Netanyahu insiste en asaltar Ráfah sea cual sea la respuesta de Hamás a la propuesta de tregua de Israel
- El primer ministro asegura que sus tropas llevarán a cabo la operación terrestre anunciada desde febrero "con o sin acuerdo"
- El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, pide a la milicia palestina que acepte "sin más demora" la proposición
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha insistido este martes en seguir adelante con el asalto terrestre a la ciudad de Ráfah, en el sur de Gaza, anunciado desde febrero, sea cual sea la respuesta de Hamás a la última propuesta de Israel para un alto el fuego en Gaza que incluiría un intercambio de rehenes israelíes por presos palestinos. En los últimos días, han crecido las expectativas sobre una tregua en la Franja, tras el renovado impulso liderado por Egipto para reactivar unas negociaciones que llevaban semanas estancadas.
"La idea de que detendremos la guerra antes de alcanzar todos sus objetivos está fuera de toda duda", ha dicho Netanyahu en un comunicado. "Entraremos en Ráfah y eliminaremos allí a los batallones de Hamás, con o sin acuerdo, para lograr la victoria total".
Las autoridades israelíes justifican una ofensiva por tierra en este enclave, donde se refugian más de un millón de gazatíes desplazados que ya sufren los bombardeos del Ejército de Netanyahu, en que allí se esconden también los últimos combatientes de la milicia palestina que perpetró los ataques del 7 de octubre en suelo israelí.
Pese a las declaraciones del primer ministro, funcionarios israelíes citados por Reuters han declarado que la operación podría aplazarse si Hamás acepta el acuerdo ofrecido, que no incluye un alto el fuego definitivo pero sí la devolución de 33 rehenes vulnerables -mujeres, niños y personas con una salud delicada- a cambio de un número mucho mayor de prisioneros palestinos y una pausa limitada en los combates de 40 días de duración.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha asegurado en una publicación en X que un asalto militar a Ráfah "sería una escalada insoportable, mataría a miles de civiles más y obligaría a cientos de miles a huir". Además, ha añadido, tendría un "impacto devastador" para los palestinos, con graves repercusiones en la ocupada Cisjordania y en toda la región.
El pasado 7 de octubre, un total de 253 rehenes fueron secuestrados en un ataque de Hamás contra el sur de Israel, en el que también murieron unos 1.200 israelíes, según el recuento de las autoridades israelíes. Se calcula que ahora continúan en la Franja unos 130 secuestrados, después de que un pacto en noviembre condujera a la liberación de 105 personas, entre ellos 80 israelíes y ciudadanos con doble nacionalidad intercambiados por 240 palestinos retenidos por Israel.
Hamás estudia la propuesta tras un encuentro en El Cairo
Tras reunirse el lunes en El Cairo con representantes de Egipto y Catar, dos de los países mediadores junto con EE.UU., una delegación de Hamás ha regresado a Doha para estudiar la propuesta de tregua y se espera que dé su respuesta "lo antes posible", según ha declarado a la AFP una fuente próxima al movimiento palestino. Según el sitio web al-Qahera News, cercano a los servicios de inteligencia egipcios, la delegación de Hamás debe regresar a la capital egipcia "con una respuesta por escrito".
Israel, por su parte, esperará una respuesta hasta "el miércoles por la noche", antes de decidir si envía o no una delegación a El Cairo, según ha indicado un funcionario citado por AFP. Mientras tanto, sus tropas continúan su ofensiva en territorio palestino, con ataques aéreos que han tenido como objetivo tanto Ráfah, como la vecina Jan Yunis y la ciudad de Gaza, al norte del enclave. Según el Ministerio de Sanidad de Hamás, en las últimas 24 horas han muerto 47 personas en toda la Franja.
Mientras tanto, informaciones publicadas en medios israelíes apuntan a que la Corte Penal Internacional (CPI) podría estar preparando órdenes de detención contra él y otros altos dirigentes israelíes por cargos relacionados con la conducción de la guerra en Gaza. El Tribunal no ha dicho nada que confirme estas especulaciones, pero Netanyahu no ha tardado en cargar contra la Corte, asegurando que "no tiene autoridad sobre el Estado de Israel".
"La posibilidad de que emita órdenes de arresto por crímenes de guerra contra comandantes de las FDI (fuerzas de seguridad) y líderes estatales es un escándalo a escala histórica", ha defendido el mandatario Israelí. El objetivo, según el mandatario, es "paralizar la capacidad del Estado de Israel para defenderse", lo que ha calificado de "crimen de odio antisemita sin precedentes". Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Israel Katz, ha instado a las embajadas israelíes en el extranjero a que refuercen su seguridad.
Blinken pide a Hamás que acepte la tregua "sin demora"
Durante su visita a Jordania, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha pedido a Hamás que acepte "sin más demora" la propuesta de tregua con Israel. "No más retrasos, no más excusas. Ahora es el momento de actuar", ha afirmado Blinken en declaraciones a la prensa, poco antes de partir hacia Israel en su séptima gira regional desde que comenzó la guerra en Gaza.
El secretario de Estado también ha instado a que se redoblen los esfuerzos para aumentar la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, asediada por Israel y amenazada de hambruna. Washington está presionando a Israel para que facilite la entrada de ayuda por carretera y ha empezado a construir un puerto flotante frente a la costa de Gaza, diseñado para recibir los cargamentos que lleguen en barco desde Chipre.
El ministro de Exteriores francés, Stéphane Séjourné, ha llegado este martes a Israel, donde sus conversaciones también se centrarán en "los esfuerzos (...) para aumentar el volumen de ayuda humanitaria" al territorio palestino, según una fuente diplomática francesa.
La ayuda internacional, estrictamente controlada por las autoridades israelíes, llega a Gaza con cuentagotas, principalmente desde Egipto y a través del paso de Ráfah, pero sigue siendo insuficiente para cubrir las necesidades de los 2,4 millones de habitantes.