Mujeres profesionales de la industria literaria: secretos y verdades del oficio de escribir
- Directoras de feria, guionistas, editoras, agentes, ilustradoras cuentan sus claves
- Charlamos con siete expertas que trabajan en la industria que alcanza los 1.150 millones de euros
Sin duda estas siete mujeres son las caras invisibles de la literatura española pero sin su trabajo no existiría el negocio de escribir y publicar, que crece un 4% en España, según el último informe de la industria del libro, ni tampoco la experiencia de leer. Por ejemplo, las editoras son mayoría en España. “Hay más mujeres que hombres en el sector editorial. Siempre ha sido más un oficio de mujeres. Se cumple tanto en las grandes como en las pequeñas editoriales. Por poner un ejemplo: en el grupo de trece editores de mi departamento sólo uno es hombre”, dice Rosa Pérez Alcalde, editora de Espasa (Grupo Planeta).
“Sólo hay un hombre en los trece editores de mi departamento“
La industria de la literatura goza de buena salud en nuestro país. El año pasado se vendieron 75 millones de libros con una acelerón de la no ficción y un decrecimiento del cómic. Según los datos del Barómetro de hábitos de lectura y compra de libros en España 2023, el 68,3% de la población de la población española mayor de 14 años lee libros. De estos, la mayoría, un 64,1%, lee libros por ocio, en su tiempo libre. En cuanto a los perfiles, las mujeres (68,5%) leen más que los hombres (59,3%). Además ellas acuden más a presentaciones de libros, clubes de lectura o talleres literarios.
Aunque no siempre es así en otros ámbitos relacionados con las novelas. Estíbaliz Burgalete, guionista y adaptadora de libros, por ejemplo, Zorras de Naomí Casquet para Atresplayer confiesa que hay series a las que sólo llaman a hombres: “Hay géneros como el thriller que es campo abonado sólo por los hombres. En realidad, todo el cine de género es masculino".
“Hay series para las que sólo llaman a hombres“
Por otra parte, Eva Orúe, directora de la Feria del Libro de Madrid, afirma que "depende dónde pongas el foco y mires. En España hay muy pocas directoras de ferias del libro, yo creo que sólo en Madrid y en Zaragoza. Sin embargo, en Latinoamérica son mayoría mujeres, en Medellín, en Bogotá. No sé muy bien qué hay que hacer para vernos pero estar, estamos."
Un diferente ángulo de esta situación cuenta Lucía Manzano, asesora editorial de Caligrama, editorial de autopublicación de Random House Mondadori. "Tanto en el diseño, corrección, ilustración, maquetación y distribución, valoramos la diversidad y la paridad en todos los puestos".
Por su parte, Palmira Márquez, agente literaria de Dos Passos, reconoce que en las agencias hay una presencia mayoritaria femenina. "Supongo que es porque hay más lectoras que lectores. Las estadísticas dicen que nosotras leemos más. Eso influirá. Quizás fuera no sea tanto así, pero en España siempre ha habido más agentes literarias mujeres", asegura.
Irene Olmo es novelista gráfica, creadora de No quiero ser mamá, un cómic que escribió para "para dar voz a las mujeres que no quieran ser madres, para que sean respetadas". A la pregunta sobre la igualdad en su profesión reconoce que es un oficio más de hombres porque "a lo largo de la historia la novela gráfica ha sido masculina. Aunque hay un repunte de creadoras de cómic mujeres y hay nombres destacados. Sin embargo cuesta mucho encontrar a mujeres en ferias de cómic que se vinculan al mundo de los superhéroes".
Natalia García Vila es encuadernadora y restauradora de libros y otras publicaciones. “Yo creo que la encuadernación es un mundo tanto de hombres como de mujeres aunque el estereotipo social apunta a que predominan los hombres. Sin embargo, en realidad, tengo la impresión de que hay más encuadernadoras. Quiero decir que, socialmente, en el oficio se les tiene más respeto a ellos”.
También en la ilustración hay "más mujeres porque los hombres consideran la profesión como un arte menor en comparación con el arte contemporáneo, por ejemplo. Se ve que nos van las artes menores", ironiza María Herreros, ilustradora que ha trabajado con obras de Rosa Montero y Albert Camus, entro otros autores.
"Ellos se quedan con las campañas globales de publicidad, con los grandes presupuestos y con los clásicos. No se dan cuenta que con la ilustración se puede tocar temas profundos y relevantes", afirma esta profesional.
Lo positivo y lo negativo del trabajo
Así mismo, lo que se busca en cada oficio literario es diferente. Sin embargo nuestras expertas coinciden en que se resume en una mezcla de intuición y experiencia. Para Pérez Alcalde, "las principales cualidades que hay que tener o desarrollar son la paciencia, la empatía y el saber estar. La paciencia porque el autor siempre necesita mucha atención y el libro requiere de tiempos largos; la empatía para poder ponerte en el lugar del autor y darle su tiempo, el cariño que demanda y la escucha que necesita. El saber estar porque se necesita conversar en reuniones, comidas y demás actos de promoción."
