Enlaces accesibilidad

Cataluña arranca una campaña decisiva con el PSC líder en los sondeos y el independentismo muy enfrentado

Por
Unos 5,75 millones de catalanes están llamados a votar en las elecciones del 12 de mayo en Cataluña
Unos 5,75 millones de catalanes están llamados a votar en las elecciones del 12 de mayo en Cataluña EFE

Este jueves por la noche arranca la campaña de las elecciones catalanas del próximo 12 de mayo y el escenario es de máxima incertidumbre. Tres candidatos se disputan principalmente la victoria: Salvador Illa (PSC), el ‘president’ Pere Aragonès (ERC) y Carles Puigdemont (Junts), aún fugado de la justicia española y que está pendiente de la ley de amnistía. Pero si algo han demostrado las últimas elecciones en esta comunidad es que vencer en los comicios no convierte al ganador en presidente de la Generalitat y todo dependerá de los pactos postelectorales. 

La campaña da comienzo justo tras el 'bombazo' lanzado este miércoles por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se plantea dimitir a raíz de la denuncia del sindicato Manos Limpias contra su esposa, Begoña Gómez, por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios. Sánchez, que tenía previsto acompañar a Illa en los actos de arranque de campaña y estar en Cataluña este primer fin de semana, ha suspendido su agenda para reflexionar y comunicará su decisión el próximo lunes. El anuncio ha pillado por sorpresa a los socialistas y también a sus socios de coalición y en el Congreso y está por ver cómo afecta a la campaña.

Además, esta campaña comienza apenas cuatro días después de las elecciones vascas del pasado domingo y dos meses tras los comicios en Galicia. En ambos procesos, el independentismo se ha visto reforzado y está por ver si la tendencia continúa en Cataluña, donde ahora mismo, ERC, Junts y la CUP ya tienen una amplia mayoría absoluta en el Parlament con 75 diputados. 

En Cataluña, el contexto político es mucho más complejo y abierto tras una legislatura tensa en que el gobierno de coalición de ERC y Junts se rompió a mitad de mandato. Los de Carles Puigdemont decidieron salir del ejecutivo catalán por no avanzar lo suficiente, a su juicio, hacia la independencia y los republicanos de Pere Aragonès trataron de apoyarse en el PSC y en los ‘comunes’ para seguir gobernando. Lograron alcanzar un acuerdo presupuestario con Illa, pero no recabaron el apoyo de los ‘morados’ para la votación de las cuentas públicas el pasado mes de marzo y este fracaso llevó a Aragonès a convocar el adelanto electoral

Solo la fotografía fija del próximo 12M dará una pista de lo que pueda ocurrir después e influirá mucho el orden en que queden los partidos. Sobre la mesa hay varias posibilidades: un gobierno del PSC con ERC si gana Illa (aunque esta suma, por el momento, no es nada fácil); uno independentista ERC-Junts o viceversa (esta coalición tampoco es sencilla dadas las desavenencias constantes entre los que fueron socios); o más difícil todavía, un Govern liderado por ERC con el PSC si los de Aragonès son primera fuerza. Esta última posibilidad es más remota, ya que los republicanos tendrían que explicar a sus votantes que priman un gobierno de izquierdas a un pacto entre independentistas.

¿Qué dicen las encuestas?

A día de hoy, el favorito con diferencia en todas las encuestas es el PSC, según el promedio de Datos RTVE, que propulsa a los de Illa hasta los 39 diputados. Son seis más que los que tiene actualmente tras ganar las elecciones de 2021, cuando un pacto de coalición ERC-Junts con apoyo de la CUP le impidió gobernar. Junts quedaría en segunda posición con 32 escaños (los mismos que ahora) y adelantaría así a ERC, que conseguiría 28 (con una pérdida significativa de cinco diputados).

El PP escalaría hasta la cuarta posición y se dispararía hasta los 13 escaños, diez más que ahora, seguido de Vox, que se quedaría con nueve tras perder dos asientos. Los siguientes partidos serían Sumar, con siete sillones (uno menos que ahora), y la CUP, que perdería un tercio de su fuerza hasta los seis asientos. Por último, Aliança Catalana, el partido ultraderechista e independentista de la alcaldesa de Ripoll, Silvia Orriols, entraría con uno.

