Trabajadores de todo el mundo se manifiestan el 1 de mayo pidiendo mejores salarios y condiciones dignas
- La causa palestina o la lucha contra el racismo también figuran entre las reivindicaciones
- En lugares como Francia, las manifestaciones se han saldado con decenas de detenidos y varios agentes heridos
En los cinco continentes, pero con especial incidencia en América y Europa, trabajadores han salido a las calles este 1 de mayo para reivindicar mejoras salariales, entre otras condiciones. Por su parte, los dirigentes políticos han tratado de defender su gestión laboral con motivo de la celebración.
Aunque la mayoría de manifestaciones han sido de carácter pacífico en Europa, en lugares como en Francia se han producido cargas policiales que han dejado decenas de personas detenidas. En las manifestaciones también han podido encontrarse grupos propalestina, así como contrarios a la celebración de los próximos Juegos Olímpicos en el país.
Especialmente violenta ha sido la marcha celebrada en París en la plaza de la República y de la Nación. En total, una docena de agentes han resultado heridos entre los choques policiales y varios comercios han sido vandalizados. Unas 121.000 personas han participado en los desfiles previstos en la capital francesa, así como en otras grandes ciudades como Lyon o Nantes.
En la vecina Portugal, los ciudadanos han salido a las calles para pedir mejores salarios y pensiones, además de estar muy presente la Revolución de los Claveles que cumplió 50 años el pasado 25 de abril.
La marcha más multitudinaria, que juntó a miles de personas en Lisboa, ha sido convocada por la principal central sindical del país bajo los lemas "aumentar salarios y pensiones, garantizar derechos" y "combatir la explotación: abril por un Portugal con futuro".
En el Reino Unido, centenares de personas salieron a las calles para reclamar, además de mejores de condiciones para los trabajadores, el fin del racismo en el país, la protección del sistema sanitario y un alto el fuego en Gaza, cuya situación, según la convocatoria, "ha conmocionado a la ciudadanía y debe cambiar".
Unos 5.500 policías han vigilado Berlín durante las manifestaciones convocadas por organizaciones de izquierdas y anticapitalistas con motivo del Primero de Mayo. A pesar de que las autoridades han señalado que intervendrían ante cualquier posible delito de carácter antisemita o de incitación al odio contra Israel (en relación con las marchas propalestina programadas), la mayor parte de la jornada ha transcurrido con normalidad.
Por su parte, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha defendido en un videomensaje la política social y laboral del Gobierno de coalición, aunque ha admitido que aún hay demasiados empleados que trabajan duro por "muy poco dinero" y que la economía germana necesita más mano de obra.
Manifestaciones en Latinoamérica
Los países latinoamericanos han sido los más activos en cuanto a manifestaciones y reivindicaciones. Asimismo, la mayoría de dirigentes han empleado la jornada como plataforma para reivindicar sus reformas y proyectos políticos.
Desde Ciudad de México, varias organizaciones sociales han marchado desde el Monumento a la Revolución con destino al Zócalo capitalino. Los manifestantes avanzaron de manera pacífica, y a ellos se le sumaron trabajadoras sexuales que han marchado exigiendo que su labor sea dignificada y reconocida como un oficio no asalariado, además de pedir justicia por compañeras asesinadas en México.
En Ecuador, los principales sindicatos marcharon en Quito en una movilización donde celebraron el triunfo del "no" a la iniciativa votada en referéndum para permitir los contratos por horas y protestaron contra la política económica del presidente, Daniel Noboa.
Por su parte, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha expresado que el "pueblo trabajador" del país tiene "razones de sobra para celebrar" y ha asegurado "tener un plan" para el impulso económico y el "rescate de los derechos sociales y laborales".
Miles de trabajadores han salido a las calles de las principales ciudades colombianas para conmemorar el Día del Trabajo, una movilización a la que se ha unido en el tramo final el presidente Gustavo Petro, quien busca convertir la jornada en una demostración de apoyo a las reformas de su Gobierno.
En las marchas, los trabajadores han portado algunas banderas de Palestina, cuya causa defiende Petro, así como de la extinta guerrilla del M-19, de la cual hizo parte en su juventud el actual mandatario.
La presidenta de Perú, Dina Boluarte, ha hecho un llamamiento a la unidad de los peruanos para seguir promoviendo el empleo en el país, donde solo cuatro millones de habitantes de una población activa de 17 millones tienen un empleo formal. En un saludo por el Día del Trabajo, Boluarte ha centrado su mensaje en la unidad de todos los sectores, entre los cuales mencionó al privado, los sindicatos y la enseñanza para "seguir promoviendo el empleo en nuestro país y continuar construyendo un Perú hacia el desarrollo y con oportunidades todos".
El Gobierno de Javier Milei ha conmemorado el Día Internacional del Trabajador en Argentina tras la aprobación ayer en el Parlamento de la "ley ómnibus" con un vídeo donde la voz del propio presidente ha destacado a “esa mayoría silenciosa” de los que trabajan y buscan trabajo y “sobre todo” a la “gente de bien”.
Por medio de una publicación en la red social X de la cuenta oficial de Casa Rosada, sede del Ejecutivo, Milei se ha referido a “esa mayoría silenciosa que se compone de los que trabajan, de los que producen, de los peones rurales, del que atiende un negocio, del cuentapropista, del trabajador informal, del que no encuentra trabajo, de las amas de casa y sobre todo de la gente de bien”.
Por su parte, la Confederación General del Trabajo, uno de los sindicatos más importantes de Argentina, ha iniciado una movilización masiva en el Día Internacional del Trabajador para “defender los derechos laborales” y en contra del “ajuste brutal” del Ejecutivo de Milei.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, ha prometido que "nunca" será un "instrumento del imperialismo", al conmemorar el Día Internacional del Trabajo junto a los dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB), la mayor entidad sindical del país que es aliada política del Gobierno.
"Nunca traicionaremos al pueblo boliviano ni a la clase trabajadora. Nunca seremos títeres ni instrumento del imperialismo en el país. Nunca traicionaremos a ese pueblo que nos ha dado el voto y que tiene esperanzas en un país industrializado y progresivo", ha indicado Arce en un acto en la ciudad central de Cochabamba.
En la práctica totalidad de principales países del subcontinente, las manifestaciones se han llevado a cabo de forma pacífica.