismo desde hace más de una década, y con la cuestión nacional en un discreto segundo plano, el arranque de la campaña electoral en el País Vasco se centra en aspectos del día a día de los vascos, y entre ellos el tema estrella está siendo Osakidetza, el servicio público de salud. Buena parte de los actos, de las promesas y de los programas de las distintas formaciones ponen su atención en la sanidad, y con cómo recuperar el prestigio perdido en los últimos años.

Y es que la sanidad autonómica ha pasado de tener una imagen positiva para el 84 % de los ciudadanos de Euskadi en 2019 a ser el principal problema de los vascos, por delante de la vivienda o el empleo, según el reciente CIS preelectoral

Para EH Bildu, principal partido de la oposición al actual Gobierno PNV-PSE, Osakidetza es el “paradigma del declive” que se vive en las últimas tres legislaturas en el País Vasco y se ha comprometido a ser el “desfibrilador” que reanime este servicio público. Cargan especialmente contra las promesas del candidato peneuvista, Imanol Pradales, que se presenta como “si hubiera estado en la oposición”

Podemos, por su parte, ha denunciado que la sanidad ha pasado “de ser la joya de la corona a un enfermo crítico que necesita reanimación urgente” y Sumar ha pedido “blindarla”, mientras que el PP denunció una “sanidad y una educación de segunda división” por culpa de un PNV que hace “prevalecer la ideología sobre el servicio público”.

Del otro lado, los jeltzales defienden que Osakidetza será su “máxima prioridad” en la próxima legislatura y se comprometen a que el sistema de salud siga siendo la “joya de la corona, la que mejor y más brilla”, según señaló Pradales el lunes. El partido ha replicado a las críticas reivindicando que es el que ha “ideado, levantado y defendido” Osakidetza en estos 40 años de Gobierno casi ininterrumpido, aunque reconocen que a pesar de ser un "buen sistema de salud, no es suficiente, está claro". En una delicada situación intermedia está el PSE, que gobierna junto al PNV pero no tiene las competencias sanitarias. En campaña han cargado contra el “declive” de la salud tras tener una "sanidad que era líder y la envidia de este país" en tiempos del lehendakari socialista Patxi López.

¿Qué ha pasado con Osakidetza?

Pero, ¿cómo ha llegado a este punto Osakidetza? El punto de inflexión fue la pandemia, que mostró las costuras del sistema. La COVID-19 disparó de 57 a 90 los días de espera media para ser operado. Tres años después, en junio de 2023, el Ministerio de Sanidad cifraba la demora media para intervenciones quirúrgicas en 68 días.

Sigue siendo uno de los tiempos más bajos del país -es la tercera comunidad con menos lista de espera, por detrás de Madrid (45 días) y Galicia (66)-, mientras que el número de pacientes esperando por cada 1.000 habitantes, otro indicador habitual para medir el estado de la sanidad, también es pequeño en comparación con otras comunidades -con una tasa de espera de 10,88 pacientes por cada millar, solo está por detrás de Melilla y Madrid-.

Pero aunque la situación no parece a priori tan negativa, la clave es el empeoramiento tras la crisis sanitaria. La lista de espera se ha disparado un 27% tras la irrupción del coronavirus, y los retrasos en el programa de screening para hacerse una mamografía son especialmente significativos, de hasta 11 meses, según la radiografía sobre la sanidad vasca que publicó RTVE.es el año pasado

Por número de profesionales, en el sistema público hay 0,77 médicos de Atención Primaria por cada mil habitantes, por debajo del 0,78 de la media nacional, aunque en relación con los facultativos especialistas el porcentaje sube a 2,46 por mil habitantes, por encima del 2,14 de la media. En este caso, el Gobierno Vasco alega que hay una falta de profesionales generalizada para cubrir las bajas, las jubilaciones y todas las plazas necesarias.

Un “agujero negro”

Osakidetza “es un auténtico agujero negro porque se está gastando más que nunca en salud y al mismo se está teniendo una calidad peor en los últimos años. Es un problema de gestión muy claro", según asegura a RTVE.es Koldo Unceta, catedrático jubilado de Economía de la Universidad del País Vasco. Un estudio de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad revela que Euskadi es la segunda comunidad tras Asturias que mayor gasto sanitario por habitante destinó en 2023, 2.130 euros.

Para la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública Vasca, formada en 2020 por trabajadores del servicio, el coronavirus sacó a la luz las carencias de un sistema público de salud "que se enfrentó a la pandemia en cueros" con altas tasas de temporalidad y con una gestión de lo público "con criterios economicistas", señalaba a EFE una de sus impulsoras, Maite Alonso.