"Lo que sin duda no se tiene sino que se desarrolla es la experiencia; para ser editora hay que tener años de experiencia para poder distinguir un buen libro y ayudar al autor”, añade.
“Hay que desarrollar paciencia, empatía y saber estar“
Para Orúe la clave es saber que "lo tuyo no es el glamour de la literatura sino la promoción del libro y de su industria. Hay que tener diplomacia con los autores, una cabeza organizativa para llevar una feria que dura 17 días y es un evento muy importante del negocio. Por último, pedir una mano en el cielo para que no llueva".
Según Márquez, la cualidad que deber tener una buena agente literaria es "ser buena lectora, por supuesto; tener dotes para moverse bien entre la literatura y el negocio, y saber tratar con la gente. Sabiendo escuchar, estando siempre ahí, apoyando, aportando soluciones, haciendo que el autor o la autora, en definitiva, no se sienta solo".
“Para ser agente hay que ser buena lectora, saber tratar a la gente y acompañar a los autores “
"Todo su trabajo tiene el objetivo último de profesionalizar a los autores, hacer que puedan vivir de lo que escriben, intentando que los publiquen las mejores editoriales, en el mayor número de países posible para conseguir el mayor número de lectores y que sus libros puedan viajar a otros formatos, por ejemplo, el cine y la televisión. Que sienta que lo vas a hacer todo por él o ella y su obra. Generar confianza en el otro es fundamental", puntualiza la directora de Dos Passos.
Para Olmo, novelista gráfica es crucial a la hora de desarrollar la profesión “tener un punto de vista propio, personal y original, una voz interior que quiera expresarse en una buena historia. La constancia como cualquier oficio".
Pero las sombras también son alargadas y no se suelen conocer ni hablar de ellas. “Es difícil hacer un ranking de momentos de dureza. Es muy frustrante depender de causas ajenas en tu trabajo, sobre todo, al principio. Luego te acostumbras. El oficio de guionista está romantizado", cuenta Burguete.
"La gente se crea una imagen de que eres una escritora, con su máquina de escribir, que tira de imaginación cuando lo que menos necesitas es imaginación. Más bien se trata de hacer un sudoku, encajar las necesidades de producción, hacer un trabajo de tramas y de diálogos, contar con los retrasos y adaptarte a los cambios", añade.
“Ser guionista es más hacer un sudoku que tirar de imaginación“
"Lo más duro para mí es ser consciente de saber que cuentas con el espacio que tienes dirigiendo la feria y no dar plena satisfacción a todo el mundo. Cuando dices que el encuentro tiene lugar en un parque, la gente se piensa que el sitio no tiene límite. No, se trata de ocupar una parte del Retiro", cuenta Oúre.
"No vivir con prisa, según el tiempo de reloj. La encuadernación es un proceso que requiere un tiempo lento, y necesita que te concentres de verdad. Me evado del tiempo exterior para centrarme en el trabajo interior con un ritmo muy pausado", recalca como fundamental García Vilas.
El mayor obstáculo puede ser "la falta de paciencia del cliente que quiere el resultado inmediatamente. Por ejemplo, el proceso de secado es muy lento. A veces, no lo entienden y tengo mucha presión", asegura esta encuadernadora.
"Lo más complicado de afrontar es la cantidad de veces que te dicen que no, que tu historia no es para todo el mundo, que te cierran puertas porque sí", dice Olmo, cuyo cómic va a tener una versión en inglés. Sin olvidar la perspectiva económica del empleo: "Todo lo que es cultura es bastante precario. Lo peor es el lado económico. Llevo la carga de ser autónoma. Si tienes obligaciones familiares todo recae sobre ti", afirma Herreros, ilustradora del libro Georgia O'Keefe.
“Lo más difícil de afrontar es la cantidad de veces que te dicen porque tu historia no es para todo el mundo“
"Se desconoce en gran manera qué significa ser editora. La mayoría no sabe lo que hacemos y preguntan a menudo qué hago cuando no me conocen de antes. Por un lado, hay un aura que hace a los demás ver al editor como un afortunado, pero no saben que en realidad mucho de nuestro tiempo se invierte en leer libros mal escritos o que no encajan en la línea editorial", dice Pérez Alcalde.
"Hay muchísimo trabajo en la sombra que no tiene nada que ver con ese halo de misterio y fortuna que nos adjudican. Lo más duro es leer por obligación libros que no te interesan o que están mal escritos o mal estructurados, pero has de leerlos para poder llegar a esa conclusión. Y esto implica mucho tiempo", matiza la editora de Espasa.
