Un pueblo de La Rioja estrena campana forjada con monedas de céntimos recolectadas por los vecinos
- La campana han dado sus primeros repiques en la romería de San Marcos
- Los vecinos consiguieron reunir 176 kilos de monedas de 1 de 2 y de 5 céntimos
Hace un año al pueblo riojano Albelda de Iregua les robaron las campanas de la ermita de Santa Fe de Palazuelos. Ante este hecho, el consistorio anunció la recaudación de monedas de uno, dos y cinco céntimos para su restauración. Un año después, justo para las fiestas de San Prudencio, una de las campanas está lista para sonar.
El pasado domingo el Ayuntamiento presentó la nueva campana en la Iglesia de San Martín. Durante el acto, el alcalde, Sergio Ochagavía, se mostró "contento y feliz por haber conseguido que muchas personas se uniesen "para conseguir que, un año más, "tengamos una campana en un sitio tan emblemático como es la ermita de Santa Fe de Palazuelos".
Asimismo, la primera teniente alcalde e impulsora de la idea, Mari Bueyo Gómez, expresó que es necesario "preservar las tradiciones" y "aunar esfuerzos" para mantener el patrimonio del pueblo.
La campana lleva un trocito de cada vecino
Tras mucha espera, este jueves la nueva campana, forjada con parte del bronce de las monedas donadas, ha dado sus primeros repiques a las 11.45 horas en la romería de San Marcos.
"Empezamos a preparar diferentes huchas, las colocamos en todos los comercios, zonas deportivas, en definitiva en todas las zonas en las que la gente tenía accesibilidad. Las repartimos en Albelda, en la Unión, en Clavijo y en municipios aledaños", explica la teniente alcalde a RTVE.es
El pueblo, al enterarse de la iniciativa propuesta por el Ayuntamiento, se volcó sin pensarlo. Bueyo nos reconoce que la respuesta del pueblo fue muy gratificante, ya que "en mes y medio fuimos capaces de recaudar 176 kilos de monedas de 1 de 2 y de 5 céntimos".
Aunque no solo consiguieron recaudar monedas en La Rioja, sino también de otras partes de España. Tal ha sido el éxito de esta iniciativa solidaria que no descartan fundir una segunda campana. No obstante, de momento y para evitar disgustos, se plantean quitarla de la espadaña cuando no se utilice.