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Notre Dame de París, tras cinco años del incendio: la nueva aguja ya luce sin andamios

  • La apertura de la catedral está prevista para el 8 de diciembre de 2024
  • El presidente francés anunciaba la creación de un museo al lado de Nuestra Señora de París

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Notre Dame ya tiene fecha de apertura cinco años después del incendio

Hace cinco años, el 15 de abril de 2019, el mundo se llevaba las manos a la cabeza. El cielo de París se teñía de gris y no era por la típica grisaille parisina, sino por lo que estaban viendo los turistas y ciudadanos de la capital gala. Sus miradas aterradas se dirigían a uno de los iconos de la ciudad: la catedral de Notre Dame.

Esa tarde más de 400 bomberos se desplazaron para acabar con las llamas que derrumbaron “el bosque” (dos tercios del techo) y la aguja de este monumento. La caída de esta última se convirtió en una imagen de lo que supuso la quema de la catedral. 

"Se quemó la cubierta, que era de estructura de madera, y la aguja, que era también de estructura de madera recubierta de plomo. Todo eso se quemó completamente. Y las afecciones a la estructura fueron por la caída de la aguja, pero la caída también de todos los troncos ardiendo de la cubierta. Si no hubiese sido por la intervención de los bomberos, la cosa podría haber ido a más. Evidentemente, se salvó la estructura más importante, por así decirlo. Y sobre todo, se tienen las suficientes referencias, informes y datos gráficos para poder reconstruir la iglesia como era", ha explicado al canal 24 Horas, José Simó Cantos, doctor arquitecto.

Cinco años después del incendio, la aguja de la catedral de Notre Dame de París vuelve a ser visible

Una imagen combinada muestra el humo mientras el fuego envuelve la aguja de la catedral de Notre Dame en París, Francia, el 15 de abril de 2019 y una vista de la nueva aguja, coronada por el gallo y la cruz mientras continúan los trabajos de restauración en Notre Dame en París, Francia, 30 de marzo de 2024 REUTERS/Benoit Tessier y Gonzalo Fuentes

Y así ha sido, una reconstrucción idéntica de la aguja de 500 toneladas (aportación de Viollet-le-Duc en el siglo XIX) vuelve a coronar la catedral a 96 metros de altura. 

Pero esta aguja tiene una novedad: el gallo. No se trata del mismo animal forjado en 1835, sino que es una nueva creación de Philippe Villeneuve, el arquitecto jefe de los monumentos históricos franceses y el responsable de la restauración. Hace unos meses esta figura de cobre recubierta de oro, surcó los cielos, eso sí, no sin antes recibir la bendición del Obispo de París, Laurent Ulrich

Villeneuve, el encargado de este proyecto, ha querido mantener la estructura tal y como estaba. “Queremos restaurarla tal y como estaba, porque pensamos en aquellas personas de todo el mundo que se emocionaron viendo cómo la destruía el fuego y después hicieron donaciones”, explicaba a Informe Semanal.

No recomendado para menores de 7 años Informe Semanal - El renacer de Notre Dame
Transcripción completa

Mirar hacia arriba para entrever, la nueva aguja de Notre Dame que,

a pesar de estar cautiva y encerrada en este armazón

de seiscientas toneladas de andamios,

vuelve a formar parte del paisaje de París.

Los hierros tampoco dejan ver con claridad,

la cruz y el gallo con alas de fuego que la coronan,

pero sus destellos dorados,

simbolizan para muchos el renacer de un icono,

que, quizá nunca pensaron que fuese vulnerable.

Nací en este edificio, jugaba en el jardín de Notre Dame

Nací en este edificio, jugaba en el jardín de Notre Dame

cuando era pequeño.

Nunca piensas que se pueda quemar, es un monumento,

y solo ves que es cierto cuando sucede.

Ahora es agradable ver que la obra avanza con rapidez

y que se inaugurara pronto.

Esto nos consuela.

El día despejado sin nubes, ni riesgo de lluvia,

nos permite ascender por las tripas de andamios

para llegar al coro medieval.

Desde arriba comprobamos que estamos en pleno corazón

de la ciudad, en la isla que forma y abraza el Sena

que también divide Paris en dos orillas .

