Tratamientos bacterianos contra el cáncer o un sistema que predice sequías: el CSIC exhibe su arsenal de patentes
- La mayor institución científica española presenta sus 100 tecnologías con mayor potencial comercial
- Todas están en un avanzado nivel de desarrollo, y podrían saltar al mercado a través de colaboraciones con empresas
El Consejo superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha presentado un catálogo que incluye sus 100 tecnologías con mayor potencial comercial, y que abarcan áreas del conocimiento como la medicina, la agricultura, la biotecnología o la energía, entre otras. Todas ellas se encuentran en un avanzado nivel de desarrollo, además de plantear un enfoque innovador que las diferencia de otras alternativas ya comercializadas, lo que las sitúa en una posición destacada para que puedan dar el salto al mercado a través de colaboraciones con empresas.
El listado incluye desde una garra robótica destinada a cosechar automáticamente alimentos sin dañarlos, hasta el diseño de terapias avanzadas basadas en células CAR-T, pasando por variedades vegetales más sostenibles y resistentes a la sequía, sensores electroquímicos de bajo coste para monitorizar la calidad del agua o imanes de ferrita que pueden hacer más eficiente el almacenamiento de energías renovables.
La presentación del catálogo ha contado con la presencia de la presidenta del CSIC, Eloísa del Pino; y la directora de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), Aida Fernández. En el acto, Del Pino ha destacado la importancia de que las instituciones públicas y privadas lleven a cabo una estrategia de protección de la propiedad intelectual e industrial para impulsar la innovación. “La protección de una invención concede a los investigadores seguridad, es esencial en el acompañamiento de la idea al mercado y es un instrumento clave para el fomento de la colaboración con empresas”, ha asegurado.
Uso terapéutico de bacterias
Dos de los proyectos más destacados de este catálogo son las nuevas terapias contra el cáncer y otras enfermedades, basadas en el uso de bacterias, que está desarrollando el Centro Nacional de Biotecnología (CNB / CSIC). "En nuestro laboratorio tenemos dos temáticas principales, una que está relacionada con el uso de bacterias frente a tumores, y otra que tiene que ver con el uso de bacterias para producir anticuerpos", explica a RTVE.es Luis Ángel Fernández, investigador del CNB, donde lidera el grupo de ingeniería de bacterias para aplicaciones biomédicas.
En el primero de los casos, tal y como describe, las bacterias son utilizadas "como si fuesen microrrobots" que se dirigen a una célula tumoral determinada e inyectan en ella proteínas capaces de eliminarla, aunque también pueden liberar algún tipo de antígeno para que sea reconocida por el sistema inmunológico. Sus primeras aproximaciones se enfocan sobre todo a cánceres asociados al colon y a la vejiga.
Las bacterias se convierten así en vehículos capaces de llevar las proteínas terapéuticas hasta las células tumorales. Además de su eficacia demostrada, estos microorganismos aseguran un control muy preciso de todo el proceso, por lo que evitan fallos en la administración de las proteínas, con menos toxicidad y efectos secundarios que otros tratamientos actuales. También se pueden adaptar fácilmente a diferentes tipos de células tumorales, e incluso pueden combinarse con otras proteínas terapéuticas para potenciar los tratamientos oncológicos.
También, enfermedades infecciosas
En el segundo proyecto, continúa detallando Fernández, se utilizan las bacterias en el laboratorio para obtener los genes necesarios, lo que permite "desde esa colección de bacterias poder seleccionar aquellas que expresan el anticuerpo que interesa en cada caso" contra un determinado patógeno.
"En el fondo es una combinación, porque en la tecnología de dirigir bacterias frente a tumores utilizamos estos anticuerpos para que las bacterias reconozcan al tumor, y después le inyecten determinadas proteínas. Mientras que en esta segunda lo que hacemos básicamente es clonar en bacterias todos los anticuerpos del sistema inmune para poder seleccionar de ahí el anticuerpo que tiene mejores características por ejemplo para neutralizar un virus", prosigue, para subrayar que se trata de una "tecnología flexible que permite cambiar el anticuerpo, reconocer diferentes tipos de tumores, inyectar distintos tipos de proteínas…".
A pesar de que en ambos proyectos tanto la parte científica como tecnológica están ya en un grado de madurez avanzado, Fernández reconoce que "comercialmente, no se encuentran en un punto próximo a pasar a la fase clínica -en la que ya se prueba en seres humanos-", puesto que para ello "necesitan tiempo, seguramente años, debido a que hay una regulación muy estricta para cumplir con los requisitos de seguridad y eficacia".
"Nuestro objetivo es generar tecnologías que puedan dar ese salto y que se puedan utilizar", asegura. Por ello, buscan empresas interesadas en adquirir la licencia, aunque también se están planteando la posibilidad de generar una spin-off, que son iniciativas promovidas por los propios miembros de la comunidad científica para desarrollar y explotar comercialmente sus proyectos.
Monitor de sequías en tiempo real
Otra de las patentes destacadas que incluye el catálogo presentado por el CSIC es un monitor de sequías en tiempo real y a nivel global, que permite determinar la severidad de estas anomalías climatológicas considerando varias escalas temporales, y valorando su impacto en los sectores productivos que puedan verse afectados, como por ejemplo aquellos relacionados con actividades agrícolas o con la gestión del agua. Así, permitirían llevar a cabo mejores adaptaciones y adoptar medidas de mitigación más eficaces.
"Hemos desarrollado un sistema que recopila y procesa en tiempo real toda la información meteorológica que hay en el mundo, para calcular las condiciones de sequía en un momento determinado y en un lugar concreto. Si son condiciones normales, si se está iniciando una sequía o si se está desarrollando una de tipo prolongado", expresa a RTVE.es Santiago Beguería, investigador científico del CSIC.
"La gran ventaja de nuestro sistema es doble. Primero, se calcula a tiempo real, lo que nos permite conocer las condiciones actualizadas, y la segunda ventaja es su cobertura global, porque en la actualidad todos somos interdependientes", continúa, y menciona el actual conflicto de Ucrania, "que ha desbaratado todo el mercado de cereales a nivel mundial". "Lo mismo sucede, por ejemplo, cuando hay una sequía importante en el cono sur, en Argentina, que es el primer productor mundial de soja. En el mundo interconectado en el que vivimos es muy importante poder conocer con rapidez cuándo se están dando condiciones que pueden afectar a cosechas en grandes zonas productoras del mundo", subraya.
Tal y como considera Beguería, los clientes potenciales de su sistema son "instituciones del ámbito comercial y financiero que operan globalmente". "Todo el sector de la inversión y de los seguros está muy interesado por el impacto que tienen las sequías en el mercado de materias primas, igual que los compradores o productores de algún producto básico", añade.
El servicio se ofrece parcialmente de forma gratuita, aunque el equipo ha comenzado también a comercializar una versión premium, para cuyo acceso hay que pagar una suscripción. Esta última está dirigida sobre todo a instituciones de carácter internacional, como es el caso del Banco Mundial, con el que tienen un acuerdo de colaboración y ya ha incorporado este índice a los informes que elabora periódicamente.