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Ardern, Costa o Varadkar: los líderes que dieron un paso atrás por sorpresa

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Dimisiones por sorpresa

La apertura de diligencias de investigación contra Begoña Gómez, mujer de Pedro Sánchez, por supuestos delitos de tráfico de influencias y corrupción, ha llevado al presidente del Gobierno a meditar su continuidad como jefe del Ejecutivo.

Sánchez ha asegurado que se trata un ataque “sin precedentes” y una “estrategia de acoso y derribo” perpetrada por la “derecha y ultraderecha”. Según él, se trata de una estrategia al puro estilo lawfare: una guerra que, según define la Fundeu, conforma acciones judiciales emprendidas contra grupos políticos para desestimar al oponente.

En la carta en la que canceló su agenda para reflexionar, el presidente alude a la inocencia de su mujer y se pregunta si “merece la pena todo esto”. Si Sánchez decide dimitir, no será el único que lo hace en el mundo, ya que en los últimos meses han dejado sus cargos dirigentes como António Costa en Portugal o Leo Varadkar en Irlanda.

Ardern, Varadkar o Marin: dimisiones por motivos personales

La falta de energía y los motivos personales fueron los que empujaron a Jacinda Ardern a anunciar su dimisión como primera ministra de Nueva Zelanda en enero de 2023. Lo hizo nueve meses antes de las elecciones generales y por sorpresa. “Soy humana. Damos todo lo que podemos durante el tiempo que podemos y luego es el momento. Y para mí, es el momento”, dijo. Ardern aseguró que su marcha se debía a razones personales y a una falta de energía para desarrollar el cargo. Insistió en los motivos familiares, mientras el alza en la inflación, la recesión económica y las restricciones durante la pandemia menoscaban su popularidad.

La misma sorpresa generó en Irlanda la dimisión del primer ministro Leo Varadkar. El pasado 20 de marzo anunció su decisión, motivada, dijo, por circunstancias "tanto personales como políticas". El mandatario afirmó estar "agotado por la rutina" dos semanas después de la derrota en las consultas de la propuesta por el Ejecutivo para modernizar el concepto de familia y el papel de la mujer en la constitución.

Los motivos políticos fueron también los que empujaron a Sanna Marin a la renuncia el pasado junio. La ex primera ministra de Finlandia lo hizo tras quedar tercera en las elecciones parlamentarias que apartaron a su grupo de la Presidencia del país escandinavo. A pesar de esta derrota, Marin se consolidó como la primera ministra más popular en el país desde comienzos del siglo XXI.

António Costa y el fantasma de la corrupción

A veces, una denuncia también es un motivo suficiente para dimitir. António Costa anunció su renuncia como primer ministro portugués el 7 de noviembre de 2023, cuando la Fiscalía lusa inició investigaciones en su contra por un presunto caso de corrupción, prevaricación y tráfico de influencias. Nunca se le imputó y, cinco meses después, un tribunal del país desmontó la operación judicial que había provocado su dimisión, pues el Ministerio Público lo había confundido con el ministro de Economía portugués António Costa Silva. En su renuncia, el político aseguró que “la dignidad de primer ministro no es compatible con las sospechas sobre su integridad”.

Casos de corrupción

Aun así, los casos de corrupción han sido grandes motivos de renuncia para muchos presidentes y primeros ministros. El periodismo estadounidense destapó el escándalo político que acabó con el mandato de Richard Nixon. El Watergate, una red de espionaje dirigida desde la Casa Blanca, forzó la dimisión del presidente en 1974 convirtiéndose en uno de los casos de corrupción más conocidos del mundo. Procesos como los de Evo Morales (Bolivia, 2019), Alberto Fujimori (Perú, 2000) o Silvio Berlusconi (Italia, 2006) también siguieron esta estela estadounidense. La caída y dimisión de estos líderes ha sido precedida del destape de grandes casos de corrupción en sus países.