La ONU advierte de que la reconstrucción de las viviendas bombardeadas en Gaza puede llevar hasta 80 años
- Un 72% de los edificios afectados son hogares
- Según la investigación, la tasa de pobreza superará el 60,7% si la guerra se prolonga hasta nueve meses
La Franja de Gaza necesitará unos 80 años para reconstruir todas las viviendas que han sido totalmente destruidas por los bombardeos israelíes desde el pasado 7 de octubre, tal y como arrojan los cálculos de un informe de la ONU sobre las repercusiones socioeconómicas previstas en el enclave palestino. Los cuatro escenarios planteados en el estudio, cada uno de los cuales considera de uno a tres meses adicionales de conflicto, indican un retroceso de hasta más de 20 años en el desarrollo humano dentro del territorio.
La destrucción y los daños sufridos por las infraestructuras físicas, apunta el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), "afectan directamente a la satisfacción de las necesidades básicas en Gaza". Un 72% de los edificios afectados son viviendas; el 19% pertenece a otros sectores de infraestructuras críticas en las áreas de educación, agua, saneamiento e higiene y salud, energía, y tecnología de la información y la comunicación, y el 9% son comercios o edificios industriales y otros servicios.
Los resultados del estudio, que ha recopilado datos a distancia sobre los daños a infraestructuras críticas entre octubre de 2023 y enero de 2024, arrojan que en el transcurso de esos meses, los daños causados en Gaza equivalían a un valor de unos 18.500 millones de dólares, lo que supone el 97% del PIB total del Estado de Palestina en el año 2022. Por ello, como señala la ONU, la ayuda exterior será esencial para la reconstrucción y recuperación delas infraestructuras básicas.
"El sufrimiento en Gaza no terminará cuando termine la guerra"
Para hacer su cálculo de 80 años para la reconstrucción, el PNUD tiene en cuenta que la tasa media de reconstrucción en las dos últimas escaladas del conflicto palestino-israelí, en los años 2014 y 2021, fue de 992 viviendas al año. Desde octubre y hasta el 15 de abril de este año, han sido atacados unos 370.000 edificios residenciales en la Franja, de los cuales 79.000 han quedado completamente destruidos.
Según el informe, en un "escenario optimista", en el cual se pudiera quintuplicar la ayuda destinada a la reconstrucción del enclave, las tareas se prolongarían como mínimo hasta 2040 para levantar de nuevo los hogares destruidos, sin tener en cuenta los daños en otras viviendas.
“Cada día adicional que continúa esta guerra está generando costos enormes y agravantes para los habitantes de Gaza y todos los palestinos, ahora y en el medio y largo plazo. [...] Estas nuevas cifras advierten que el sufrimiento en Gaza no terminará cuando termine la guerra”, ha advertido el Administrador del PNUD, Achim Steiner, en declaraciones recogidas en una nota de prensa.
Desde octubre, cuando Hamás y otras milicias atacaron Israel matando a unas 1.200 personas y tomando como rehenes a más de 200, han muerto en la Franja de Gaza más de 34.500 palestinos, la mayoría mujeres y niños, según datos del Ministerio de Salud de Hamás en el enclave. Según Naciones Unidas, para el 12 de abril, al menos el 5% de la población había muerto o resultado gravemente herida. Además, las autoridades gazatíes calculan que podría haber unos 7.000 cuerpos a los que no se ha podido acceder entre los escombros.
La tasa de pobreza superará el 60,7% si la guerra se prolonga
Según la investigación, aunque el conjunto de la población se ha visto afectada por la ofensiva israelí, ha sido la clase media la que más ha sufrido el impacto del conflicto. Tras seis meses de ataques, el consumo ha disminuido un 35,6%, pudiendo llegar al 38,6% si la guerra alcanza su noveno mes, escenario en el cual se prevé que la tasa de pobreza aumentaría del 38,8% actual al 60,7%.
"Esto situará a gran parte de la clase media por debajo del umbral de pobreza, aumentando el número de personas que viven en la pobreza en 1,86 millones más", alerta el documento de la ONU, que arroja que la tasa de desempleo en el enclave, que ahora se sitúa en el 46,1%, podría llegar a rozar el 48%.
Naciones Unidas ha alertado de que los daños causados a las instalaciones sanitarias afectan de lleno a la calidad de vida de la población, algo "aún más alarmante" cuando se tiene en cuenta el nivel de inseguridad alimentaria que sufren los gazatíes, sobre todo en el norte del enclave. Allí, el 55% de los hogares sufría inseguridad alimentaria "catastrófica" entre mediados de febrero y mediados de marzo de este año, un porcentaje que, según el informe, se espera que aumente en 15 puntos de aquí a julio si persiste la guerra.
Asimismo, el asedio perpetrado por las tropas israelíes, alerta el PNUD, aumenta el riesgo de hambruna, enfermedad y desnutrición, especialmente entre los niños. Los efectos de la ofensiva, asegura el documento, "se dejarán sentir durante años".
Un retroceso de hasta 20 años de desarrollo humano
La esperanza de vida en el territorio palestino asediado por Israel ha disminuido en cuatro años desde el comienzo de la guerra; y cada mes adicional, advierte la ONU, podría reducirla en un año más. Además, el Índice de Desarrollo Humano (IDH) puede verse reducido de manera considerable en cualquiera de los escenarios planteados en el documento.
En cualquiera de los escenarios previstos en el informe, es decir, un conflicto armado de más de seis meses de duración (que ya se han superado), el retroceso del desarrollo humano en la Franja de Gaza es de más de 20 años, hasta llegar a valores de antes de 2004, cuando se calculó por primera vez el IDH en este territorio. En la Cisjordania ocupada, donde la violencia continúa creciendo desde el octubre, la ONU prevé una regresión de entre 13 y 16 años.
"El nivel de destrucción en Gaza es tal que la ayuda necesaria sería de una envergadura nunca vista desde 1948 para reconstruir las infraestructuras públicas, incluidas escuelas, hospitales y otras instalaciones [...], así como reanudar los servicios básicos", apunta el informe en sus conclusiones finales. Hasta entonces, la ONU establece como "prioridad inmediata" salvar vidas y suministrar ayuda humanitaria e insta a tomar medidas adicionales para evitar una mayor destrucción de la infraestructura civil restante.