La mayoría de partidos ha revalidado la confianza en los candidatos de 2021 para unas elecciones que se presentan decisivas para el futuro de Cataluña pero también para el devenir de la legislatura nacional si Sánchez se mantiene en el Ejecutivo, ya que dos de las formaciones que se la juegan, ERC y Junts, son claves en el bloque de mayorías que tiene en el Congreso.

Illa aspira a arrebatar el Govern al independentismo

Salvador Illa ya ha ganado las elecciones en Cataluña. Lo hizo en 2021, cuando consiguió 33 escaños que supusieron toda una victoria para su partido, que venía de tener 17 bajo el liderazgo de Miquel Iceta. Pero su destino no fue gobernar y siguió los pasos de Inés Arrimadas (Cs), que en 2017 logró una histórica victoria en los primeros comicios tras el ‘procés’ y tuvo que quedarse en la oposición por un pacto entre los partidos soberanistas. 

El socialista no se resigna a que esto vuelva a ocurrir y espera lograr una mayoría lo suficientemente amplia como para convencer a ERC y los ‘comunes’ para conformar un gobierno de izquierdas y que los republicanos tengan menos tentaciones de mirar hacia Junts. Y es que, según los sondeos, en ningún caso el PSC y Comuns Sumar lograrían mayoría absoluta (68 escaños).

Esta legislatura, Illa ha hecho una oposición firme al independentismo pero ha abogado por una “política útil”, sobre todo cuando Junts se divorció de ERC y los socialistas se abrieron a pactar unos presupuestos. Illa, que dejó el Ministerio de Sanidad para ser candidato en las catalanas de 2021, tras gestionar los peores meses de la pandemia, ve ahora su nombre salpicado por el ‘caso Koldo’, y es que el sumario incluye unos mensajes de la trama que hacen alusión a él. Aunque el socialista no está siendo investigado por la Justicia, ha tenido que comparecer en la comisión de investigación en el Congreso y está por ver cómo le afecta todo esto en las elecciones. El líder de ERC, Oriol Junqueras, ya ha dejado claro que descarta pactar con el PSC si se demuestran vínculos entre Illa y Koldo García.

Aragonès espera repetir como ‘president’ e impulsar un referéndum

Si en 2021 Illa ganó las elecciones, Aragonès (ERC) empató con él en escaños y logró convertirse en el primer presidente republicano de la Generalitat en 80 años tras el fusilamiento de Lluis Companys. Y es que Esquerra ‘sorpassó’ a Junts con 33 diputados, uno más que los de Puigdemont. Con dificultad, Aragonès configuró un ejecutivo de coalición independentista apoyado externamente por la CUP con múltiples condicionantes y exigencias de sus socios para avanzar hacia la independencia, que se quebró a mitad del mandato con la salida de JxCat. 

Ahora, Puigdemont ha llamado a Aragonès a volver de nuevo a la “unidad del independentismo” para la próxima legislatura. Pero lo cierto es que el soberanismo es lo único que une a estos dos partidos, uno de izquierdas y otro de derechas, y los roces y fricciones entre ambos vienen ya de lejos tras tres legislaturas consecutivas en las que han gobernado juntos. Aragonès ya ha contestado a Puigdemont, además, que la unidad del independentismo “no se predica, se practica”. También ha advertido al PSC de que los postulados de sus partidos están alejados. Eso sí, el todavía ‘president’ se muestra dispuesto a hablar con todos los partidos, salvo con Vox y con Aliança Catalana.

Con todo, Aragonès aspira a ser presidente de la Generalitat “con una mayoría independentista”. Necesita para ello ganar las elecciones o que ERC se imponga a Junts entre el electorado. Y ya tiene una hoja de ruta clara para la próxima legislatura: un referéndum de independencia pactado con el Estado para Cataluña. Espera para ello aprovechar la influencia de Esquerra en Madrid, donde  el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene una aritmética compleja entre sus socios para aprobar sus medidas y necesita de todos sus aliados.