La clave para este movimiento está en el descuido "paulatino" de la Atención Primaria y contraatacan contra el discurso del Ejecutivo autonómico sobre la falta de personal generalizada: “Lo que no se ofrece son buenas condiciones laborales y por ello hay fuga de profesionales”.

¿Qué proponen los partidos?

Frente a ello, los partidos han desplegado un arsenal de propuestas que centran buena parte de sus actos y mítines, en especial los de aquellos en la oposición.

PNV

  • Un "acuerdo de país" con las distintas administraciones implicadas, partidos, agentes sociales y profesionales de Osakidetza
  • Un plan de choque en atención primaria para que todos los pacientes puedan ser atendidos en un plazo máximo de 48 horas
  • Reducir las listas de espera para operaciones quirúrgicas no urgentes a 50 días de "mediante la reorganización y refuerzo en la contratación del personal necesario"
  • Una inversión de 1.250 millones de euros: 250 millones en el mantenimiento y adecuación de las infraestructuras y equipamientos actuales, y 1.000 millones en la renovación de equipamientos y construcción de nuevas infraestructuras estratégicas.

EH Bildu

  • Ampliar la plantilla de la Atención Primaria en un 10% y establecer ratios mínimas
  • Reducir las listas de espera, estableciendo turnos de tarde en las OSI, Organizaciones Sanitarias Integradas
  • Actualizar el convenio laboral pendiente de renovar desde 2009, cambiar el modelo de contratación ofreciendo "puestos de trabajo estables y de larga duración" y las ofertas públicas de empleo
  • Aumentar el número de contrataciones en las especialidades de psicología, psiquiatría

PSE

  • Un nuevo incremento de la plantilla estructural de Osakidetza en, al menos, 2.000 nuevas plazas al inicio de la legislatura
  • Recuperación absoluta de la normalidad asistencial prepandémica, restableciendo servicios suspendidos y culminando ofertas públicas de empleo
  • Plan de Optimización Asistencial para reducir las listas de espera

Podemos

  • Aumento de la inversión en sanidad hasta alcanzar el 7% del PIB.
  • Revisión de los conciertos con la Clínica de la Asunción de Tolosaldea y del Hospital Oncológico de Donostia.
  • Atención primaria: incrementar la financiación hasta el 25% del presupuesto sanitario, aumento de plazas de personal y reducción de las ratios de atención.
  • Reducir las listas de espera: 48 horas en atención primaria, 15 días para especialistas y máxima de acuerdo con la gravedad para operaciones quirúrgicas.
  • Salud mental: mínimo de 18 psiquiatras, 20 psicólogos clínicos y 23 profesionales de enfermería especializados por cada 100 000 habitantes.

PP

  • Plan de choque a la atención primaria que contribuya a cubrir la falta de especialistas. Actualizar el plan de reducción de listas de espera.
  • Reorganizar la actividad de los centros de salud, redefinir los ratios de personal, realizar una revisión de los cupos asignados y rediseñar las agendas de los profesionales.
  • Suspender la exigencia del euskera en el acceso a un puesto en Osakidetza hasta que se estabilice la plantilla. Revisar la normativa de los perfiles lingüísticos y su valoración como mérito.
  • Realizar una auditoría externa sobre el control del gasto en Osakidetza

Vox

  • Límite máximo de 35 pacientes por día en las agendas médicas.
  • Eliminar el acceso a la sanidad a inmigrantes ilegales.
  • Revertir el cierre de los Puntos de Atención Ciudadana (PAC) y apertura de todos los centros de salud en verano, Navidad y festivos.
  • Creación de una tarjeta sanitaria única.

Sumar

  • Blindar la sanidad pública en los presupuestos aumentando la inversión hasta el 7% del PIB y ampliar la cartera de servicios a: atención bucodental, ginecológica, oftalmológica, nutriología, podología o salud mental.
  • Establecer por ley un mínimo de inversión del 25% del gasto sanitario a la Atención Primaria y creación de un Plan de retorno de profesionales de la Atención Primaria.
  • Reducir los tiempos de espera un 25% para cirugías y un 50% para pruebas diagnósticas consultas de especialista, y establecer tiempos de espera máximos de 48 horas para atención primaria.
  • Plan integral de Salud Mental aumentando la ratio a 18 profesionales por cada 100.000 habitantes.