Tasa turística: ¿qué es y en qué ciudades de España y Europa se cobra?
- Es un impuesto adicional que se suele calcular en función de las pernoctaciones en hoteles y otros alojamientos
- Está presente en Alemania, Italia y Francia, mientras que en España solo se aplica en Cataluña y Baleares
El turismo masivo se ha convertido en un problema para muchas ciudades y, para contrarrestarlo, cada vez más destinos cobran algún tipo de tasa a los turistas, ya sea a la hora de hacer la visita o pernoctar en sus hoteles.
Un ejemplo es Venecia, que se ha convertido en la primera ciudad del mundo que ya cobra 5 euros a los turistas que visiten la ciudad y no pasen la noche en uno de sus hoteles. Con esta medida, se suma a las tasas turísticas que ya tiene Italia y otros 19 países europeos, cada uno en función del alojamiento y el número de noches que se pernocte.
Tasa turística, ¿en qué consiste?
Una tasa turística es un impuesto que los turistas tienen que abonar durante su estancia en la ciudad elegida como destino. Puede tener diferentes denominaciones, pero suele aplicarse sobre el precio por noche de hotel, hostal, albergue, camping, apartamento u otro tipo de alojamiento turístico.
Se trata de un gravamen que se ha ido extendiendo en los últimos años y un recurso con el que muchos ayuntamientos pretenden obtener ingresos adicionales para reinvertirlos en el sector, contrarrestar el turismo masivo y avanzar a un modelo de turismo más sostenible.
Cinco euros por visitar Venecia
Aunque la mayoría de tasas turísticas están ligadas a la estancia, Venecia ha comenzado a aplicar una medida pionera: una tasa turística por acceder a visitar la ciudad. ¿El objetivo? Proteger el patrimonio histórico-cultural de una ciudad que visitan 30 millones de personas al año. De hecho, en un día normal pueden entrar entre 10 y 15.000 de personas a pasar el día, pero al cifra puede subir a 40.000 en días festivos e incluso hasta las 100.000 en fechas clave.
Por tanto, se calcula que dos tercios de las personas que visitan Venecia van a conocerla en el día, pero no pernoctan en sus hoteles. Por ello, el ayuntamiento ha puesto el foco en estos turistas y quienes visiten la ciudad y no vayan a dormir allí tendrán que pagar 5 euros para poder acceder a ella. Sin embargo, esto será en fechas determinadas y, de momento, se va a aplicar durante 29 días al año, desde el 25 de abril hasta el mes de julio, como indica la web de su consistorio.
Concretamente, desde el 25 de abril hasta el 5 de mayo, en los fines de semana de junio y julio —a excepción del fin de semana de la Festa della Repubblica, que coincide con el 1 y 2 de junio—, así como los dos primeros fines de semana de julio. Este pase solo se aplicará durante las horas pico, de 8:30 a. m. a 16:00. No se cobrará el pago en los accesos a las islas más pequeñas, incluido el Lido de Venecia (Alberoni y Malamocco), Pellestrina, Murano, Burano, Torcello, Sant'Erasmo, Mazzorbo, Mazzorbetto, Vignole, S.Andrea, la Certosa, San Servolo, S. Clemente, Poveglia.
El ayuntamiento asegura que la medida —aprobada en septiembre de 2023— no tiene un espíritu recaudatorio, sino disuasorio, y que su objetivo es "gestionar la afluencia de visitantes de manera más efectiva y preservar el patrimonio único de la ciudad". Pero, ¿qué ocurre si no se abona este pase? Habrá controles y quien no disponga de él deberá abonar una multa desde 50 hasta 300 euros. Es posible reservarlo en la web del ayuntamiento y hay algunos colectivos exentos de pago, como los nacidos en Venecia y los trabajadores y estudiantes que accedan ocasionalmente al casco histórico de la ciudad. Estos últimos tendrán que solicitar dicha exención.
Ámsterdam, París, Lisboa... una medida extendida en Europa
A lo largo del territorio europeo hay hasta 137 ciudades de 20 países diferentes que cobran algún tipo de tasa turística que, en mucho casos, está ligada a la estancia hotelera. La más cara de todas es la de Ámsterdam, que supera de media los 20 euros por persona y noche. En Francia está extendida en más de 50 ciudades, lo que le convierte en el país con más destinos que cobran este impuesto adicional. En su caso, las tarifas van desde 20 céntimos hasta los 4 euros.
En Italia, por su parte, hay 35 ciudades que lo aplican, entre ellas Roma, con el fin de recaudar fondos para asegurar la sostenibilidad del turismo en la región y la calidad de vida de sus residentes.
En Alemania, es común encontrar un "impuesto cultural" o "impuesto por cama" en Berlín y Hamburgo, y suele rondar el 5% de la factura del alojamiento. También se aplica algún tipo de tasa turística en Viena (Austria); Bruselas, Amberes y Brujas (Bélgica); Praga (República Checa); Budapest (Hungría); Bulgaria y Grecia, donde depende del número de estrellas del hotel. En la mayoría de casos, las tasas están ligadas a la pernoctación y pueden subir en temporada alta.
Por tanto, se trata de una medida extendida que, sin embargo, no ha disuadido la llegada de turistas. Un ejemplo es Lisboa, donde las pernoctaciones han subido un 5% en el primer trimestre de 2024 y donde su gobierno, lejos de retirar estas tasas, las ha subido de 2 a 4 euros por persona y noche. Dentro de Portugal, también se aplica en Oporto y Faro.
¿Y en España?
Aunque esta medida sea algo común en los destinos europeos, en España avanza a paso lento y, de momento, solamente se aplica en dos comunidades: Cataluña e Islas Baleares.
Cataluña fue la primera comunidad donde empezó a cobrarse, concretamente en 2012, y la tasa puede llegar a 6,75 euros por noche, aunque depende del tipo de alojamiento y de la época del año. Los precios pueden consultarse en la web de la Generalitat.
En Islas Baleares aplican el Impuesto de Turismo Sostenible desde 2016, un gravamen que incluye a hoteles, hospederías, albergues, apartamentos turísticos e incluso cruceros que hagan escala en uno de sus puertos, entre otros. La tarifa varía entre 1 y 4 euros por persona y noche, dependiendo de la temporada. Su Gobierno, de hecho, ha anunciado que destinará 350 millones de euros recaudados a proyectos de sostenibilidad, formación y mejora de las infraestructuras turísticas.
La Comunidad Valenciana estuvo cerca de cobrar este impuesto, pero la Generalitat derogó la medida antes de que entrase en vigor este año. En Andalucía, el Ayuntamiento de Sevilla ha planteado cobrar a los turistas por entrar en la Plaza de España para “financiar su conservación”. En otras comunidades, como el País Vasco, el debate está sobre la mesa.
Para algunos clientes, esta tasa es "razonable" si se destina a mejorar la calidad del sector. "Me parece bien siempre y cuando se invierta en ámbitos que realmente se requiera", señala un cliente a RTVE. No obstante, hay quienes creen que no es una medida "buena" para los turistas y se quejan de tener que abonarla, sobre todo si viajan a menudo.
Entretanto, el sector cree que es cuestión de tiempo que acabe extendiéndose y creen que no afectará negativamente a los destinos siempre que haya transparencia, sobre todo con la clientela. "Hay que saber informar sobre por qué se cobra esta tasa y que el turista sepa donde está invirtiendo esos euros que está pagando de más", explica a RTVE Diego Buendía, director comercial y de marketing de Leonardo Hoteles en España. Así, el objetivo de estos fondos, según los expertos, debería ser una reconversión hacia un modelo de turismo más sostenible.