Detienen a 13 guardias penitenciarios acusados de torturar a reclusos en un centro de menores en Italia

• Según el defensor de los derechos de los prisioneros, los reclusos sufrían maltratos desde al menos el 2022
• La fiscal afirma que las agresiones se usaban como castigos contra los jóvenes detenidos

Un preso en la cárcel de San Vittore en Milán, Italia

La Policía italiana ha detenido este lunes a 13 agentes penitenciarios que han sido señalados como sospechosos de torturas y maltratos a jóvenes recluidos en centros de Milán. La acusación en su contra incluye los delitos de lesiones, así como complicidad en el mismo, en perjuicio de menores y, en un caso, tentativa de violencia sexual, con las agravantes de indefensión de las víctimas y abuso de poder.

Además de enviar a prisión preventiva a estos funcionarios, 12 de los cuales trabajaban en el centro Cesare Beccaria, la Fiscalía milanesa también ha suspendido a otros ocho agentes. La investigación, motivada por informes del defensor de los derechos de los presos, hizo uso de las declaraciones de los jóvenes detenidos del susodicho centro y de grabaciones de escuchas telefónicas e imágenes de las cámaras del correccional. Los hechos perpetrados ocurren al menos desde el año 2022 hasta la actualidad.

"Los sospechosos creían que sus acciones estaban justificadas en tanto que eran educativas, como respuesta al mal comportamiento de los reclusos, pero se trataba de una violencia ilegal", ha señalado la fiscal Letizia Manella en una rueda de prensa, donde ha denunciado la "violencia extrema" del centro, tanto "física" como "verbal y emocional". "Cada vez es más necesario contar entre los agentes con personas más adecuadas que sepan cómo reaccionar ante la violencia que sufren por parte de estos niños", ha declarado.

Hacinamiento y condiciones precarias

Según el fiscal jefe de Milán, Marcello Viola, los jóvenes no podían protegerse en el momento de las agresiones, llevadas a cabo de tal manera que no dejaran marcas visibles, al encontrarse esposados. Viola se ha referido a las condiciones de escasez de personal del centro, así como la necesidad de "una mayor capacitación" del mismo, subrayando que se trata de "un asunto doloroso".

Antigone, una organización que vela por el bienestar de los prisioneros del país, ha dicho que hay 532 detenidos juveniles en 17 centros de reclusión desde febrero, un aumento significativo desde el 2022, cuando la cifra se ubicaba en 381. Es una situación que refleja la tendencia de crecimiento de la población recluida que enfrenta situaciones de hacinamiento y condiciones precarias gracias a una reducción en la financiación que la vuelve insuficiente, según los informes de la organización.

Desde el centro de reclusión, que emplea a 50 agentes y lleva 20 años sin nombrar a un director, no se han pronunciado al respecto. Por otro lado, el Sindicato Italiano de Trabajadores de la Administración Pública (UILPA por sus siglas en italiano) ha declarado que se encuentran "consternados" por los resultados de la investigación. "Sabemos que los agentes penitenciarios a lo largo de Italia operan con profesionalidad y humanidad; sin embargo, confiamos en el poder judicial para aclarar el asunto lo antes posible", ha afirmado el secretario general de la sección de la policía penitenciaria en el sindicato Gennarino De Fazio.