El gobierno golpista de Mali suspende los partidos políticos alegando razones de "orden público"
- Asegura que busca crear "un clima de serenidad" para "reforzar la cohesión nacional debilitada por una década de inseguridad"
- La junta militar maliense se hizo con el poder tras un golpe de Estado en 2020
El gobierno golpista de Mali ha suspendido este miércoles las actividades de los partidos políticos y las actividades de carácter político de las asociaciones "hasta nueva orden" alegando razones de "orden público".
El ministro de Administración Territorial, Abdoulaye Maïga, ha anunciado la medida. Esta se justifica en que "las acciones de subversión de los partidos políticos y de sus aliados no hacen más que multiplicarse" a pesar "de la voluntad y la disponibilidad de las autoridades", ha dicho por su parte un comunicado gubernamental.
"En vista de ello, por razones de orden público, el proyecto de decreto aprobado suspende las actividades de los partidos políticos y las actividades políticas de las asociaciones hasta nuevo aviso en todo el territorio nacional", puede leerse en el comunicado.
Busca crear "un clima de serenidad"
Según el gobierno golpista de Mali, la decisión busca crear un "clima de serenidad y no de algarabía" para "reforzar la cohesión nacional debilitada por una década de inseguridad".
El Ministerio de la Administración Territorial de Mali ha asegurado que la medida pretende "crear las condiciones previas para llevar a cabo las actividades de la transición, en particular el diálogo intermaliense por la paz y la reconciliación nacional".
Asimismo, ha afirmado que ese diálogo persigue "reparar el tejido social y reforzar la cohesión nacional", lo cual se debe hacer "en un clima de serenidad y no de algarabía".
En esa línea, Maïga ha trasladado a los presidentes de los partidos políticos y de las asociaciones cuya actividad está suspendida que "la vuelta segura al orden constitucional es una de las prioridades" del gobierno.
Crisis en Mali
La suspensión se ha producido en un contexto de críticas al hecho de que la junta militar maliense, que se hizo con el poder tras un golpe de Estado en 2020, no haya convocado elecciones tras ir dando plazos de transición a la democracia que no ha cumplido.
El último de los plazos terminó el pasado 26 de marzo, cuando acabó un periodo de transición de 24 meses establecido por el gobierno golpista en 2022. Cumplida esa fecha, la junta militar no se ha pronunciado sobre un eventual proceso electoral.
Además de inestabilidad política, Mali sufre ataques terroristas continuos perpetrados por grupos leales a Al Qaeda y al Estado Islámico y registra una tasa de extrema pobreza que afecta a un 49% de la población.