A golpe de hachas especiales, algunas copiadas de modelos

del siglo XII, y como hacían los artesanos de la Edad Media,

unos 30 carpinteros formados en esta técnica,

han trabajado la madera de roble.

Han acabado, recientemente, la estructura del tejado,

que forma parte de lo que llaman "el Bosque".

Es el lugar donde todas las piezas de madera

se encuentran y se cruzan en varias posiciones.

Cuando solo cuentas con un hacha, tienes que tener un plan preciso;

creo en la belleza de la sencillez

para llegar a cosas complejas, es genial.

París a nuestros pies,

nos encontramos a 45 metros de altura en el ábside,

la última obra terminada y de hecho

ya vemos que han colocado el ramo de flores

como hacían los carpinteros de la antigüedad.

Fieles a un rito decimonónico, hace unos días,

el más joven de ellos amarró las flores recogidas

alrededor de la gran obra de Notre Dame.

Una obra en la que se mezclan las técnicas de ayer con las de hoy

para respetar el espíritu de una catedral gótica.

En este taller se recupera la mirada de aquellos hombres del medievo

hacia el bestiario mágico y esotérico de las gárgolas

y las quimeras que ahora restauran o hacen de nuevo.

Primero hacen el modelo pequeño y si el arquitecto les da el visto

bueno, la realizan en las dimensiones originales.

Con las fotos antiguas vemos todas las partes que les faltaban,

orejas, dientes.

Intentamos hacerlo muy cercanas al original,

seguir el rastro de cómo eran,

respetar los restos para involucrarnos

lo mínimo en la creación.

Pero Notre Dame tuvo otro renacer, una segunda vida,

en el siglo XIX de la mano del arquitecto Viollet-Le-Duc,

el creador de la aguja de madera desparecida en el incendio de 2019.

La nueva es idéntica

y también se eleva a 96 metros del suelo.

Queremos restaurarla tal y como estaba,

porque pensamos en aquellas personas de todo el mundo

que se emocionaron viendo como la destruía el fuego

y que después hicieron donaciones.

Y así se les vamos a devolver la catedral en unos meses;

la encontraran más hermosa aún porque estará completamente limpia.

Por dentro, las heridas del incendio han dejado un espacio desnudo,

pero en él empiezan a emerger colores que no se veían antes.

Los de sus frescos, por ejemplo, tapados por la suciedad

y el polvo del paso del tiempo.

O los de las vidrieras

que tras ser sometidas a un tratamiento de limpieza

y conservación cumplen mejor con su misión de dar luz

a la nave central y a las capillas.

Notre Dame vaciada también de sus tesoros y reliquias;

pero incluidas en el programa de restauración.

A las afueras de París, y de manera excepcional,

nos dejan entrar en esta nave.

Enclavada en un polígono industrial como cualquier otro, por razones

de seguridad, nada hace sospechar que aquí se guarda otro tesoro.

Años de trabajo para devolver el esplendor a estos grandes

cuadros, a los que llaman

"Los mayos".

Trece en total.

Los que ya están terminados aguardan en esta sala, acondicionada

con una luz y una temperatura especial,

volver a las capillas de la catedral

Algunos de estos cuadros fueron donados los meses de mayo

por la Hermandad de Orfebres,

era una práctica que se realizó desde 1630 hasta 1707.

Son cuadros grandes

y todos tiene una particularidad común

y es que tienen motivos de la Virgen.

En la sede de lo que es el Patrimonio Nacional francés,

se repara así, la alfombra central, un tapiz de 25 metros de largo,

que el rey Felipe I regaló a la catedral en 1841.

En aquellos tiempos fue tejido así, con la técnica de la trama

y urdimbre que siguen utilizando en estos talleres.

El tapiz de Notre Dame fue modificado años después.

La Fábrica tuvo que destejer los símbolos de la realeza

para sustituirlos por rosetas o por dibujos de piedras preciosas.

Había que eliminar todo lo que tenía que ver con la realeza

cuando se acabó el sistema monárquico.

El tapiz de Notre Dame fue modificado años después.

La Fábrica tuvo que destejer los símbolos de la realeza

para sustituirlos por rosetas o por dibujos de piedras preciosas.

llegó aquí al siguiente día del incendio.