La importancia de lo que está de moda
Por otra parte, la escritura también se ve afectada por el eco de la sociedad de su época. La literatura es un reflejo de su tiempo y, en la actualidad, no es una excepción. Un ejemplo claro nos lo cuenta la guionista Estíbaliz Burgalete sobre el proceso que supuso la adaptación de la novela Zorras para la serie homónima para Atresplayer.
La ficción cuenta la historia de Alicia, una joven que lleva una vida aburrida y estable en Montgat, un pequeño pueblo. Pero todo da un giro de 180 grados cuando se muda a Madrid, un mundo hostil que también se transforma cuando la protagonista forja una gran amistad con Emily y Diana, con las que decide fundar un club para cumplir sus más íntimas fantasías sexuales rompiendo estereotipos románticos.
“Se tiene en cuenta que la autora tenga tirón en redes“
La literatura erótica de mujeres para mujeres es una tendencia, nos cuenta Burgalete porque “está de moda. "En este caso, no es que tú sugieras un libro sino que la productora ya ha hecho un dossier, ha comprado los derechos porque la novela es muy popular y porque la autora tiene un fuerte tirón en redes sociales. En el caso de Zorras nos llamaron a los guionistas. No fue al revés”.
Por su parte Oúre cree que "si leer y escribir son dos caras de la misma moneda, quien más lee, más escribe. Supongo que los editores son conscientes de esta realidad respecto a las mujeres autoras".
Pérez Alcalde explica que no hay sesgo de género a la hora de publicar un libro: "Las editoriales buscan libros escritos por mujeres y por hombres. Buscamos libros buenos, libros originales, libros que aporten, libros que entretengan. No busco a una mujer escritora o un hombre escritor. Busco un buen libro y un autor o una autora que sepa comunicar y hablar de su libro".
“Es fundamental que una escritora sepa hablar de su libro“
Palmira Márquez está de acuerdo. "Quiero pensar que las editoriales buscan buenos libros, buenas historias, buenos escritores, da igual que sean hombres o mujeres. Y, desde luego, lo que no puedo soportar es esa calificación de literatura para mujeres o, lo que es peor, femenina, o, ¿alguien se pregunta si hay literatura para hombres o masculina? Flaco favor le hacemos a la literatura y a la formación de buenos lectores si vamos por ese camino".
Aunque Olmo reconoce que en el universo del cómic “hay una corriente en este sentido.
“No soporto esa calificación de literatura para mujeres“
En las editoriales han visto que no está atendido y se han dado cuenta de que hay un filón sin descubrir. Quieren crear contenidos para lectoras que estaban por debajo de su radar”.
Secretos y verdades del negocio de escribir
Hay realidades que nadie te cuenta, sólo las conoces trabajando, nos narran nuestras entrevistadas. En este tema no hay una excepción. RTVE.es somete a debate los secretos y verdades de la profesión. "Adapté Las largas sombras que se va a estrenar en Disney. Zorras y esta novela son adaptaciones muy distintas. El verdadero reto es armar las tramas, crear una estructura, y escribir arcos de personajes que, a veces, no están en la novela. Es necesario pasar de una estructura literaria a una estructura capitular de serie con un cliffhanger (punto giro que engancha al final del capítulo) en los últimos minutos del episodio. En Zorras eso era más sutil y hubo que hacer ese trabajo”, explica Burguete.
"Hay que ir mucho más allá de la imagen. Es lo más importante. Una ilustración no es un gráfico relacionado con el texto sino que hay que dar un plus artístico. Tu aportación puede ser complementaria o contraria pero tienes que decir algo como artista porque si no tu trabajo podría ser una foto o la Inteligencia Artificial", considera Herreros.
"Hay un gran desconocimiento de mi oficio que ha durado siglos y siglos hasta el presente. Los encuadernadores llevamos mucho tiempo escondidos en un taller aunque, ahora, se nos ve más. Tú ves el resultado del libro pero no la elaboración. Es verdad que, en el caso de las novelas de ficción y de los ensayos de no ficción he hablado antes con el diseñador editorial que me marca el tamaño, los pliegos. El diseño está más trabajado y hay menos margen que en el caso de las pequeñas tiradas".
“Ves el resultado del libro pero no la elaboración“
Así mismo, en la autopublicación, Manzano destaca: "Lo que más me ha sorprendido es el proceso de transformación de las obras desde que son simples manuscritos hasta que se convierten en libros impresos. Es increíble presenciar cómo obras que llegan inicialmente poco pulidas pueden ser perfeccionadas por todo el equipo editorial, transformándose en libros que venden miles de copias o que captan el interés de prestigiosas editoriales."
¿Ser mujer te penaliza?
