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Sánchez: una carta y cinco días de silencio marcados por la incertidumbre, el apoyo y las críticas

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Pedro Sánchez: una carta y cinco días de incertidumbre
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una imagen de archivo en el Palacio de la Moncloa. Oscar J. Barroso / Afp7 / Europa Press

El anuncio de Pedro Sánchez de cancelar su agenda para abrir un período de reflexión sobre su continuidad al frente del Gobierno -que hizo público mediante una carta a la ciudadanía el pasado miércoles- mantiene en una gran incertidumbre a todo el país, en medio de apoyos y críticas de partidarios y detractores.

A falta de solo unas horas para que el presidente del Gobierno desvele su decisión, nadie se atreve a apostar hacia dónde se inclinará la balanza debido al hermetismo que rodea al líder socialista, que desde el miércoles permanece encerrado en Moncloa, meditando en la intimidad con su esposa, Begoña Gómez.

Fue precisamente la decisión de un juzgado de abrir diligencias contra la mujer del presidente -tras la denuncia presentada por el sindicato ultraderechista Manos Limpias- la gota que colmó el vaso para Sánchez, quien en su carta habla de un "ataque que no tiene precedentes" y una "estrategia de acoso y derribo" contra él y su esposa por parte de "una coalición de intereses derechistas y ultraderechistas", en los que incluye a las direcciones de PP y Vox y algunos medios de comunicación afines.

"No me causa rubor decirlo, soy un hombre profundamente enamorado de mi mujer que vive con impotencia el fango que sobre ella esparcen día sí y día también", señala Sánchez en la carta, en la que muestra su contrariedad por cómo están afectando esas informaciones a su entorno familiar.

Cuestión personal o estrategia política

La misiva ha puesto sobre la mesa la controversia sobre si Pedro Sánchez ha tomado esta decisión por cuestiones personales o hay detrás una estrategia política. "Este es el gran debate, si un presidente del Gobierno puede tener un arrebato, si un presidente del Gobierno puede tener problemas personales", asegura el corresponsal político de El País, Javier Casqueiro, en una entrevista para el reportaje de Informe Semanal 'Sánchez, reflexión y espera'.

Por ese motivo, ni siquiera su círculo político más cercano parece saber cuál será la opción de Sánchez, lo que abre la puerta a la especulación con las posibles opciones: moción de confianza, investidura de un nuevo candidato o incluso elecciones anticipadas.

Sánchez, reflexión y espera

"El lunes solo pueden pasar dos cosas: una, que el presidente del Gobierno decida renunciar a su puesto, en la forma que sea, a través de una dimisión, a través del anuncio de una convocatoria electoral cuando se pueda o a través de una dimisión personal que venga acompañada de un nuevo debate de investidura de alguien de su partido que se someta a la votación del Parlamento para que sus socios vuelvan a elegirle presidente y seguir la legislatura; la otra opción es que se quede", afirma la periodista de El Mundo Lucía Méndez en Informe Semanal.

En el mismo programa, Juan Fernández Miranda, adjunto al director de ABC, dice que el lunes Sánchez "tiene que hacer algo, tiene que decir algo, no puede salir, comparecer y decir, 'Señores, he reflexionado cinco días y aquí no ha pasado nada'". 

"¡Pedro, quédate!"

En el PSOE, las muestras de respaldo hacia su líder son constantes desde el primer momento: prácticamente todos los cargos electos y orgánicos del partido han animado a Sánchez a seguir, aunque dejando claro que respetan su decisión. El líder socialista apenas se ha comunicado con miembros de su formación y, quienes han podido contactar con él, lo han encontrado "muy afectado", como ha señalado la ex número dos del PSOE Adriana Lastra.

La puesta en escena de ese apoyo la pudimos ver el sábado en la celebración de un Comité Federal del PSOE inédito y monográfico para pedir al jefe del Ejecutivo que no dimita y exigir que cese el "acoso" hacia su mujer, Begoña Gómez.