El primer paso fue secarlo y aspirarlo porque llegó

con humedades, polillas, y desgarros.

La manipulación de la alfombra es lo que plantea más problemas,

Es tan pesada que complica las cosas.

Otra dificultad es encontrar los colores originales,

a pesar de que en su carta tienen hasta dos mil tonalidades diferentes

Es importante encontrar los colores correctos

para demostrar que esta alfombra no ha sido restaurada,

que fue así de bonita siempre.

Se demuestra que la restauración tuvo éxito a la vez

que ya no se ve con los defectos.

No muy lejos aquí, en el Museo del Louvre,

se exponen muchas de las reliquias que los bomberos

pudieron salvar del fuego, como ésta,

la Corona de Espinas de Jesucristo.

Aquí también podemos ver la Corona y la Mano de la Justicia

que lució Napoleón Bonaparte en día de su coronación en 1804

en Notre Dame.

Y es que mirar Notre Dame es mirar la Historia de Francia.

Superviviente de revoluciones, lugar de la beatificación

de Juana de Arco; testigo de las dos grandes guerras

y de la ocupación nazi, y actriz de los hermanos Lumiére.

Quizá por eso se entiende la conmoción que causó

ver en directo como aquel 15 de abril de 2019

las llamas devoraban una parte de ella;

o que las donaciones para su restauración,

tanto nacionales como mundiales,

hayan alcanzado los 840 millones de euros.

Cada año, la catedral recibía unos 13 millones de turistas.

Es como volver a los tiempos pasados y ver como se construye de nuevo

pero con la tecnología de hoy día.

Realmente puedo sentir la emoción

de como aprecian estar arquitectura artística.

La restauración de Notre Dame es también para muchos

una cuestión de Estado,

en la que el presidente de la República, Emmanuel Macron,

ha querido personalizar el proyecto, y lanzar una metáfora sutil:

su paso por el Elíseo y un resurgir de Francia.

No es casual que visitase las obras el pasado 8 de diciembre,

cuando según la fecha puesta por él, faltaba un año justo

para su reapertura al culto.

La catedral pertenece a varias jurisdicciones,

y estas jurisdicciones por definición

desconfían unas de otras.

Es como estar en la Edad Media, donde las disputas entre ellas

hicieron que se archivaran muchos proyectos.

Si no hubiéramos decidido una fecha, todavía estaríamos esperando.

Creo que no tenemos tiempo que perder.

Es una de mis máximas.

pero ya a finales de este año y después de los Juegos Olímpicos,

comerciantes y hosteleros esperan que de nuevo haya más vida

por las visitas de turistas a una Notre Dame renacida,

De momento, ha recogido 130 000 firmas.

Estamos hablando de vidrieras

que no se vieron afectadas por el incendio,

no se destruyeron, no se tocaron.

Están protegidas como monumentos históricos

como el resto de la catedral.

Es parte de un set.

Querer quitar este conjunto, romperlo, es vandalismo.

La catedral tiene una historia y la historia continúa.

También puede haber pinturas, esculturas y tapices contemporáneos

que podrían adornar la catedral.

No hay nada en esta idea, como decirlo,

que me parezca un escándalo.

Es una catedral, tiene vida.

Esta experta habla del temor que siempre se ha tenido en Francia

a modernizar lo clásico.

Le ocurrió a Eiffel cuando presentó su Torre

para la exposición universal de Paris de 1889.

Dijeron que rompía con los modelos estéticos

del momento.

Controversias más cercanas en el tiempo,

la de la Pirámide del Louvre

que también despertó críticas y dudas.

Y ahora, en la calle permanece el debate

de si en esta reconstrucción

se podría haber hecho una aguja diferente

Creo que es bueno, y normal

mantenerla como estaba antes.

Me hubiese gustado algo diferente, pero es solo mi opinión.

Hay muchas personas más tradicionales que se negaron,

y quizá esta sea la idea, que Notre Dame

es un símbolo de la tradición.

Un símbolo que espera abrirse de nuevo el 8 de diciembre

de este año, coincidiendo con el Día de la Inmaculada Concepción.

Quedarán todavía algunos detalles por concluir

y reformas en el patio interior.