Puigdemont quiere volver para la investidura pero no estará en la oposición

El expresidente catalán Carles Puigdemont repite este año como candidato pero con una diferencia significativa respecto a los comicios de 2017 y 2021. Entonces, su candidatura era simbólica tras su huida de la justicia, ya que su partido consideraba que era el “‘president’ legítimo en el exilio” tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución. De hecho, en las pasadas elecciones era la número dos en las listas, Laura Borràs, la candidata real a la Generalitat, pero ahora, Puigdemont aspira volver a Cataluña para ser investido presidente si tiene la posibilidad y ha dejado claro que no estará en la oposición en el Parlament en caso de que no pueda volver al Palau de la Generalitat liderando un ejecutivo. Para ello, necesita por lo menos quedar por delante de los de Aragonès.

Su partido lo apuesta todo a su candidato, tanto es así que ha pasado a denominarse para estos comicios Junts+Puigdemont per Catalunya. El líder de Junts se planteaba inicialmente como candidato a las elecciones europeas del 9 de junio, pero la aprobación en el Congreso de la ley de amnistía con los últimos cambios para blindarle a él y a otros dirigentes separatistas y el adelanto electoral anunciado por Aragonès precipitaron su candidatura a las catalanas. 

Eso sí, la amnistía todavía no ha entrado en vigor, quedan los últimos coletazos de su tramitación parlamentaria tras el freno del PP en el Senado. Está prevista su aprobación definitiva y entrada en vigor a finales de mayo o principios de junio. Pero cualquier magistrado puede recurrir al Tribunal Constitucional e incluso elevar una cuestión prejudicial a Europa, lo que podría retrasar todo el proceso. Por lo tanto, está por ver si Puigdemont podría regresar a España para la investidura sin ser detenido, ya que las órdenes contra él en España siguen vigentes. 

La CUP cambia de candidata para poner el independentismo en el centro

Siguiendo en la esfera independentista, la Candidatura d'Unitat Popular (CUP) es la única que renueva su cara visible con Laia Estrada, que toma el relevo de Dolors Sabater como candidata a la Generalitat. Esta formación, que ha dado apoyo externo a los ejecutivos independentistas en las pasadas legislaturas, no se conforma y exige ahora un “cambio de rumbo” a Aragonès y Puigdemont tanto en clave social como en clave “nacional”, para lo que llama también a los ‘comunes’ a sumarse. Y es que Estrada reprocha a ambos haber estado “más interesados en dialogar con el PSC, con el PSOE y con Madrid que en dialogar con la izquierda independentista".

En las pasadas elecciones, la CUP dio un importante salto pasando de cuatro a nueve escaños, aunque ahora las encuestas pronostican algo menos de fuerza con siete diputados. Está por ver si este 12M los tres partidos independentistas vuelven a tener mayoría absoluta en el Parlament, cuando ahora suman 75 diputados.

La pugna entre Vox, Cs y PP por el mismo electorado

Vox, Ciudadanos y el PP protagonizan otra disputa en estas elecciones en su lucha por el electorado de derechas no independentista.

El principal reto de Vox en estos comicios es mantenerse como la primera fuerza en ese espacio en Cataluña tras el éxito de 2021. Entonces, el partido de Santiago Abascal entró por primera vez en el Parlament con 11 diputados, muy por delante de sus dos rivales directos y con más del doble de votos que el Partido Popular. Según el CIS postelectoral, el 50% de votantes de Vox venía de apoyar a Ciudadanos en 2017, y Vox también le arrebató votantes al PP (el 28% de sus papeletas vinieron de exvotantes ‘populares’). 

En la pasada legislatura, el vicepresidente y secretario general de Vox, Ignacio Garriga, se convirtió en el azote del independentismo como la voz principal en el Parlament dentro de este espacio, muy combativo también contra la inmigración ilegal, la ocupación o la inseguridad en las calles, marcando así la agenda de Vox y diferenciándose de sus rivales directos.

