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Las guerras provocan el retroceso de los derechos humanos a niveles de hace 40 años, según Amnistía Internacional

  • Amnistía Internacional publica su informe anual sobre los derechos humanos en el mundo en 2023
  • Analiza el impacto de los conflictos, la economía, el cambio climático y la inteligencia artificial en las personas más vulnerables

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Amnistía Internacional alerta del “colapso” del derecho internacional

El año 2023 estuvo marcado por el fin de una era que comenzó con acontecimientos como el final de la Guerra Fría, la caída del Muro de Berlín o la excarcelación de Nelson Mandela. Pero los derechos humanos universales se han visto erosionados en un mundo dominado por una inteligencia artificial generativa que amenaza el futuro, según el informe anual de Amnistía Internacional.

Fue un año en el que se cometieron “de forma generalizada abusos reiterados contra los derechos humanos”, según el documento de la organización, y en el que Estados y grupos armados perpetraron “ataques y homicidios ilegítimos frecuentes en un número cada vez mayor de conflictos armados”.

Amnistía Internacional ha presentado este miércoles su informe anual de 491 páginas en el que analiza el impacto de la economía, el cambio climático, la inteligencia artificial y los diversos conflictos en el mundo sobre las personas más vulnerables.

"Por decisión y omisión, hemos retrocedido. Un regreso al pasado que no queremos. Un futuro que nos prometieron que nunca volveríamos a tener", ha lamentado la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard.

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Además, la organización destaca que en todo el globo en 2023 las autoridades “reprimieron la disidencia” adoptando “medidas enérgicas contra la libertad de expresión, asociación y reunión”, así como la detención y reclusión de defensores de los derechos humanos, miembros de la oposición y activistas, a quienes en ocasiones se les sometió a tortura y otros malos tratos.

En su informe, la organización también denuncia la inacción de muchos países a la hora de hacer efectivos los derechos a la alimentación, la salud, la educación y un medioambiente saludable -lo que ha provocado injusticias económicas y la crisis climática-, además de la discriminación contra las mujeres, pueblos indígenas y personas del colectivo LGBTI.

“Señales de alerta de genocidio” en Gaza

A finales de 2023 el Ejército de Israel inició una ofensiva en Gaza, que continúa a día de hoy, en respuesta a los ataques perpetrados por combatientes de Hamás en territorio israelí en los que murieron más de 1.200 personas y fueron tomados como rehenes más de 200 israelíes.

La ofensiva terrestre y los incesantes bombardeos de las fuerzas israelíes habían matado al finalizar el año 2023 a 21.600 palestinos, de los cuales un tercio eran niños, según el Ministerio de Sanidad gazatí.

En su informe anual, Amnistía Internacional asegura que las autoridades israelíes se han esforzado en presentar los ataques que han llevado a cabo en el enclave palestino como “acciones conformes con el derecho internacional humanitario”, aunque en realidad, según la organización, “se han burlado de algunas de sus normas fundamentales”.

“Los indicios de crímenes de guerra aumentaron a medida que las fuerzas israelíes bombardeaban campos de personas refugiadas y edificios residenciales abarrotados (...). Las autoridades israelíes presentaban sus órdenes de evacuación del norte de Gaza como precauciones y avisos efectivos, pero, en la práctica, desplazaron forzadamente de sus hogares a casi 1,9 millones de personas palestinas a las que negaron deliberadamente la ayuda humanitaria”, recalca el documento, en el que la organización subraya que todo ello, sumado a la “creciente retórica racista y deshumanizadora contra el pueblo palestino, son señales de alerta de genocidio”.

"Tras los ataques de Hamás el 7 de octubre (...), el Gobierno israelí aniquiló a familias enteras en incesantes ataques aéreos contra las áreas civiles y la infraestructura de Gaza", ha asegurado Callamard. "Las autoridades israelíes han alimentado una crisis humanitaria masiva y han creado hambrunas. Sin embargo, ante la creciente evidencia de crímenes de guerra y el irrefutable riesgo de genocidio, gran parte del complot del sistema internacional posterior a la Segunda Guerra Mundial, que lideró con orgullo la promesa de 1948 de no volver a fallar, falló intencionadamente", ha denunciado.

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Pero este no ha sido el único acontecimiento para AI en el que la vulneración y el retorcimiento del derecho internacional humanitario han tenido consecuencias devastadoras para la población civil

En la guerra en Ucrania, que ha entrado en su tercer año a principios de 2024, Rusia ha atacado “indiscriminadamente zonas pobladas e infraestructuras civiles energéticas y de exportación de cereales” y ha “torturado o infligido otros malos tratos a prisioneros de guerra”, entre otros abusos.

Por otra parte, la organización señala que en Birmania las fuerzas armadas y las milicias asociadas han llevado a cabo “ataques selectivos contra civiles, así como ataques indiscriminados que han causado la muerte de más de un millar de personas”. En este sentido, Amnistía Internacional denuncia que los Gobiernos de Rusia y de Birmania rara vez hayan respondido a las denuncias de violaciones de los derechos humanos y destaca que ambos países han recibido apoyo financiero y militar de China.

Además, el informe señala que el racismo ocupa un lugar central en algunos conflictos armados, como en el de Israel y los Territorios Palestinos Ocupados o en otros países como Sudán, Etiopía y Birmania. 

La discriminación racial también se manifiesta en las respuestas a estos conflictos, tanto en las políticas adoptadas por naciones como Estados Unidos y muchos Estados europeos como en sus repercusiones, según Amnistía Internacional. La organización destaca la prohibición de protestas solidarias con la población palestina en países como Alemania, Suiza, Austria, Francia, Hungría o Polonia en 2023, alegando riesgos que “en algunos casos estaban basados en estereotipos racistas”.

