El ciberacoso a menores, cada vez más frecuente: "Es un círculo del que no se puede salir cediendo"
- El acosador se hace pasar por otra persona para extorsionar a los menores y conseguir imágenes explícitas
- La Policía insiste en concienciar a los más jóvenes sobre la importancia de la denuncia
El acoso sexual a menores a través de las redes sociales es cada vez más frecuente y, además, tiene detrás un perfil cada vez más joven. Muchas veces, incluso, son menores de edad tanto la víctima como los agresores.
Ante ello, la Policía insiste en concienciar a los más jóvenes sobre la importancia de la denuncia. "Es un círculo del que no se puede salir cediendo, se sale rompiéndolo recurriendo a la policía y a los padres", asegura a TVE el subinspector de la unidad central de ciberdelincuencia Eduardo Casas.
Uno de los últimos casos de ciberacoso es el de un menor que llevaba más de dos años extorsionando a otras jóvenes en Internet para conseguir material de contenido sexual. La Policía ha conseguido detenerlo tras más de 20 denuncias por toda España. A los investigadores les ha sorprendido, de hecho, la crueldad con la que actuaba.
Señales de acoso
El acosador comenzaba buscando a sus víctimas con el buzoneo, es decir, mandando todos los mensajes que podía a todas las chicas que encontraba hasta que alguna de ellas respondía y picaba el anzuelo.
Según afirma la investigadora Lola Peña, el joven se hacía pasar por otra persona y extorsionaba a las menores para conseguir contenido cada vez más explícito. Se caracterizaba por empezar las conversaciones de forma muy amigable, pero pronto cambiaba su conducta a una "cruel y falta de empatía".
El detenido, que tenía 15 años cuando comenzó su acoso, amenazaba a las jóvenes con difundir sus imágenes en otros colegios, entre otras cosas. Hasta 22 chicas de diferentes partes de España llegaron a denunciar la situación a la Policía.
Un adulto podría acumular hasta 100 años de cárcel
"Los acosadores sexuales de menores son como fotocopias, tienen comportamientos muy parecidos", explica Casas. Y, desde el anonimato de las redes, pueden creer que no les pillarán. Pero obligar a enviar imágenes sexuales, aunque no se toque a la víctima, es un delito muy grave.
Como recuerda el catedrático en derecho penal Eduardo Ramón Rivas, "ya hay una jurisprudencia reciente que entiende que la distancia no es obstáculo para entender que existe una agresión sexual o violación". La ley del 'solo sí es sí', además, introduce el agravante de la falta de consentimiento.
En la situación del menor detenido por extorsionar a 22 jóvenes, un adulto podría llegar a acumular hasta 100 años de cárcel.
La importancia de denunciar
Las víctimas de este tipo de acoso, sin embargo, apenas denuncian. Sentimientos como la culpa o la vergüenza suelen frenar a las menores, mientras que los expertos apuntan a la necesidad de que los padres y tutores tengan un papel más activo.
Luciana tenía 13 años cuando comenzó a sufrir acoso sexual a través de las redes, pero nunca lo denunció. "Si tienen la posibilidad de escribirme, también la tienen de encontrarme y de hacerme algo que no quiero", dice ahora ante las cámaras de TVE.
El decano del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, José Antonio Luego, señala la estigmatización de la denuncia como algo sumamente perjudicial. Muchas veces, dice, denunciar implica involucrarse en procesos largos y complejos que son también "revictimizantes".
En este contexto, los expertos consideran que es vital que los padres tomen la delantera al agresor y que acompañen a sus hijos desde los primeros momentos en los que acceden a Internet.
Especial cuidado se debe tener igualmente con la pornografía, pues, según la directora de las líneas de ayuda de la Fundación Anar, Diana Díaz, "está siendo donde los jóvenes aprenden formas violencia sexual".