Pero los tiempos parecen haber cambiado y el PP, que tocó fondo en 2021, llega más fuerte a estas elecciones, impulsado en las encuestas con un posible ‘sorpasso’ a Vox con 13 escaños. El PP, que negoció sin éxito con Ciudadanos para concurrir juntos bajo las siglas del Partido Popular en estos comicios, espera absorber los votantes que le quedan a Cs y comerle terreno a Vox. Y, de nuevo con Alejandro Fernández como cabeza de lista, a pesar de que su candidatura estuvo muy en el aire hasta el final por sus discrepancias manifiestas con Génova, los ‘populares’ esperan rentabilizar en estos comicios su lucha contra la ley de amnistía y contra los pactos de Sánchez con el independentismo. Fernández se abre a apoyar un ejecutivo de Illa siempre y cuando el PSOE "rompiera todos los acuerdos" que tiene con ERC y Junts.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, tiene previsto volcarse en la campaña catalana y apelar también a los votantes “descontentos” del PSC y de Pedro Sánchez, pese a que asume un ascenso de Illa. Fuentes de Génova y del PP catalán a Europa Press indican además que los ‘populares’ tratarán de eludir alusiones a Vox en esta campaña y minimizan el hecho de que no consiguieran anular al partido de Santiago Abascal en el País Vasco, que mantuvo su escaño en los comicios del pasado domingo.

Y en Ciudadanos, el principal reto está en sobrevivir tras la debacle de las catalanas de 2021, cuando pasaron de 36 a seis escaños, y después de que el partido haya ido desapareciendo, elección tras elección, del mapa nacional, autonómico y municipal. Cataluña, que le vio nacer de la mano de Albert Rivera y desde donde éste se impulsó a dar el salto nacional, es el último reducto de Cs pero, aún así, los sondeos no prevén que el partido logre representación. En términos prácticos, después de que Cs ya renunciara a concurrir a las pasadas elecciones generales (no así a las europeas), no conseguir representación supondría la consumación de su desaparición en España, siguiendo el camino de otros partidos como UPyD o la UCD.

La negociación fracasada con el PP para concurrir juntos en las elecciones dejó además al partido más tocado, tras la dimisión del secretario general de Cs Adrián Vázquez hace poco más de un mes. Ahora, Cs vuelve a ponerse en manos de Carlos Carrizosa para evitar la catástrofe definitiva en Cataluña.

Comuns Sumar, sin Podemos, aspira a un “gobierno progresista”

Los ‘comunes’ fueron quienes propiciaron el fin de esta legislatura con su ‘no’ a los presupuestos por su veto al proyecto del Hard Rock por motivos de sostenibilidad. Está por ver si rentabilizan esta decisión en unos comicios a los que llegan de nuevo con Jèssica Albiach como candidata y bajo la fórmula Comuns Sumar, tras la alianza con los de Yolanda Díaz. Eso sí, sin Podemos, que ha decidido no concurrir en las elecciones catalanas por “responsabilidad” para no dividir el voto en la izquierda. Una división que en las elecciones gallegas de febrero se tradujo en cero escaños para Podemos y para Sumar, y que en las de Euskadi del pasado domingo solo Sumar logró un escaño ante la debacle de Podemos. 

Así, se pone fin a la fórmula En Comú Podem, que en los comicios de 2021 logró resistir con los ocho diputados que ya tenía. Ahora, las encuestas pronostican algo menos para esta coalición, siete. Con todo, los de Albiach esperan que esta vez sí, a diferencia de hace cuatro años, puedan convencer a Pere Aragonès para conformar un gobierno “progresista” con el PSC en el que, incluso, puedan estar los ‘comunes’ si ERC y los socialistas no alcanzan mayoría absoluta. Lo que sí que han dejado claro es que vetarán cualquier ejecutivo en el que esté Junts.

Todos los partidos arrancarán sus caravanas electorales este jueves por la noche. Durante 15 días, tratarán de convencer para que les elijan a los 5,75 millones de catalanes que están llamados a votar, y contarán previsiblemente para ello con el apoyo de sus respectivos líderes nacionales para ello. Solo las urnas determinarán el futuro de Cataluña para la próxima legislatura.