"¡Pedro, quédate; te necesitamos!", aseguró en su intervención la vicepresidenta del Gobierno y número dos del PSOE, María Jesús Montero, resumiendo el sentir de toda la familia socialista. Al mismo tiempo, las más de 12.000 personas que se agolpaban a las puertas de Ferraz seguían en directo su discurso y el del resto de líderes socialistas, con gritos de 'No estás solo'.

La emoción alcanzó su cota máxima cuando los dirigentes del PSOE -a instancias del secretario de Organización, Santos Cerdán- interrumpieron el desarrollo del Comité Federal y salieron a la calle para fundirse en un abrazo con los militantes y simpatizantes. "Te lo estamos pidiendo a gritos, por favor te necesitamos", señalaba a TVE una de las asistentes a la concentración de Ferraz.

Una multitudinaria concentración en Ferraz muestra su apoyo a Sánchez: "No estás solo"

"Si sigue (Sánchez), se acabó el ruido, no hay cuestión. Y si no sigue, el partido tiene que reflexionar sobre cómo resuelve esta situación. Con la Constitución en la mano", señala la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, en una entrevista que publica este domingo El País, en la que considera que el jefe del Ejecutivo "tiene que seguir".

"Él es fuerte, pero cualquiera puede acabar quebrándose. Sobre todo cuando los ataques afectan a la familia, a su mujer, a su hermano", añade Ribera.

Las palabras de Ribera son una muestra más del shock en el que se encuentra el Partido Socialista, que aunque no contempla la marcha de su líder, sabe que, si se produce, habrá que tomar decisiones drásticas en poco tiempo.

Así lo señala este domingo en una entrevista en El Correo y en Deia el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, quien considera que Sánchez "está más en irse que en quedarse", por lo que no descarta que dimita y que se haya dado cinco días de reflexión "para dar tiempo a su partido a que reaccione".

La oposición le acusa de "victimismo"

Desde la oposición se ha criticado duramente la postura del presidente del Gobierno, a quien han acusado de "tacticismo" y "victimismo". El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, calificó de "berrinche de adolescente" el período de reflexión de Sánchez, a quien acusó tener "un tic autoritario que desde Franco nunca lo habíamos visto".

El PP incluso ha lanzado una campaña que, con el nombre 'En legitima correspondencia', anima a los ciudadanos a escribir cartas al líder del PSOE para "transmitirle los problemas reales a los que los españoles se enfrentan en su día a día".

Asimismo, el líder de Vox, Santiago Abascal, ha señalado a Sánchez por hacerse "la víctima" y "acallar así la indignación mayoritaria de los españoles", abriendo la puerta a que el período de reflexión sea en realidad una pausa "para preparar su defensa legal, porque hace tiempo que debía estar sentado en un banquillo y no en el banco azul".

Las críticas también le han llegado a Sánchez desde algunos de sus socios de investidura, como los partidos independentistas catalanes -inmersos en plena campaña electoral- y especialmente desde Junts, cuyo líder, Carles Puigdemont, recomendó al jefe del Ejecutivo que, como ellos, salgan "llorados de casa"

El candidato de Junts acusó a Sánchez de "españolizar" la campaña con su período de reflexión y le recomendó someterse a una "cuestión de confianza", sin aclarar cuál sería el sentido del voto de su partido.

Del mismo modo, ERC ha navegado entre su empatía con la situación personal del presidente y sus críticas al líder del PSOE, a quien acusa de "mirar durante demasiado tiempo hacia otro lado" cuando dirigentes independentistas estuvieron en prisión por el procés, en palabras del el portavoz de Esquerra en el Congreso, Gabriel Rufián.

Sea lo que sea, solo Pedro Sánchez parece conocer el sentido de su decisión, que anunciará este lunes y que, más allá del contenido final, supondrá un nuevo escenario en la ya de por sí convulsa situación de la política española.