El exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas inicia una huelga de hambre en la cárcel

• El equipo jurídico del político confirma que se encuentra en una celda sin ventana e incomunicado
• Glas fue evacuado el martes a un hospital por causas médicas y reingresó después en prisión

El exvicepresidente Jorge Glas en el momento de su arresto

El exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas ha iniciado este miércoles una huelga de hambre desde prisión para protestar contra su arresto. El político se encuentra en un recinto de alta seguridad de Guayaquil después de que la Policía asaltara la Embajada de México.

Una de las abogadas de Glas, Sonia Vera, ha confirmado a RTVE.es que el exvicepresidente permanece en una celda de tres metros por tres en La Roca, la cárcel de máxima seguridad de Ecuador, sin ventanas e incomunicado del resto de presos.

Según explica, el político se ha puesto en huelga de hambre para denunciar "la persecución política y el secuestro injusto" que sufre.

En una publicación en la red social X, la letrada ha compartido una videollamada con el político en la que Glas afirma que ha sufrido agresiones por parte de los agentes de Policía.

El lunes, Glas fue hospitalizado de emergencia tras una aparente descompensación que, según un parte policial al que tuvo acceso la defensa, pudo estar causada por una sobredosis de medicamentos, mientras que las autoridades penitenciarias lo atribuyeron a su negativa a ingerir alimentos.

Por su parte, el equipo del expresidente Rafael Correa ha confirmado a RTVE.es que Glas intentó suicidarse.

Un día después, la Organización de Estados Americanos (OEA) ha condenado la incursión en la embajada de México.

Se encontraba en la embajada desde diciembre de 2023

Glas se encontraba en la Embajada de México en Quito desde el 17 de diciembre de 2023, a donde había ingresado en calidad de huésped para después solicitar asilo al declararse un perseguido político y víctima de 'lawfare' (utilización del aparato judicial contra adversarios políticos), lo que el Gobierno ecuatoriano rechaza enfáticamente.

El exvicepresidente, que ocupó el cargo durante el mandato presidencial de Rafael Correa (2007-2017) y a inicios también de la administración de Lenín Moreno (2017-2021), tenía una orden de detención para su reingreso en prisión al encontrarse imputado por malversación de fondos públicos en el caso de la reconstrucción tras el terremoto de 2016.

La Justicia también había dictaminado que debía volver a prisión para acabar de cumplir una pena de ocho años de cárcel por dos condenas por cohecho y asociación ilícita, la última de ellas en el marco del caso Odebrecht, de las que ya purgó cerca de cinco años entre 2017 y 2022.