Los juegos olímpicos de París 2024: una oportunidad para los suburbios, para la 'banlieue'
- Seine Sant Denis, el departamento más pobre de Francia, será el epicentro de los Juegos de París
- Los jóvenes del extrarradio se sienten discriminados por su piel, su religión y su lugar de residencia
Assa Traoré impresiona, y no solo por su voluminosa cabellera rizada a modo de corona. Lo que más llama la atención de esta mujer es la fuerza de su discurso. La convicción con la que relata la muerte de su hermano Adama y cómo esa muerte, ocurrida en 2016, ha transformado su vida y la de su extensa familia.
“Mi hermano murió el 19 de julio de 2016, el día que cumplía 24 años, aplastado por el peso de tres gendarmes. El placaje duró nueve minutos, nosotros llevamos siete años exigiendo verdad y justicia y luchando contra la violencia policial”, cuenta Assa Traoré al equipo de En Portada.
La pelea de la familia Traoré, de origen maliense, en los tribunales franceses para probar que la muerte de su hermano se debió a un abuso de la fuerza de los agentes no ha terminado, a pesar de que, en septiembre de 2023, la justicia francesa sobreseyó el caso. Según la versión oficial, no hay pruebas contra esa acusación ni tampoco contra la omisión de socorro al detenido.
El George Floyd francés
El caso Traoré, al que algunos consideran el George Floyd francés por las coincidencias entre la muerte del joven francés y del afroamericano, organiza cada año una marcha contra el racismo y la violencia policial. La última, prohibida por las autoridades, terminó con la violenta detención de Youssuf Traoré, hermano de Adama.
Todos los casos tienen el mismo origen, dice Assa Traoré, “el racismo sistémico de las instituciones francesas”. "Y lo hemos vuelto a comprobar —apunta— con la muerte de Nahel Merzourd a cuya familia están apoyando y con la que comparten incluso el mismo abogado: Yassine Bouzrou", asegura la joven Assa Traoré.
Violencia policial: el caso Nahel Merzourd
“Todos hemos visto las imágenes de la muerte de Nahel —dice Assa—: cómo el policía disparaba a bocajarro, cómo ha pasado de víctima a culpable”.
Nael, un adolescente de 17 años de origen magrebí, murió en junio de 2023 en un control policial en Nanterre, al noreste de París. El joven repartidor de pizza, que conducía un vehículo de alta cilindrada, no respetó, según la versión policial, las órdenes para que detuviera el coche. El policía autor del disparo, acusado de homicidio voluntario, está en libertad provisional.
La muerte de Nahel, reproducida en todas las redes sociales, desencadenó graves disturbios por todo el país: se volvieron a quemar coches, más de dos mil. Se levantaron barricadas en las calles, hubo saqueos, enfrentamientos con la policía y más de 600 detenidos, de los que un tercio eran jóvenes y, en muchos casos, menores.
Una explosión de cólera parecida a la ocurrida en 2005 cuando dos adolescentes de origen africano murieron escapando de la policía. De nuevo los suburbios de las grandes ciudades, las llamadas banlieues, se revolvían y hacían arder escuelas, comisarias y ayuntamientos.
¿Por qué arde la 'banlieue'?
El término banlieue es sinónimo de periferia. Son extrarradios empobrecidos y poblados de hijos y nietos de inmigrantes magrebíes y africanos en los que, a pesar de las mejoras en viviendas y en infraestructuras, muchos de sus habitantes —sobre todo los más jóvenes— no se sienten integrados. Perciben que no se les considera verdaderos franceses.
Para el sociólogo Karim Bouhasson las banlieues son "sinónimo de problemas". Una juventud incomprendida, frustrada, aislada, en el paro, con problemas de tráfico de drogas. "Todo eso unido representa la peor pesadilla de los franceses", concluye Bouhasson.
Los barrios populares, con sus característicos bloques en altura, son lo que el profesor Carlos Moreno llama las barras o las jaulas de conejos. Moreno es el creador del concepto de la ciudad de los 15 minutos y del territorio de los 30 minutos. En opinión del experto, estos barrios son “combustible para la inconformidad”.
Creados en los años 60 y 70 para acoger a los inmigrantes españoles, italianos y polacos. Más tarde, tras la descolonización, sirvieron para dar cobijo a los argelinos, magrebíes y norteafricanos. Hoy son territorios donde hay menos servicios públicos, las escuelas tienen más dificultades y hay una mayor concentración de familias monoparentales y tráfico de drogas.
"El 68% de los jóvenes que viven en esos barrios afirman haber sido objeto de discriminación, ya sea por el color de su piel, por el lugar donde viven o por su religión", según los datos que aporta el sociólogo Karim Bouhasson.
Los Juegos de la 'banlieue'
París 2024 acogerá los XXXIII Juegos Olímpicos de Verano entre el 26 de julio y el 11 de agosto. La ciudad última los preparativos para unos juegos a los que algunos denominan ya los Juegos de la banlieue porque su epicentro estará en Seine Saint Denis, núcleo de la periferia al norte de París.
La decisión de ubicar los juegos en este departamento 93, el más pobre de Francia, y donde el 30 por ciento de la población son inmigrantes, fue de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, hija de inmigrantes españoles.
“Sólo el tres por ciento de las instalaciones son nuevas, el resto reutilizadas“
“La idea es confirmar que otro urbanismo es posible", cuenta Carlos Moreno. "Tanto la villa olímpica como el centro de prensa se ubicarán allí, se creará un ecobarrio que puntualmente estará ocupado por los atletas, luego quedará", explica el creador del concepto de la ciudad de los 15 minutos. De hecho, "sólo el tres por ciento de las instalaciones son nuevas, el resto, reutilizadas”, puntualiza Moreno. Se trata de dar dignidad a los barrios de la periferia, de que sus habitantes se sientan orgullosos de pertenecer a ellos y de que "no se sientan discriminados como ocurre ahora", reflexiona el profesor.
Nolan, un estudiante de informática, resume el sentimiento de los jóvenes de los barrios: “Estamos hartos". Este joven asegura a En Portada que la policía les para por la calle. "Te controlan, te ponen contra la pared, te maltratan”, explica Nolan.
El break dance olímpico
Pascal Blaise Ondzie, de origen congoleño, es un veterano B-Boy de 53 años que dirige la escuela de danza Voies de la Nouvelle Rue (VNR) en una de esas banlieues. Un lugar donde enseñan todo lo que implica la cultura hip hop y la danza a los niños y niñas del barrio. Están enfocados en los jóvenes que no siempre se sienten integrados en la sociedad.
"Si consideramos el breaking un arte, una danza, un deporte... puede ser una forma no sólo de canalizar la rabia que a veces sienten muchos jóvenes, sino un estímulo para encontrar su lugar en la sociedad," sintetiza Pascal. A él le ocurrió. Este nuevo deporte olímpico le permitió superar sus devaneos con la delincuencia y la rabia y le permitió conseguir retos que, cuando era un adolescente, creía imposibles.