La restauración completa esta prevista que termine en 2030,

pero ya a finales de este año y después de los Juegos Olímpicos,

comerciantes y hosteleros esperan que de nuevo haya más vida

por las visitas de turistas a una Notre Dame renacida,

reflejo de más de siete siglos de vida hasta ahora.

El renacer de Notre Dame

Tras la tragedia, las donaciones no paraban de llegar, no solo desde territorio nacional, sino también internacional, alcanzando cerca de los 840 millones de euros. Un dinero que ayuda a los más de 1.000 profesionales que trabajan para “devolver la catedral en unos meses, más bonita aún” porque estará completamente limpia, dice Villeneuve.

Además de la aguja, también se ha reconstruido el armazón de madera del techo siguiendo las técnicas originales del siglo XII, cortando con un hacha manualmente cada pieza. Uno de los carpinteros que trabaja en este proyecto, ha contado su experiencia a RNE. "Es una suerte increíble. Una vez esté abierta va a ser algo impresionante. Poder ver una catedral medieval, completamente nueva, va a ser algo excepcional", dice el trabajador.

Un museo al lado de Notre Dame

El pasado mes de diciembre, el presidente francés, Emmanuel Macron, anunciaba la creación de un futuro museo al lado de la catedral que, además de contar la historia de Nuestra Señora de París y sus diversas obras y modificaciones, será un lugar ideal para que el antiguo gallo, ese que coronaba la aguja antes del incendio, permanezca como testigo de lo que ocurrió aquella noche. Hasta entonces, los turistas pueden verlo expuesto en la Ciudad de la Arquitectura y el Patrimonio de París

Poco a poco, la joya del gótico europeo va recuperando su esplendor. Aunque la restauración total no se espera hasta 2030, el 8 de diciembre de este año es la fecha elegida para que este monumento reabra sus puertas a uno de los lugares más visitados de la ciudad de la luz. 

"Ya han pasado 5 años desde el terrible incendio de Notre Dame de París que nos marcó a todos. Tal y como prometió el presidente Emmanuel Macron, la catedral reabrirá sus puertas el 8 de diciembre, fruto de la determinación y el duro trabajo de todos los implicados en este proyecto histórico", ha publicado la ministra de cultura, Rachida Dati.

Más de 850 años de historia

Las primeras piedras de este edificio se colocaron en el año 1163 para acabar casi dos siglos después. No obstante, a lo largo de casi el milenio que lleva con vida, la construcción ha sufrido grandes variaciones y siniestros. El incendio de 2019 no fue el primero que se produjo en la catedral, ya en 1871 un pequeño fuego amenazó el lugar. Fue durante el levantamiento civil de la Revolución de la Comuna

Cinco años después del incendio, la aguja de la catedral de Notre-Dame de París vuelve a ser visible

Una imagen combinada muestra a los bomberos apagando las llamas de la Catedral de Notre Dame en París el 15 de abril de 2019 y una vista general de la catedral con la nueva aguja, coronada por el gallo y la cruz, mientras continúan las obras de restauración el 30 de marzo de 2024 REUTERS/Benoit Tessier y Gonzalo Fuentes

Pero ni el fuego ni los altercados han podido tumbar este emblema de la isla de la Cité. Dentro y fuera de sus muros han tenido lugar acontecimientos históricos como la coronación de Napoleón Bonaparte (1804), la beatificación de Juana de Arco (1909) o las dos guerras mundiales.

Notre Dame, uno de los edificios más visitados en Europa

Este símbolo de París ha estado representado en numerosas ocasiones en el cine, en la pintura y en la literatura cuando Víctor Hugo la hizo testigo de la historia del jorobado Quasimodo en Nuestra Señora de París (1831). La popularidad de la “esfinge de dos cabezas”, como escribía Víctor Hugo, es indiscutible entre los parisinos y los turistas, ya que recibía más de 14 millones de visitas anuales, posicionándose como uno de los edificios más visitados en Europa.

Para los que no puedan esperar hasta finales de año para volver a disfrutar de sus esculturas, vidrieras u obras de arte, llega a Madrid la exposición Notre-Dame de París. La exposición aumentada. Una muestra que aterriza en la capital el 25 de abril en la que el visitante viajará a través de los más de 800 años de historia de la catedral con la ayuda de una tableta HistoPad.