Se intensifica la ofensiva contra la justicia de género

A pesar de que en los últimos años se han conseguido avances en el terreno de los derechos de las mujeres, estos logros “se están viendo menoscabados”, según el informe anual de Amnistía Internacional.

La organización destaca la situación de las mujeres en países como Afganistán e Irán, en los que “se han enfrentado a brutales represalias del Estado por ejercer o exigir sus derechos”. “Las autoridades de Afganistán les han prohibido recibir educación más allá de la escuela primaria, trabajar en oficinas de las ONG y la ONU y obtener empleo en la mayoría de los organismos públicos (...). Irán ha intensificado la represión para ponerles el uso del velo”, denuncia el documento.

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Además, las autoridades han socavado los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, incluido el derecho al aborto, en algunos países como Estados Unidos, donde 15 estados lo han prohibido totalmente o con excepciones limitadas.

En cuanto a derechos sexuales y reproductivos, Amnistía Internacional aplaude que en 2023 Honduras pusiera fin a 14 años de prohibición del uso y venta de la píldora anticonceptiva de emergencia -aunque el aborto sigue estando prohibido-, que en México el Tribunal Supremo declarara inconstitucional la penalización del aborto y que en Finlandia y España se facilitara el acceso a esta práctica.

En materia de la protección de los derechos de las personas LGBTI, AI afirma que se han logrado avances limitados, pero subraya que en al menos 62 países de todo el mundo se mantienen leyes que tipifican las conductas homosexuales como delito.

El impacto de las crisis económicas y el cambio climático

El cambio climático, los conflictos y los efectos de la pandemia del coronavirus han alimentado una serie de crisis económicas que han tenido consecuencias e países de todos los niveles de renta, aunque en los de rentas más bajas de forma desproporcionada.

“La degradación ambiental asociada a los proyectos extractivos a gran escala en regiones como América y Asia ha afectado en un grado excepcional a los pueblos indígenas y a otros grupos marginados”, señala Amnistía Internacional.

El ciclón Mocha toca tierra y destruye miles de viviendas en Birmania y Bangladesh

Los fenómenos meteorológicos extremos han acabado con la vida de un elevado número de personas, especialmente entre los colectivos más desfavorecidos. El ciclón Mocha que azotó Birmania en mayo de 2023 causó un gran número de víctimas mortales entre la población rohinya, que vive en terribles condiciones desde que en 2012 sufrió un desplazamiento forzado. Además, la organización recalca que la salud de “quienes viven en la pobreza y de quienes trabajan en el sector informal se ha visto especialmente afectada por las abrasadoras olas de calor provocadas por el cambio climático en Pakistán”.

Por todo ello, Amnistía Internacional llama a los Gobiernos de todos los países del mundo a “comprometerse a abandonar progresivamente el uso de combustibles fósiles”, “trabajar por conseguir un tratado sobre comercio sin tortura auspiciado por la ONU” y “garantizar la protección de los defensores y defensoras de los derechos humanos”.

Un futuro con la amenaza de las tecnologías

El año 2023 también estuvo marcado por el lanzamiento de ChatGPT4, una herramienta que es capaz de generar y sintetizar texto. A pesar de que la inteligencia artificial generativa puede crear oportunidades, Amnistía Internacional advierte de que sin una “regulación adecuada y eficaz” podría exacerbar los riesgos para los derechos humanos, acrecentando las desigualdades raciales y amplificando el discurso de odio en internet.

“Los sistemas de IA existentes, entre otras tecnologías, ya han hecho crecer la desigualdad y perjudicado a comunidades marginadas en áreas como el acceso a los servicios estatales, la actuación policial, la seguridad y la migración”, apunta la organización en su informe anual.

Desde Amnistía Internacional también advierten del peligro que supone el hecho de que pueda aumentar la proliferación de información errónea y desinformación en el ámbito político. “Constituye un riesgo especialmente grave dado el gran número de elecciones que tendrán lugar en 2024”, asegura.

La organización llama a los Gobiernos a prohibir “inmediatamente” programas espía como Pegasus -empleado contra periodistas y miembros de la sociedad civil en Armenia, República Dominicana, Serbia e India- y la tecnología de reconocimiento facial, ya que son “altamente invasivos”.

El uso de la fuerza en Melilla y sin avances sobre Pegasus

En el informe, en el que analiza la situación de 155 países, Amnistía Internacional critica el hecho de que en España en 2023 “seguía sin investigarse eficazmente la violenta respuesta de las autoridades” a quienes intentaron cruzar la frontera entre Marruecos y Melilla en 2022, así como que no se haya avanzado en las investigaciones sobre “el uso de software espía contra figuras políticas y miembros de la sociedad civil”.

El documento también menciona otros aspectos negativos como la falta de investigaciones efectivas sobre la “muerte y otras violaciones de los derechos humanos cometidas en las residencias para personas mayores” durante la pandemia, salvo en algunos casos excepcionales en los que las fiscalías provinciales realizaron avances.

Por otra parte, Amnistía Internacional aplaude la aprobación en febrero de 2023 de una ley que permitía el acceso a abortos en los servicios de salud pública a mayores de 16 años sin necesidad de obtener el consentimiento parental. 

También ve como algo positivo la aprobación de la Ley por el Derecho a la Vivienda, que limitaba los precios de los alquileres, ampliaba los plazos de suspensión de los desahucios y protegía el parque de viviendas sociales, aunque recalca que la ley “no incluía sanciones para garantizar el control de los precios de los alquileres, no prohibía los desalojos de personas en riesgo de sinhogarismo ni fijaba objetivos anuales para aumentar el parque de viviendas sociales”.