Pero, ¿qué sucede desde una perspectiva de género en cada trabajo? Las mujeres guionistas se enfrentan al reto de conquistar su territorio creativo y luchar contra la discriminación aunque sea "muy sutil. Me ha pasado muchas veces que, en un equipo de hombres para una serie de mujeres -es una etiqueta horrible que no me gusta pero funciona así-, de repente, se dan cuenta de que falta una mujer y te llaman a ti", dice Burguete.
"Por otro lado, te penaliza ser responsable en otros ámbitos que no sea el profesional, por ejemplo, en los cuidados. Yo no soy madre pero si lo fuera no sé cómo me las arreglaría porque es muy difícil cuidar siendo guionista. Tienes que invertir mucho tiempo y esfuerzo en el trabajo ya que la televisión es todo o nada. Te llaman o no te llaman, te tiras tiempo sin trabajar o aprovechas las rachas”, condensa.
“Si yo fuera madre no sé cómo me las arreglaría porque cuidar penaliza “
Oúre reconoce que en su actual puesto no tiene sensación de sufrir ninguna discriminación de género aunque también considera que, al principio de su carrera periodística, sí padeció rechazo por ser mujer sobre todo cuando decía que "aspiraba a presentar un programa de radio, por ejemplo, y un hombre me replicaba que ése no era mi sitio"
Además, en su trabajo de periodista especializada en Internacional "cuando he sido corresponsal, en mi época, tenías que renunciar a muchas cuestiones personales o tenías que estar soltera. Mientras que ellos se llevaban a sus esposas, que trabajaban en otros medios o no, a los sitios. Era un mundo de hombres. Pero no me ha pasado como directora de la Feria del Libro porque, además, trabajo en un sector muy feminizado aunque podamos discutir si hay más puestos directivos que ocupen ellos", concluye.
“Quería presentar un programa de radio y un hombre me dijo que no era mi sitio“
Por el contrario, María Herreros sí ha sentido una marginación desde el punto de vista de la igualdad ya que "hay prejuicios acerca del material que nos encargan. Tiene que estar más dulcificado, ser más estético, más relacionado con determinados temas. Me ha chocado el tinte femenino que se espera de mí. Cuando no lo he dado me he llevado más de una sorpresa. También te digo que soy yo soy una privilegiada, viajo mucho y me encanta lo que hago".
"Según mi opinión, a veces, a las mujeres todavía les da apuro enseñar lo que escriben. En cambio el hombre es escritor. Tiene que ver con la seguridad que tienen en sí mismos, con las hormonas", se ríe García Vilas quien cuenta cómo ellos le dicen: "Te paso un texto para que lo encuadernes y lo tengo esa misma tarde. Sin embargo ellas se lo piensan y revisan y revisan. Te hablo de libros de escasos ejemplares. Entre ellos, sólo he encuadernado el libro de una chica", reconoce.
Consejos útiles para empezar en la industria
Por otra parte, en RTVE.es también ponemos en el foco en la guía que dan nuestras expertas entrevistadas. "A una mujer que quiera ser editora le recomiendo que lea mucho, mucho y que quiera aprender cada día", cuenta Pérez Alcalde. Como editora de autopublicación Manzano añade que "escriba todo lo que pueda, que analice el estilo de sus autores y autoras de referencia para enriquecer su propia escritura y que, cuando tenga el manuscrito listo no lo deje guardado en un cajón".
“Recomiendo a una mujer que quiera ser editora que lea y quiera aprender cada día“
¿Y si eres una mujer y aspiras a ser directora de la Feria del Libro de Madrid? Eva Oúre se ríe. "Que se presente al puesto. A mí me eligieron entre varios candidatos. Cuando me escogieron todo el mundo me preguntó si iba a aportar unas perspectiva de género. Lo que tienes que aportar es tu punto de vista. Y si eres mujer pues ser mujer, tu experiencia y también las mochilas que lleves".
"Ojalá haya más mujeres que sean directoras de Ferias del Libro en España. Llegará porque es ley de vida al margen de la mayoría de directivos sean hombres", pone punto final Oúre.
Por su parte, García Vilas lo tiene claro en su mensaje a las nuevas generaciones: "Que ni se lo piensen. Ni lo duden. Me dicen: 'No sé coser' y yo digo: 'Mejor'. La encuadernación no tiene nada que ver con la costura de la moda. Tienes que estar enamorada del papel. Si no pruebas la profesión, no sabes lo que te pierdes".
"Soy de dar pocos consejos, más bien, ninguno. Si realmente tiene vocación, que lo haga, porque es un trabajo precioso. Los principios nunca son fáciles, pero ¿qué lo es cuando emprendes algo? Si es lo que quieres hacer, hazlo con pasión y trabaja por ello. No hay otra fórmula, ni para este ni para ningún otro oficio, que no sea trabajar, trabajar y trabajar. Yo es lo que hago", concluye Márquez.