El calendario de vacunación cumple 50 años: "En este tiempo se han salvado más de 150 millones de vidas"
- En 1974, la OMS inició un programa cuyo objetivo era garantizar el acceso a las vacunas para los niños de todo el mundo
- Hasta el 30 de abril se celebra la Semana de la inmunización, que este año coincide con el 50º aniversario de la iniciativa
Con una tasa de mortalidad de aproximadamente el 30%, la viruela ha sido una de las enfermedades infecciosas más letales a las que se ha enfrentado el ser humano. Se estima que solo en el siglo XX mató a aproximadamente 300 millones de personas, a razón de entre 3 y 4 millones de fallecimientos anuales. Sin embargo, el último contagio fue diagnosticado en 1977, y en 1980 la Organización Mundial de la Salud (OMS) certificó su desaparición de todo el planeta.
Pero este virus no se esfumó por arte de magia. La erradicación de la viruela está considerada como uno de los mayores logros de la humanidad, y fue el resultado de una campaña mundial de vacunación masiva llevada a cabo por la OMS durante 12 largos años. Aquella fue la primera vez que una enfermedad conseguía ser eliminada por medio de la ciencia y la medicina.
En 1974, aprovechando el impulso de la erradicación de la viruela, que en aquel año ya mostraba un descenso de los contagios muy acusado, la Organización Mundial de la Salud puso en marcha el Programa Esencial de Inmunización (PEI), con el objetivo de garantizar el acceso universal a las vacunas para los niños de todo el mundo, independientemente de su ubicación geográfica o situación socioeconómica. Explicado de una manera más sencilla, se trataba de la tradicional cartilla que casi todo el mundo posee en la actualidad, y en la que el médico anota las vacunas recomendadas que se van poniendo desde la niñez. En España, también se conoce como calendario de vacunación.
En sus inicios, el PEI se centraba en la protección contra seis enfermedades infantiles: tuberculosis, difteria, tétanos, tos ferina, poliomielitis y sarampión. Actualmente, este número ha crecido hasta las 13 vacunas, que se administran también a adolescentes y adultos: además de las seis anteriores, se suman las de la Haemophilus influenzae tipo B, hepatitis B, rubéola, enfermedad neumocócica, rotavirus, virus del papiloma humano y COVID-19. Igualmente, se recomiendan 17 vacunas adicionales dependiendo del contexto de cada región o país, como la de la fiebre amarilla, la meningitis, la encefalitis japonesa (EJ) o el cólera.
El mayor retroceso en 30 años
Coincidiendo con la Semana mundial de la inmunización, que este año se celebra del 24 al 30 de abril, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha querido celebrar el 50º aniversario del Programa Esencial de Inmunización poniendo en valor los grandes logros que ha conseguido en todo este tiempo, aunque también recordando que los pasos atrás son inadmisibles en cuestión de vacunación infantil, y esta sufre en la actualidad su mayor retroceso en tres décadas, debido sobre todo a los efectos colaterales de la pandemia de COVID-19.
"En estos 50 años se han podido salvar más de 150 millones de vidas, o lo que es lo mismo, cada seis minutos se ha salvado una vida gracias a este programa", valora para RTVE.es Rebecka Jonsson, experta en Salud Global e Infancia de Unicef España, quien no obstante advierte de que "entre 2019 y 2021 hubo 67 millones de niños que no recibieron todas las vacunas que necesitaban, ya que durante la pandemia una gran parte de los esfuerzos se invirtieron en frenar al nuevo virus, y servicios esenciales como la vacunación infantil quedaron en segundo plano". Un bache en la inmunización infantil que, como explica, aún no ha sido superado en 2024.
"Cuesta llegar de nuevo a esas campañas masivas, porque tiene que haber una inversión por parte de los países, así que aprovechando este 50º aniversario estamos apelando de nuevo a que la inmunización sea una de las prioridades para los gobiernos", declara.
Según los datos que maneja Unicef, recogidos en su informe 'Estado mundial de la infancia 2023', el último publicado al respecto, durante este medio siglo las vacunas por sí solas han aumentado la supervivencia infantil en un 30%. Sin embargo, 23 millones de niños y niñas en el mundo todavía no cuentan con esta protección necesaria para hacer frente a enfermedades prevenibles, una cifra que aumenta hasta esos 67 millones mencionados anteriormente si se tiene en cuenta también a aquellos que han recibido alguna dosis pero no han completado la pauta recomendada, por lo que desde esta organización humanitaria instan a "que se pongan al día urgentemente".
Repuntes preocupantes
Buen ejemplo de esta situación es que en 2022 el número de brotes de sarampión a nivel mundial fue el doble del año anterior, y también se descubrieron casos de poliovirus en Estados Unidos, Israel o el Reino Unido; lo que demuestra una vez más la importancia de seguir vacunando ante enfermedades invisibilizadas precisamente por el efecto del Programa Esencial de Inmunización. Antes de la puesta en marcha de la vacuna en 1963, el sarampión causaba la muerte de unos 2,6 millones de personas al año en todo el mundo, en su mayoría niños y niñas. En 2021, esa cifra se había conseguido reducir a 128.000.
"La mayoría de nosotros no hemos vivido esos brotes peligrosos de polio, o de sarampión, y es muy fácil olvidarse, por lo que hay que insistir en que la vacuna sigue siendo eficaz", reitera la especialista en Salud Global e Infancia Rebecka Jonsson.
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) -la mayor autoridad en salud pública a nivel europeo- ha alertado de que el número de casos de sarampión ha aumentado desde 2023 hasta finales de febrero de 2024 en los países de la UE, ya que en un año se han notificado al menos 5.770 casos, incluidas al menos 5 muertes; mientras que los casos de tosferina indican un aumento que multiplica por diez los contagios de 2023 y 2024 en comparación con los de 2022 y 2021.
Sin embargo, el verdadero problema no está en los países más desarrollados, como es el caso de aquellos que pertenecen a la Unión Europea. La mayor parte de las niñas y niños que se están quedando sin vacunar viven en comunidades pobres, remotas y marginadas. Para llegar a ellos, como subraya Unicef, resulta fundamental "dar prioridad a la inversión en atención primaria de salud y en los trabajadores de la salud -en su mayoría mujeres- que prestan los servicios de inmunización" . También es esencial fomentar la confianza en las vacunas, especialmente en los padres, y aprovechar al máximo las oportunidades que brindan las nuevas tecnologías, que pueden potenciar la inmunización y ayudar a que lleguen a más niños y niñas.
"Tenemos que seguir dando esos mensajes de que las vacunas salvan vidas. Es un trabajo que hay que seguir haciendo, por eso es tan importante celebrar este año el aniversario del Programa Esencial de Inmunización, por todo lo que se ha logrado y lo mucho que aún queda por lograr", reflexiona Rebecka Jonsson.