El mercado del alquiler como factor de desigualdad social: la renta de los caseros duplica la de los inquilinos
- El incremento de precios de la vivienda ha acentuado la desigualdad entre arrendadores y arrendatarios en la última década
- Los hogares de caseros ingresan 51.007 euros anuales, frente a los 19.758 euros de los hogares de inquilinos, según un estudio
El mercado de la vivienda es y ha sido en los últimos años un elemento potenciador de desigualdad entre la población. En la última década, la renta de los hogares ha crecido un 33%, mientras que el aumento en el precio del alquiler ha sido del 77%, más del doble. Esto ha ido afectando a la población: los hogares que viven de alquiler han pasado del 11,2% en 2011 al 19% en 2020, mientras que, por otro lado, los caseros que viven de las rentas del alquiler han ido aumentando su patrimonio y actualmente abarcan el 9,5% de hogares.
Así lo indica el estudio El mercado del alquiler: fuente de desigualdad social, elaborado por el Grupo de Estudios Críticos Urbanos. Este análisis destaca que hay una "marcada desigualdad de ingresos" en función del lugar que se ocupe con respecto a la vivienda: mientras que la renta bruta anual de los caseros es de 51.007 euros, la de los inquilinos baja a 19.758 euros, según datos de la Agencia Tributaria citados en el informe. Si se toma como fuente la Encuesta de Condiciones de Vida, la diferencia está en 56.473 euros para los arrendador frente a los 26.288 euros de los arrendatario.
Lo llamativo de este análisis es que utiliza tres fuentes de información de forma simultánea: la Encuesta de Condiciones de Vida, del INE, la Encuesta Financiera de Familias, del Banco de España; y datos de la Agencia Española de la Administración Tributaria y la Estadística de Declarantes del IRPF. "Todas las fuentes consultadas coinciden en apuntar una marcada desigualdad de renta en función de la posición que se ocupa en el sistema de vivienda", señala el estudio.
Distribución de la desigualdad de renta entre caseros e inquilinos
Según el estudio, "los caseros se agrupan mayoritariamente en los segmentos de ingresos más elevados, en contraste con los inquilinos, que predominan en los niveles de renta inferiores, situándose por debajo del promedio general de los hogares".
No obstante, también analiza diferencias dentro de este grupo y entre el 73 y el 79% de los hogares de caseros está en los dos cuartiles de renta más elevados, mientras que solamente el 25 y el 35% de los hogares de inquilinos se encuentra en los segmentos de renta más altos. Así, dentro de los hogares que tienen mayor renta —ingresos de 45.000 a 55.000 euros al año— incluyen entre un 48 y 57% de los hogares de caseros, mientras que esto solo ocurre entre el 8 y el 14% de hogares de inquilinos.
Por otro lado, los segmentos de ingresos más bajos incluyen entre el 65 y el 75% de los hogares inquilinos, en comparación con el rango del 21 al 27% de los hogares de caseros. En el tramo de renta más bajo —los que ingresan menos de 16.500 - 20.500 euros anuales— se encuentra entre el 36 y el 45% de los hogares de inquilinos, frente a un mero 8-10% de los hogares de caseros.
¿Y si los caseros no tuvieran los ingresos de alquileres?
Según apunta el estudio, los hogares de caseros son el grupo de mayor renta del país, con y sin alquileres. Aunque en la última década han aumentado sus ingresos por el incremento de los alquileres, en el supuesto de que no obtuvieran estos ingresos o se redujeran significativamente los caseros seguirían ocupando el grupo de mayores ingresos del país.
En caso de dejar de obtener estos ingresos, los caseros seguirían percibiendo 20.000 euros más cada año que los inquilinos. Esto subraya "el papel del alquiler como potente mecanismo de amplificación y reproducción de la desigualdad socioeconómica". Así, según datos de la Agencia Tributaria, su renta mediana pasaría de 51.007 euros anuales (con alquiler) a 40.515 euros (sin ingresos por alquiler), lo que continúa por encima de los 19.758 euros que ingresan los hogares de inquilinos.
Así, el estudio ha medido la desigualdad entre ambos colectivos a través de unas ratios. De este modo, la renta de los caseros es entre 2,15 y 2,58 veces superior a la de los inquilinos, y entre 1,46 y 1,69 veces superior a la de los hogares que viven en una vivienda de su propiedad. Si se quitan los ingresos por alquiler, la ratio sigue siendo favorable a los arrendadores y sería entre 1,82 y 2,13 veces superior a la de inquilinos.
Medidas para mitigar la desigualdad vinculada al rentismo
Con estos datos, el informe señala que el mercado del alquiler es un agente protagonista en la desigualdad social. "Las subidas tan bruscas de los precios de los alquileres durante la última década han impulsado un proceso masivo de transferencia de rentas de la población inquilina a los caseros", indica. En este contexto, hace hincapié en que las medidas llevadas a cabo para contener los precios "no han logrado mitigar la creciente desigualdad social vinculada al rentismo en el acceso a la vivienda".
Así, apuesta por políticas para "reducir la transferencia regresiva de rentas de los inquilinos hacia los caseros", así como otras reorientadas a reducir precios del alquiler para ajustarlos a los ingresos de los hogares de inquilinos para poder satisfacer sus necesidades básicas residenciales, y reequilibrar la desigualdad social que hay con los arrendatarios.