Un orangután de Sumatra, el primer animal observado que se cura una herida con una planta medicinal
- Antes había indicios de primates masticando o frotando plantas, pero no aplicándolas a heridas recientes
- En cinco días, la herida del animal se cerró y se curó por completo en un mes
Un grupo de científicos alemanes han descubierto a un orangután que se aplica una planta con propiedad analgésica y una malla vegetal para curarse una herida en la cara. Rakus es un macho adulto que vive en la zona de investigación Suaq Balimbing, en el Parque Nacional de Gunung Leuser (Indonesia). Un nuevo estudio le ha convertido en el primer animal salvaje al que se le ha visto tratarse una herida con plantas medicinales.
Investigadores del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal (Alemania) y de la Universidad Nacional (Indonesia) han seguido y observado el comportamiento de este simio desde junio de 2022, y han publicado sus conclusiones este jueves en la revista Scientific Reports.
Con este hallazgo, los biólogos creen que el tratamiento médico de heridas ya no es una práctica solo de los seres humanos, sino que pudo haber surgido en un ancestro común compartido por humanos y orangutanes.
Un comportamiento que parece intencionado
Antes de esta investigación, había indicios de especies de primates salvajes tragando, masticando o frotando plantas con propiedades medicinales, pero no aplicándolas a heridas recientes.
Durante las observaciones, Rakus se hizo una herida en la cara tras la posible pelea con otro de los machos. Tres días después de la lesión, el animal arrancó varias hojas de la akar kuning (Fibraurea tinctoria), las masticó y aplicó el jugo resultante durante cerca de siete minutos sobre la herida. Después de cubrirse completamente la lesión con el resto de las hojas masticadas, Rakus continuó alimentándose por cerca de 30 minutos.
Los autores consideran que las hojas trituradas pueden haber ayudado a reducir el dolor y la inflamación, además de favorecer su cicatrización. En tan solo cinco días, la herida se cerró y se curó por completo en un mes.
Como todo comportamiento de automedicación en animales no humanos, el caso descrito plantea interrogantes entre la comunidad científica sobre la intencionalidad de estos comportamientos y cómo surgen.
La innovación individual
"Es posible que el tratamiento de las heridas con esta planta por parte de los orangutanes de Suaq surja de la innovación individual", ha afirmado la autora principal del estudio, Caroline Schuppli.
Los orangutanes del lugar rara vez comen la planta. Sin embargo, pueden tocarse accidentalmente las heridas mientras se alimentan de ella y así aplicarse sin querer la savia. Al tener potentes efectos analgésicos, pueden sentir una liberación inmediata del dolor, lo que les lleva a repetir el comportamiento varias veces, ha sugerido Schuppli.
Dado que este comportamiento no se había observado antes, puede ser que el tratamiento de heridas con esta planta haya estado ausente hasta ahora en el repertorio conductual de la población de orangutanes de Suaq. Como la mayoría de adultos machos de la zona, Rakus no nació allí y se desconoce su origen.
Por lo tanto, "es posible que el comportamiento lo muestren más individuos de su población natal fuera del área de investigación de Suaq", ha detallado la experta, "y Rakus lo haya aprendido de ellos".
"Los orangutanes tienen altas capacidades cognitivas, en particular en el área de la cognición física", ha añadido Schuppli. A estos animales arbóreos se les conoce por ser excelentes solucionadores de problemas, que adquieren sus habilidades a través del aprendizaje social observacional, transmitidas de generación en generación.
Una planta curativa
La akar kuning es una especie de liana conocida por sus efectos analgésicos y antipiréticos. Esta planta, ampliamente distribuida por China, Indonesia, Malasia, Tailandia, Vietnam y otras partes del Sudeste Asiático, se utiliza en la medicina tradicional para tratar heridas y enfermedades como la disentería o la malaria.
El comportamiento, posiblemente el primero de su tipo, presenta el primer informe de tratamiento activo de heridas con una sustancia biológica en una especie de gran simio. Además, los científicos destacan que proporciona nuevas perspectivas sobre la existencia de la automedicación en nuestros parientes más cercanos, así como en los orígenes evolutivos de la medicación de heridas de forma más amplia.
Los orangutanes son uno de los grandes simios del mundo, los más cercanos parientes vivos de los humanos, junto con chimpancés, bonobos y gorilas. Si bien los orangutanes son los menos emparentados con los seres humanos, compartimos con ellos aproximadamente el 97% del ADN.