La violencia en el norte de Etiopía provoca más de 50.000 desplazados internos en abril
- Los enfrentamientos en la región del Tigray agravan la crisis humanitaria tras cuatro años de guerra
- La ONU solo ha logrado recaudar un 61% de la ayuda solicitada a la comunidad internacional
Más de 50.000 personas han huido de sus hogares en la región del Tigray, al norte del país, debido a la grave situación humanitaria provocada por los enfrentamientos armados entre la milicia Fano y el Gobierno Federal de Etiopía.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha advertido en un informe publicado este martes que “la situación humanitaria es grave, con miles de mujeres y niños que necesitan un amplio apoyo para sobrevivir”.
Conflicto en el Tigray: más de 50.000 desplazados
Desde mediados de abril, miles de personas han tenido que huir hacia el municipio de Alamata, al sur del Tigray, y a los “woredas” (distritos) de Raya Alamata, Zata y Ofla: 43.000 han huido hacia la localidad de Kobo y, 8.300, hacia Sekota, ambas en la región de Amhara, fronteriza con el Tigray.
La mayoría de los desplazados, gran parte de ellos mujeres, niños, jóvenes y ancianos, siguen buscando refugio. El resto se han ubicado en un asentamiento abierto en la zona industrial de Gara Lencha, a tres kilómetros de Kobo, donde se exponen a la temporada de fuertes lluvias. La OCHA ha matizado que han puesto en marcha la reubicación de algunos de estos desplazados internos.
El gobierno etíope y organizaciones humanitarias han empezado a prestar ayuda en la zona de Sekota por no considerarse tan segura debido a un incidente reportado la semana pasada, aunque "las respuestas no son proporcionales a las crecientes necesidades", según ha asegurado la OCHA.
La ONU recauda 611 millones de dólares para paliar la crisis
La semana pasada, en la conferencia celebrada junto a Reino Unido y Etiopía, Naciones Unidas logró recaudar 610,91 millones de dólares de los 1.000 millones solicitados con el objetivo de paliar la grave crisis humanitaria y asegurar el flujo de ayuda al país africano durante los próximos cinco meses para asistir a los 15,5 millones de etíopes que se encuentran en situación de inseguridad alimentaria.
Un total 20 países se comprometieron a destinar fondos a la causa, con Estados Unidos, Reino Unido, la Unión Europea, Países Bajos y Suecia como principales donantes. El ministro de Asuntos Exteriores de Etiopía, Taye Atske Selassie, mostró su agradecimiento y aseguró que el Gobierno de Etiopía está comprometido a que "la violencia y el hambre en su país pasen a la historia".
El conflicto en Etiopía, uno de los más mortíferos del siglo XXI
La guerra estalló en noviembre de 2020, cuando diferentes grupos armados se disputaban la región del Tigray. Terminó, sobre el papel, el 2 de noviembre de 2022, cuando el Gobierno etíope y el Frente Popular de Liberación de Tigray firmaron el acuerdo de paz. Dos años después, sin embargo, la violencia sigue y Etiopía se encuentra sumida en una de las crisis humanitarias más devastadoras del siglo XXI.
Las disputas territoriales entre las regiones del Tigray y Amhara, así como el cambio de bando de la milicia Fano provocaron que el pasado julio estallara la violencia. Primero junto a las tropas federales de Etiopía hasta la firma de los acuerdos de paz, y luego contra ellas, la milicia Fano se sigue disputando la región del Tigray, con la que la vecina Amhara mantiene una disputa territorial histórica. Ahora Etiopía se enfrenta a tener a un 91% de la población de esta zona en riesgo de hambruna y muerte.